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RESEÑA NOCHES DE HUMO-OLGA BEHAR


Enviado por   •  16 de Mayo de 2021  •  Reseña  •  2.467 Palabras (10 Páginas)  •  491 Visitas

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Behar, Olga (1988).Noches de Humo. Como se Planeó y ejecutó la toma del Palacio de Justicia. Editorial Planeta. Bogotá.

Reseña por: Selena Medina Torres

Datos del autor: Olga Behar es una  periodista, politóloga y escritora colombiana. Ha trabajado en medios impresos, radio y televisión. En los últimos veinte años ha sido corresponsal extranjera para la cadena Univisión y la organización europea VJ Movement. Docente universitaria en facultades de Comunicación y Cine. Ganadora de los premios de periodismo Simón Bolívar, ANIF 10 Años y CPB. Autora de Las guerras de la paz (Planeta, 1985; Círculo de Lectores, 1986), Noches de humo (Planeta, 1987; Claves Latinoamericanas de México, 1987; Editorial USC, 2010) y Penumbra en el capitolio (Planeta, 1991). En 2012 recibió el primer Premio Nacional de Periodismo del Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) en la categoría «Obra bibliográfica de un periodista» por su libro El clan de Los Doce Apóstoles, publicado por Icono Editorial en abril de 2011.

Palabras clave: M-19, Palacio de Justicia, guerrilla, Ejército Nacional, holocausto.

El libro es la recopilación de relatos de  algunos familiares de personas muertas durante la toma al Palacio de justicia el 6 de noviembre de 1985 durante el mandato presidencial de Belisario Betancur por parte del Movimiento  19 de Abril (M-19) y denominada Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre.  La historia principal es a partir del testimonio de la única integrante del M-19 que sobrevivió al Holocausto que se dio aquel fatídico día, Clara Helena Enciso. También entre párrafos se desarrollan otras historias como la del “Rambo Criollo”  un infante de Marina desertor y que fue clave el día de los hechos para el rescate de personas dentro del Palacio. Así mismo los relatos sobre la vida del Presidente de la Corte Suprema de Justicia  Alfonso Reyes Echandia  y de los principales miembros del M-19 que se vieron involucrados en este hecho.

 Clara Helena  Enciso quien fuera una joven Bogotana de clase media y que se involucra en las filas del m-19 por su hermano, conoce a Elvencio Ruiz, primero con el nombre de “Ramiro”  y se involucra sentimentalmente con él. Si bien su posición acerca de la insurgencia de la guerrilla de la cual está empezando a hacer parte no es de su total convencimiento, luego de compartir en campamentos y concentraciones con sus compañeros de guerrilla, observar la situación en la que esta inmerso el país, y ser testigo de las mentiras del gobierno; desarrollara una convicción bastante fuerte acerca de la causa común del M-19. En parte la influencia de Elvencio fue muy importante en todo este proceso, pues al involucrarse con él y ser testigo de múltiples hechos su posición ideológica se fue moldeando.

Tal es el caso de algunas de sus compañeras de militancia, que llegaron a las filas de esta guerrilla por sus parejas. Y se fueron capacitando dentro de los campamentos y en el manejo de las armas, al punto que desarrollaron liderazgo y fueron bastante importantes en el “gran golpe” del 6 de noviembre del 85.  Mujeres como alias “Laura”, “Nohora”,” Andrea”, “la mona” (Clara Helena Enciso)  estuvieron presentes en todo el proceso de preparación de la toma al palacio, y a ellas se unirían casi al final del proceso una periodista y una enfermera. Todas con deseos de ser incluidas en el ingreso al palacio y de ser colaboradoras desde dentro del operativo.

Una mirada al hombre que fuera Alfonso Reyes Echandia, descrito como un hombre intachable. Jurista, amigo y padre de familia, que aspiro  a ser presidente de la Corte suprema de Justicia  pero que no se valió de favores políticos ni de artimañas para ascender a tal cargo. Cuando fue nombrado presidente de esta corte se dedicó a recorrer  los tribunales Colombianos para actualizar sobre nuevas resoluciones del Consejo de Estado  e informar sobre la realidad jurídica.

 A causa de las discusiones sobre la extradición en Colombia hubo conflictos con el gobierno de Belisario Betancur  por hacer ver a la Corte como el antagonista del proceso. Se produjeron amenazas y no había una adecuada seguridad para los magistrados de la corte; hasta que Reyes Echandia denunciara estos hechos y se reforzara la seguridad del Palacio de Justicia y se le asignara escolta a los Magistrados.

Los antecedentes de torturas, violaciones a los derechos humanos  por los cuales se dio el fallo condenatorio contra la nación por estos hechos a causa del robo de 7000 armas en el Cantón Norte de Bogotá en 1979, haría de los magistrados valientes en enfrentar al Estado al falla en contra de él.

Cuando se decide realizar la acción en el Palacio de justicia se hace con el fin de denunciar en la corte al Estado por el incumplimiento de lo pactado en Medellín, el Hobo y Corinto; la tregua que se había acordado fue rota por el gobierno y hubo hostigamientos a los guerrilleros,  atentados a dirigentes como el caso de Navarro Wolf, asesinatos y desapariciones. Se vio como factible hacer esta denuncia haciendo una toma directamente en el epicentro de la rama Judicial colombiana para generar impacto y obligar al gobierno a tomarlos en cuenta; pensaban que sería algo parecido a la toma de la embajada de Republica dominicana en Bogotá.

Se empezaron a hacer los preparativos logísticos y a reclutar a miembros experimentados y hábiles del M-19, que en su mayoría eran jóvenes idealistas y con entrenamiento en los campamentos que tuviese esa guerrilla en el territorio colombiano. Se distribuyeron roles dentro de la organización para que el operativo fuera un éxito los cabecillas  fueron  Álvaro Fayad, Andrés Almarales, Luis Otero , Alfonso Jarquín y Elvencio Ruiz.  A “Claudia” (Clara Helena) se le encargo junto a otra compañera encargarse de las comunicaciones, también rentaron una casa en la que se concentrarían la mayoría de integrantes del operativo y desde donde se les informaría el paso a paso. Y aunque hubo percances en todo el proceso, aun así los planes siguieron adelante hasta llegar al día cero.

Ese 6 de noviembre  ingresaron en los camiones en que se habían distribuido para los diferentes puntos clave del Palacio de Justicia. Por errores en la comunicación hubo un grupo que no alcanzo a ingresar al Palacio, pues el intercambio de disparos fue casi inmediato. Allí es donde el Rambo criollo” hace su aparición , y por su conocimiento en cuanto a armas y tácticas militares se vuelve muy útil para combatir al grupo insurgente dentro del Palacio, y ayuda a salvar la vida de muchos civiles y militares. Entre los rescatados por este hombre se encontraba el hermano del entonces presidente, de quien luego recibiría agradecimiento por su heroico hecho.

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