Síntesis Capítulo 15 La persecución norteamericana de los enemigos de Díaz
Enviado por Isabel Jiménez • 18 de Enero de 2021 • Reseña • 2.510 Palabras (11 Páginas) • 562 Visitas
Síntesis Capítulo 15 “La persecución norteamericana de los enemigos de Díaz
Este capítulo a relata cómo el gobierno de los Estados Unidos y algunos gobiernos de los Estados norteamericanos fronterizos entregaron sus recursos militares y civiles a Porfirio Díaz para mantenerlo en el poder.
El gobierno de los Estados Unidos delegó sus propias facultades especiales en agentes mexicanos, como cónsules, abogados pagados o policías privados. Se les negó a los ciudadanos mexicanos el derecho de asilo y la ordinaria protección de las leyes norteamericanas. Por el reinado del terror así establecido, los Estados Unidos mantuvieron ahogado un movimiento que hubiera desarrollado fuerza suficiente para derrocar a Díaz, abolir la esclavitud mexicana y restaurar el gobierno constitucional en México en poco tiempo.
Uno de las personas que colaboró para sabotear el movimiento fue William Howard Taft, quien ordenó el traslado de tropas a la frontera de Texas para ayudar a Díaz a vengarse de sus enemigos.
Las tropas obedecieron sus órdenes y muchos de los liberales fugitivos fueron devueltos a México para que los atravesaran las balas de los soldados de Díaz.
Algunos procedimientos empleados en esta campaña de deportación fueron:
1) iniciar procesos de extradición bajo acusaciones de homicidio y robo;
2) deportarlos por medio del Departamento de Migración bajo el cargo de inmigrantes indeseables;
3) secuestros descarados y entregas criminales al otro lado de la frontera.
Algunos miembros de los del Partido Liberal, cuya extradición se pidió por supuestos delitos de homicidio y robo fueron: Librado Rivera, Pedro González, Crescencio Villarreal, Trinidad García, Demetrio Castro, Patricio Guerra, Antonio I. Villarreal, Lauro Aguirre, Ricardo Flores Magón y Manuel Sarabia. También hubo otros más, pero no se tienen detalles precisos de sus casos.
El plan de deportar a los refugiados políticos por medio del Departamento de Migración fue más efectivo.
Entre los muchos mexicanos liberales detenidos en Arizona, en el otoño de 1906, están: Lázaro Puente, Abraham Salcido, Gabriel Rubio, Bruno Treviño, Carlos Humbert, Leonardo Villarreal y varios otros fueron deportados en grupo por los funcionarios de migración de Douglas.
Los liberales mexicanos fueron entregados en grupos, maniatados por las autoridades norteamericanas, a la policía mexicana; las esposas no les eran removidas de las muñecas hasta que los prisioneros llegaban a la penitenciaria de Hermosillo, Estado de Sonora.
Fueron deportados porque eran refugiados políticos, a pesar de su calidad de personas pacíficas y respetables. La ley no permitía, en ninguna circunstancia, la deportación después que el inmigrante hubiera residido en los Estados Unidos por más de tres años; no obstante, varios de los deportados habían vivido en el país más allá de ese plazo. Lázaro Puente, director de un periódico en Douglas, afirmó residir en los Estados Unidos, de manera continua, desde hacía 13 años.
El gobierno mexicano no encontró otro delito contra estos hombres sino el de ser miembros del Partido Liberal.
Caso de L. Gutiérrez de Lara
Había residido más de tres años en los Estados Unidos, se quería la vida de De Lara porque acompañó al autor del libro a México, y lo ayudó a conseguir el material para revelar la situación mexicana.
Ofrecieron dinero a varios amigos de De Lara a cambio de información para capturarlo.
Encarcelado el 27 de septiembre de 1907, por instrucciones telegráficas del procurador general Bonaparte. Se le acusó de robo cometido en cierto día de cierto mes de 1906, en cierto Estado de la República Mexicana, y se procuraba su extradición a México sobre la base de tan terrible culpa.
Fue demandado por un supuesto delito que había sido cometido en el Estado de Sonora y por haber robado leña en el Estado de Sonora el 13 de agosto de 1903.
Por inconsistencias en la última demanda, De Lara fue puesto en libertad después de haber perdido 104 días de su vida en una prisión norteamericana.
Caso de Manuel Sarabia
Segundo orador de la junta liberal; fue perseguido de un sitio a otro por los policías secretos de Díaz, hasta que por último se estableció en Douglas, Arizona, donde se dedicó tranquilamente a trabajar en su oficio de impresor.
El 30 de junio de 1907, Antonio Maza, cónsul mexicano en Douglas, se encontró con Sarabia en la calle y lo reconoció. Esa tarde, el policía de los Estados Unidos, Sam Hayhurst, detuvo a Sarabia a boca de pistola, sin orden de detención, y lo llevó a la cárcel municipal. Después lo entregaron al coronel Kosterlitzsky, oficial de rurales mexicanos. Le dijeron que iban a fusilarlo en el camino, pero cuando era metido a la fuerza en un automóvil, a gritos dijo su nombre y denunció que lo secuestraban, alguien escuchó sus gritos y esparció la noticia del hecho.
Aun así, el cónsul Maza tuvo la audacia de tratar de ahogar en silencio el asunto yp or determinados medios pudo hacer callar a la cadena de periódicos de Arizona, propiedad de George H. Kelly.
Sarabia logró evitar la extradición y fue conducido a Arizona antes que los otros liberales; allí fue puesto en libertad bajo fianza y poco después se casó con Elizabeth D. Trowbridge, señorita de Boston; perteneciente a una antigua y rica familia. Como la salud de Sarabia estaba quebrantada por el largo cautiverio, se convenció de que debía pagar la caución y huir con su esposa hacia Europa, en el supuesto de que, si era sometido a juicio, sería encarcelado a pesar de la falta de pruebas en su contra. Desde entonces se ha dedicó en Europa a escribir artículos para varios periódicos ingleses, franceses, españoles y belgas, sobre los movimientos democráticos de México.
Caso de Ricardo Flores Magón, presidente del Partido Liberal
Estuvo en Estados Unidos durante seis años y medio y casi todo este tiempo lo dedicó a tratar de escapar a la muerte en el otro lado del río Bravo, y más de la mitad de su vida, la pasó en prisiones norteamericanas, sin otro motivo que el de oponerse a Díaz y a su sistema de esclavitud y despotismo.
Flores Magón y un pequeño grupo de acompañantes, entre ellos su hermano Enrique y los Sarabia, cruzó el río Bravo en enero de 1904; poco después fundó en San Antonio, Tex., su periódico Regeneración; éste sólo tenía unas pocas semanas de publicarse cuando un mexicano, un supuesto mercenario del gobierno de Díaz, llegó a la oficina y con un puñal trató de matar al dirigente liberal. Enrique Flores Magón se lanzó sobre el individuo, y aún forcejaba con él cuando cuatro detectives municipales entraron y lo aprehendieron. Al día siguiente se impuso a Enrique Flores Magón una multa de $30
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