Reseña crítica "Sálvese quien pueda"

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Reseña Crítica “¡Sálvese quien pueda!”

A01752032 Erandi Itzai Estrada Martínez

1º de marzo del 2021

Juan Wolfgang Cruz Rivero

Cambio Tecnológico y desarrollo social

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey

 “¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la automatización” publicado en 2018 explica y ejemplifica como algunos de los empleos de la actualidad se están enfrentando a una probada de lo que depara el futuro: la automatización inminente de la gran mayoría de las actividades y trabajos que realiza el ser humano. El autor, Andrés Oppenheimer, muestra ambas caras de la moneda, no solo ve el vertiginoso avance tecnológico como algo enteramente negativo o positivo. Gracias a las diversas entrevistas que fueron piezas clave al escribir su libro, es capaz de esclarecer el panorama al que nos tendremos que enfrentar en los años venideros.

El autor empieza mencionando el estudio realizado en 2013 por Carl Benedik Frey y Michael A. Osborne, en el cual se pronostica que el 47% de los empleados podrían desaparecer en 2 décadas y la probabilidad que tienen 702 ocupaciones de ser eliminadas. Esto podría preocupar y sorprender al lector, pues ni siquiera la labor de un cirujano o de un juez se salva de este pronóstico. Támbien explica como, al finalizar el libro, él se considera tecnopesimista a corto plazo y tecnooptimista a largo plazo. Esto porque, en los siguientes años, el desempleo tecnológico vendrá con muchas altas y bajas en todos los países, pero en el largo plazo, esto traerá consigo más beneficios y ventajas de los trabajos que se perdieron.

La amenaza y preocupación sobre las herramientas tecnológicas y robots reemplazando a los humanos ha estado latente desde hace ya varios años con el inicio de la Revolución Industrial, pero ahora estos avances se dan a una velocidad impresionante, no dejan tiempo para que los empleados que fueron sustituidos puedan prepararse y reinventarse para un nuevo empleo; especulaciones de lo que esto supone hay una gran variedad: los tecnooptimistas afirman que el objetivo final sería justamente eso, que todos los trabajos los hagan robots mientras las personas disfrutan y se enfocan en lo que más los apasiona; por su parte, los tecnopesimistas dicen que el hombre necesita un motivo, un trabajo, y si las máquinas se encargan de ello, la sociedad entrará en declive. A lo largo del texto Oppenheimer confronta estas posturas con el propósito de dar al lector una vista completa, también da pie a cuestionar la conformación de la sociedad.

Es importante que nos cuestionemos el modelo de sociedad al que nos queremos dirigir, ya que comunmente se asocia la idea de desarrollo social a donde se tienen al alcande diversos bienes y servicios, aquella que es democrática y participativa, igualidaria y equitativa, en la que sus habitantes tienen igualdad de oportunidades y donde existe cierta homogeneidad en sus condiciones de vida. En la otra mano se encuentran aquellas en las que las desigualdes son resultados de las diferencias individuales en cuanto a capacidades y méritos.

Gadrey sostiene que la verdadera cuestión ya no será el reparto de las ganacias, sino su pertinencia, el verdadero progreso consistira en la realización de ganancias en calidad y sostenibiliad. En una Sociedad del conocimiento se genera el progreso debido al conocimiento que da origen a innovaciones, y con estas se genera más conocimiento, así el proceso se retroalimenta, por esto la creatividad, innovación, colaboración, entre otras, se han convertido en la clave para crear valor. Pero ¿qué sucede si el individuo solo pude tener en su mente que no ha comido? El ciclo de pobreza no se puede romper, es por esto que en el libro se menciona como una posible solución la instauración de un ingreso básico universal.

Las consternaciones que surgen por lo que vamos a hacer cuando los robots ocupen practicamente todos los trabajos que antes hacie el hombre surge porque en el siglo XIX se fue asentando poco a poco una relación salarial y esto nos llevó a darle al trabajo una importancia mayor a la de otros ámbitos. Con la automatización las unidades de espacio y tiepo que habían caracterizado al trabajo están desapareciendo, ya no se localizará en un tiempo y espacio concretos. Nuestra vida proesional y privada será cada vez más difusa.

Este libro en 2018 pronosticaba muchas situaciones y en menos de 3 años, ya se pueden confirmar o refutar algunas de estas, no debemos olvidar que solo hay algo constante, y eso es el cambio; hace dos años solo algunas personas, como Bill Gates o expertos en enfermedades advertían de una inminente pandemia, ahora toda la población está consciente de ella. Dado que sería imposible explicar el efecto de la pandemia por COVID-19 en cada uno de los rubros que Andrés menciona, como en la medicina, bancos, escuelas, turismo, etcétera, aunado al hecho que no es el propósito de este texto; me enfocaré mayormente en un aspecto que a mí, como universitaria, me genera mayor consternación e interés: el futuro de mi educación y de mi carrera.  

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