Paráfrasis: “El corazón delator”
Enviado por legarc_09 • 10 de Marzo de 2019 • Resumen • 411 Palabras (2 Páginas) • 624 Visitas
Unidad Educativa: Colegio La Salle La Colina
Departamento de Castellano y Literatura
Taller de lectura: paráfrasis
Paráfrasis: “El corazón delator”
Leonardo Garcia #11
2 D
Caracas, 15 de febrero de 2019
Esta historia relata sobre como nuestro protagonista convivía diariamente con un anciano, ya que este residía con él y dentro de todo, se llevaban bien, el único imprevisto era el aspecto de uno de los ojos del viejo, parecido al de un buitre, de un color azul pálido que con solo mirarlo le helaba la sangre a cualquiera. El joven en realidad repudiaba mucho el ojo del anciano así que después de meditarlo durante un tiempo tomó la decisión de asesinar al viejo, con el fin de resolver el nefasto problema.
Todas las noches, cuando el reloj marcaba las doce en punto, el joven abría la puerta con extremo cuidado hasta que había el espacio suficiente para introducir la cabeza que tapaba con la mano y la iba moviendo con el fin de que solo se escapara el mas mínimo rayo de luz para iluminar el ojo de buitre, aunque siempre lo encontró cerrado.
Hizo esto por siete noches consecutivas, siempre con el mismo resultado hasta que llego la octava noche el futuro asesino se armó de valor y entro completamente a la habitación, hizo un poco de ruido y esto provoco que el anciano se despertara, el joven permaneció inmóvil durante una hora. Cada vez el corazón del viejo latía más rápido y más fuerte y con miedo de que los vecinos se alertaran de que algo estaba pasando, el joven se le abalanzo encima, tan rápido que el viejo solo pudo pegar un grito. Descuartizo el cadáver, levanto tres tablas del suelo y arreglo todo para que no hubieran sospechas.
Unos momentos después tocaron el timbre de la casa, el asesino bajo tranquilamente y abrió la puerta; eran dos policías que decían que un vecino había escuchado un grito proveniente de esta casa. Los invito a pasar, a que registraran la casa y hasta la habitación donde se había cometido el crimen, trajo unas sillas y los invito a sentarse, mientras conversaban empezó a escuchar un zumbido que iba en aumento, cada vez era más fuerte hasta que se volvió insoportable, los policías se reían conversando entre ellos, el joven sentía que se burlaban de él, “ya sabían todo” decía y con ese zumbido tan atorrante de fondo confesó el crimen que había cometido, “está debajo de esas tablas, por favor, callen su horrendo corazón”.
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