TASA DE INTERÉS EN LOS CLÁSICOS Y EN KEYNES
Enviado por clarosjheny22 • 23 de Noviembre de 2016 • Trabajo • 1.578 Palabras (7 Páginas) • 350 Visitas
TASA DE INTERES EN LOS CLASICOS Y EN KEYNES
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La tasa de interés es una de las variables más enigmática de la teoría económica, por tanto Keynes entra en un debate con los clásicos para tratar de mostrar cual es la esencia del interés y para darle una explicación diferente a la que plantean los economistas clásicos. En los economistas clásicos la idea de la tasa de interés está en consonancia con la idea central de su teoría, donde todo está determinado en términos de oferta y demanda y por tanto todos los bienes y servicios se caracterizan por tener un precio y ese precio es el resultado de esa interacción y entonces la tasa de interés no es la excepción, puesto que en el fondo la tasa de interés está en función de la oferta y demanda de ahorro. Debido a lo anterior se entiende que la inversión depende del nivel de ahorro y por tanto se debería estimular el ahorro y así incentivar la inversión. “Los economistas clásicos argumentan que el ahorro (S) y la inversión (I) de una Economía de mercado están determinados principalmente por la tasa de interés (r). A su vez, es esta última variable el mecanismo que garantiza que en dichas economías ese ahorro y esa inversión sean iguales de manera automática. Puesto que la tasa de interés permite a las personas comparar valores presentes con valores futuros, el ahorro depende directa y principalmente del comportamiento de dicha variable. La inversión depende de manera inversa de la tasa de interés, porque a medida que esta sube desestimula las iniciativas de inversión al reducirse el número de proyectos rentables desde el punto de vista financiero. De ello resulta que la demanda de fondos disponibles de préstamo para realizar inversiones esta inversamente relacionada con la tasa de interés” (eumed.net, 2007).
Los clásicos suponen que lo que no se gasta hoy se gastara en el futuro necesariamente, porque de lo contrario no se cumpliría la ley de Say, la cual hace referencia a que “toda oferta genera su propia demanda”, pues de no ser así habría un desbalance entre oferta y demanda.
La oferta de ahorro debe tener una recompensa que es la tasa de interés, y se demanda para invertir, pero la inversión significa siempre esperar un tiempo antes de obtener ganancia y por ese motivo los empresarios reclaman una tasa de interés. Es decir la tasa de interés se justifica porque hay un aplazamiento de consumo, ya que éste se va a realizar para completar la ley de Say, y por el otro lado desde el punto de vista de la inversión hay un aplazamiento de los ingresos. Esto se reduce a una teoría del aplazamiento temporal
En el caso de Keynes, él interpreta la tasa de interés de otra manera, dice que es la recompensa por privarse de liquidez (tener dinero en efectivo). Aquí se marca una ruptura ya que no es determinada la tasa de interés en el planteamiento Keynesiano por la interacción de dos curvas como lo son la oferta y la demanda, es determinada unilateralmente por una variable económica denominada liquidez. El efectivo en términos de liquidez no tiene comparación, pero hoy en día las transacciones en efectivo en gran cuantía no son muy usuales, la tendencia hacia el futuro es hacia la desaparición del efectivo, debido a que la tecnología ha avanzado mucho y los mercados financieros a través de ella han facilitado las transacciones por internet, el dinero plástico se hace cada vez más común.
La tasa de interés depende indirectamente de la Propensión marginal a consumir, ya que ésta determina el consumo y determina la forma en que se desea tener un poder adquisitivo de consumo futuro y depende directamente de lo que Keynes denomina preferencia por liquidez, él entiende esta preferencia como el volumen de recursos en unidades de salario que se desea conservar en dinero, aquí aparece de nuevo la idea del efectivo, el cual es para Keynes una forma concreta de poder adquisitivo. Todavía hay mercados en los que no se puede imaginar hacer transacciones sin efectivo, por ejemplo las galerías, o tiendas pequeñas, es deseable por el poder adquisitivo, aunque el efectivo se desvaloriza con el paso del tiempo. Otro punto importante es la cantidad de dinero, pues la demanda de dinero depende de la tasa de interés. Según Keynes se demanda dinero por motivo transacción (se refiere a que las personas demandan dinero para realizar sus compras diarias y necesarias), precaución (los individuos desean mantener una cantidad de dinero en efectivo para hacer frente a imprevistos) y especulación (el dinero es un activo más que ofrece algunas ventajas frente a otros activos alternativos más rentables como los bonos del estado, pero también más fácilmente controlables por las autoridades tributarias. La demanda especulativa de dinero será mayor cuanto menor es el tipo de interés y mayor es la riqueza total del individuo).
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