Reflexión Texto "De la escuela integradora a la escuela inclusiva".

Reflexión de lectura n°1

“De la  escuela integradora a la escuela inclusiva”

Margarita Valcarce Fernández

Nombre alumno: Camila Garrido Coliñir

¿Inclusión?

En la actualidad escuchamos en reiteradas ocasiones la palabra inclusión, muchos son los que utilizan diariamente esta palabra como sinónimo de integración, igualdad e incluso progreso social y cultural. Sin embargo al comenzar esta asignatura y luego de leer varios textos en relación al tema, especialmente el de “De la  escuela integradora a la escuela inclusiva” es que nace la inquietud de profundizar en el real significado de esta palabra. Si bien este vocablo incluye varias acepciones e ideas, y el entenderlo en su totalidad nos llevará mucho más que solo las clases transcurridas hasta el momento y los textos leídos, si resaltan ciertos términos o ideas en relación al concepto de inclusión que nos acercan cada vez más a su comprensión total.

El primer término es el de integración. La autora en el texto leído, nos relata en relación a la integración, que este proceso se centra en los alumnos que tienen necesidades educativas especiales, en los cuales se depositan todos los recursos tanto materiales como humanos, con el fin de que sean ellos quienes se adapten al sistema “normal”, logrando la segregación de estos alumnos en relación al universo de personas. Personalmente antes de leer este texto pensaba en la integración como sinónimo de la inclusión, sin embrago luego de analizar y reflexionar en torno al concepto en sí, creo fervientemente que llevar a cabo la integración no es tan apropiado, es decir, este concepto y puntualmente las escuelas que vivencian programas integradores, sólo se encargan de separar a aquellos niños que requieren un “mayor trabajo”, aislándolos del resto de sus compañeros “normales”. Como bien lo hemos discutido en clase, el separar a los niños no nos brindaría ningún beneficio en particular, ni para los mismos niños, ni para los profesores o apoderados. ¿No sería diferente que en lugar de detenernos en las diferencias de los niños como dificultades, las viéramos como parte de la normalidad de nuestra especie humana, teniendo en consideración que las personas, somos mucho más que solo nuestras necesidades, o aptitudes y lograr así la real inclusión?

Siguiendo las ideas anteriormente expuestas es que se hace urgente la utilización del término inclusión e integración de la forma correcta. Sin embargo esta demanda debiese ser tratada especialmente en la formación de los nuevos profesionales de la educación, y es esta la segunda idea que trataré. Margarita Valcarse hace referencia a la formación docente como factor que se ve afectado en relación a las nuevas metodologías tanto de inclusión como de integración, es decir, en la metodología inclusiva el protagonismo se debe ceder a los alumnos, trasladando el centro de atención del conocimiento experto del docente al aprendizaje del alumno. Antes de leer el texto, y al tener una confusión en relación  a integración e inclusión pensaba que este tema debiere estar a cargo únicamente de las educadora especiales, quienes en su profesión se encargarían de atender a la diversidad de los niños. Por el contrario a mis primeras y vagas ideas, el trabajo inclusivo debe ser practicado no solo por los especialistas, es decir, dentro de cada curso existen 20 ó 30 ó 40 niños, cada uno con un mundo diferente. El entender y aprovechar la riqueza de la diversidad de niños en la sala de clases, se convierte en un objetivo constante especialmente en nuestra futura profesión.

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