México: de la sustitución de importaciones al nuevo modelo económico

México: de la sustitución de importaciones al nuevo modelo económico

A inicios de los 40’s se siguió un modelo de desarrollo con el fin de edificar un sector industrial con el fin de satisfacer las necesidades del mercado interno. La industrialización sustantiva de importaciones (ISI) contaba con argumentos de orden externo e interno; los primeros se destacaban la inestabilidad de los precios de los productos primarios, el deterioro de los términos de intercambio de los países subdesarrollados y los dé-ficits de la balanza de pagos, mientras que los segundos por el desempleo, la industria naciente, la naturaleza dinámica de la dotación de recursos y la integración de la economía. Estos argumentos fueron utilizados durante las décadas de los 50’s y los 70’s para aumentar las tarifas arancelarias, extenderlas a un número cada vez mayor de bienes y sustituirlas por restricciones cuantitativas a la importación. Debido al rápido avance los sectores industriales se requirieron más mercados y mayor protección. Esta protección ocasiono una dependencia de la actividad industrial por los bienes de capital e intermedios presentes en el exterior.

Esta estructura productiva resulta en general de una cierta estructura de la protección que orienta la producción hacia los sectores protegidos. El proteccionismo afecto la estructura se facilitando la importación de bienes esenciales y puso un freno a las importaciones de bienes de consumo final. La protección uso en su práctica, tarifas y restricciones cuantitativas, perjudicando la exportación, esto se constató en la agricultura, pues el tipo de cambio sobrevaluado redujo las ganancias de exportadores de productos agrícolas y dificultó la competencia con los importadores de alimentos baratos. Los efectos negativos sobre la agricultura se manifestaron en la estructura social. En la estructura social, el proteccionismo provoco una distorsión de los precios, deterioro los términos de intercambio internos entre la agricultura y la industria. Se puede afirmar que la protección tuvo como efecto el aumento de la desigualdad del ingreso personal.

Gracias a la protección se engendró un modelo de desarrollo regional en torno a las megalópolis, pues el modelo ISI implicaba políticas de crecimiento industrial del mercado interno en el sector manufacturero, por ende las empresas industriales se instalaron en los grandes centros de consumo, esto propició un crecimiento rápido de las ciudades. Como consecuencia se desarrollaron los servicios comerciales, financieros, educativos y la infraestructura de transporte enfocada en el beneficio de las empresas, esta última presentaba costos elevados, por lo que las empresas se situaban en centros de consumo masivo.

En 1965 se introdujo el Programa de Industrialización Fronteriza, este programa implicaba una modificación marginal del modelo de industrialización hacia adentro, ya que impulsaba una orientación hacia el mercado externo en la zona fronteriza. Desde su introducción hasta los primeros años de la década de los 80’s, la industria maquiladora fue relativamente homogénea, el proceso productivo se limitaba al ensamble de partes provistas por la matriz extranjera. Las maquiladoras de primera generación se enfocaron a la electrónica y la rama de la confección, estas se localizaron casi exclusivamente en la frontera norte. Se trataba de instaurar una estrategia que siguiera un modelo mixto capaz de combinar la protección del mercado interno con la promoción de exportaciones. El desarrollo de la industria maquiladora no fue la única desviación del modelo de industrialización sustitutiva,  pues en la época del modelo de ISI, con la maquiladora y el petróleo como complementos, los descubrimientos de múltiples yacimientos de petróleo dieron cabida a una reorientación de la economía, para volverá exportadora de petróleo; en un principio se presentaron numerosas ganancias a lo que se le conoció como el “milagro mexicano” pues se lograron estabilizar los conflictos sociales y/o políticos del momento, pero con el tiempo se revirtió la situación, pues el país presento síntomas de la llamada “enfermedad holandesa” (basó su economía en la exportación de petróleo) lo cual aún está presente.

El modelo de ISI combinaba mercados y propiedad privada con un Estado fuerte que regulaba y controlaba de manera directa ciertas áreas estratégicas de la economía, esto se trataba de un sistema autoritario en el que la separación de poderes era débil y el poder ejecutivo imponía sus intereses frente al judicial y al legislativo, así como frente a los gobiernos locales.

El modelo ISI fue exitoso pese a lo que a menudo afirman los neoliberales, continuo funcionando durante algunas décadas, sin embargo, la crisis de 1982 condujo a una ruptura radical con el modelo de ISI. A partir de 1985 se adoptó un nuevo modelo económico (NME) orientado hacia el exterior. Donde su componente clave fue la apertura comercial. Las tarifas aduanales disminuyeron con rapidez. Las restricciones cuantitativas y las licencias de importación desaparecieron. El proceso de apertura unilateral se completó con el ingreso de México al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés) en 1986 y un poco más tarde, en 1994, con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). El grado de apertura mexicano, medido como la suma de exportaciones e importaciones en términos reales en relación con el PIB, pasó de 28% en 1994 a 48% en el año 2002. Se pretendía impulsar un proyecto neoliberal de “reorganización y revisión de las relaciones entre el Estado y el resto de la economía y su entorno, así como de las maneras, usos, costumbre, reglas, como el Estado decide su política económica y modula sus intervenciones en el resto de la sociedad”. El lanzamiento del proyecto neoliberal en México se realizó en un momento en el que el mercado mundial planteaba nuevos requisitos. El objetivo era generar un crecimiento económico auto sostenido y corregir las limitaciones que generó el modelo anterior. En el nuevo modelo se propuso otorgar un papel protagónico al mercado en la asignación de los recursos, incrementar la participación de los agentes privados en las decisiones económicas e incorporarse a la creciente integración económica mundial, con el propósito de mejorar la eficiencia y competitividad de la planta productiva nacional.

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