Reporte sobre La interpretación de los sueños

En el capítulo “El libro de los sueños”, Rodrigué juega con el rol que tienen los sueños tanto para Freud y la construcción del psicoanálisis como, para toda Europa. Los sueños se convierten en la piedra angular de las investigaciones “muy suyas” de Freud, al fin logra hacer algo por y de él para el mundo y al comenzar a perfilar su trabajo y proyecto en su obra La interpretación de los sueños no sólo logra lo anterior sino, que da pauta para la ruptura de la epistemología, del saber decimonónico e inaugura una nueva manera de conocer muy propia del siglo XX e incluso, me podría permitir, aún más del XXI. Como bien señala Elisabeth Roudinesco “En el fondo, Freud llevaba a cabo una revolución simbólica: cambiaba la mirada que toda una época posaba sobre sí misma y sobre sus maneras de pensar”. (Roudinesco, pp. 203 y 204).

A partir de todo lo que señala Rodrigué, en conjunto con Roudinesco, podemos comprender que al estudiar los dos elementos constitutivos del sueño: el contenido maniefiesto y los pensamientos latentes, Freud despliega una epistemología con teorías, métodos y conceptos (una metapsicologia) para el estudio de la psique humana (Rodrigué, p. 351). Productos de lo aportado en varios de los capítulos del célebre texto de Freud y en especial del famosísimo e importantísimo Capítulo VII.

Los sueños, gran oráculo generador de conocimiento, conocimiento sobre la psique humana para Freud, conocimiento de uno mismo para cada uno de nosotros (incluyendo a Freud mismo). El estudio, análisis, interpretación y elaboración de los sueños fundó un nuevo saber, el saber de LO inconsciente (no como adejtivo, sí como sustantivo). Este nuevo saber da luz brillante, aunque efímera y momentánea, a la oscuridad de lo humano: la memoria, el olvido, la estructuración del aparato psíquico, el deseo, el Otro, lo no dicho, el pasado encarnado en el presente, la diseminación del(os) sentido(s) (concepto derridiano), la regresión. “Invesrión de la razón en su contrario, rastreo de la parte oscura de uno mismo, búsqueda de la muerte que obra en la vida […]”. (Roudinesco, pp. 202 y 203).

Ese “libro de los sueños” nos permite comprender la ruptura, el límite, la hérida, la grieta (términos de la filosofía post-estructuralista, basados en conceptos psicoanalíticos) desde donde trabajó y construyó Freud el edificio del psicoanalísis. Se aventuró a trabajar desde lo desconocido, misión revolucionaria, valiente y atrevida para su tiempo donde lo establecido, lo conocido, lo cuantificable, lo medible eran el parámetro para generar y transmitir conocimiento.

...