Ensayo sobre Sarah Bernhardt
Enviado por lauraegomezc • 1 de Abril de 2021 • Ensayo • 1.408 Palabras (6 Páginas) • 108 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LAS ARTES
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El Rostro del Actor en la Historia I
SARAH BERNHARDT
“Hay cinco clases de actrices: las malas, las regulares, las buenas, las grandes y Sarah Bernhardt”.
Mark Twain
Facilitador(a): Autor(a):
Lcda. Milfred Miralles Laura Gómez
C.I. 20.993.482
24 de marzo 2021
Primeros años
Sarah Bernhardt nació el 23 de octubre de 1844 bajo el nombre de Henriette Rosine Bernhard, hija de Julie Bernard, una joven cortesana de origen neerlandés. Todas las hijas de Julie fueron de padres distintos y desconocidos, aunque se cree que el padre de Sarah era el Duque de Morny. Pasó parte de sus primeros años en el colegio conventual Grandchamp. Allí participó en su primera obra teatral, Tobías recupera la vista, escrita por una de las monjas.
Vida artística
Gracias al Duque de Morny, Sarah logró inscribirse en el Conservatorio de música y declamación y finalizados sus estudios, entró en la Comédie-Française donde debutó el 11 de agosto de 1862 con la obra Ifigenia, de Jean Racine. Su fuerte carácter le atrajo problemas, lo que provocó que abandonara la Comédie. Sin oficio y habiendo fracasado momentáneamente en el mundo del teatro, se convirtió en cortesana. Gracias a este ejercicio acumuló una pequeña fortuna con la que adquiere el teatro del Odeón.
La fama le llegó repentinamente en 1869 con Le Passant, de François Coppée donde, además, hizo por primera vez en esta obra un papel masculino, el del trovador Zanetto. Regresó a la Comédie-Française, en 1874, allí afianzó su repertorio y sus múltiples registros como actriz, empezando por representar a Fedra de Racine. En 1893 Sarah fue ascendida como Socio Pleno de la Comédie-Française.
En 1879 realizó su primera salida de Francia, concretamente a Inglaterra. Tras su espectacular éxito decidió hacer su primera gira americana. Sus giras le llevaron a recorrer casi todo el mundo y actuó no solo en grandes teatros, sino también en teatros de ínfima categoría. Amasó una gran fortuna, por lo que invertía su dinero arrendando teatros como el teatro Porte-Saint-Martin, el Théatre de la Renaissance y el Theâtre des Nations. Bernhardt no dudaba en apoyar el teatro de vanguardia, así que estrenaba obras de nuevos autores que rompían con el teatro tradicional.
Servicio a la patria
En 1870 con el estallido de la guerra franco-prusiana, el Teatro Odeón se convirtió en hospital improvisado de heridos y enfermos donde Sarah colaboró como enfermera, ofreciendo cuidados, consuelo y entretenimiento a los soldados heridos. En 1871 el improvisado hospital tuvo que ser cerrado por problemas de salubridad. Muchos años más tarde ya empezada la Primera Guerra Mundial, la actriz decidió hacer una gira tras las trincheras francesas haciendo actuaciones para animar a las tropas.
Otras ramas del arte
Probó suerte también con el recién nacido cine. Rodó varios proyectos pero fue en 1913 que filmó Jeanne Doré, dirigida por Tristan Bernard, donde se puede observar mejor su arte interpretativo. También se interesó por la escultura y la pintura, llegando a exponer varias veces en el Salón de París entre los años 1874 y 1896. Recibió distintos premios y menciones honoríficas en ambas disciplinas. Escribió también tres libros.
Últimos años
En 1915 la rodilla derecha, que se había fracturado de niña, había llegado a provocarle dolores insoportables, hasta que no hubo otro remedio que amputar en febrero de 1915. Aun con la pierna amputada, Sarah Bernhardt siguió actuando. Su salud fue empeorando hasta que el 23 de marzo de 1923, falleció en brazos de su hijo Maurice. Más de cien mil personas acudieron a su funeral para despedirse de la que ha sido recordada como la actriz que supo renovar y ennoblecer el arte dramático.
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