Estructura Social y Sociología General

Trabajo de Capítulo 8

  Marta Ruiz López

  Estructura Social y Sociología General

  Grupo DP

A continuación, pasaremos a establecer una relación entre las  películas visualizadas:

El Inolvidable Simon Birch, The Elephant Man y El Final de la Violencia.

y el capítulo que hemos tratado sobre:

“El desarrollo”.

A lo largo del capítulo 8 se han ido tratando temas de especial relevancia y que a pesar de no mantener una relación especialmente clara con los largometrajes, por lo menos a mi modo de entenderlo, considero que merecen una mención especial a la hora de proceder a mi análisis.

        No podemos dejar de hablar del concepto de concepción lineal del desarrollo, que considera que el peso de una situación de menos a más desarrollo es un camino único. Sin embargo, ¿qué entendemos por desarrollo? ¿y por crecimiento?.

Crecimiento queda definido como el incremento porcentual del PIB medido en tantos por cien; por otro lado, desarrollo se define como un tipo de variable social de tipo cualitativo medida con indicadores de creación propia puesto que no existe una medida objetiva y universal para este concepto resulta de especial relevancia, aunque bien es cierto que la forma de medida más habitual que encontramos es por defecto, al igual que sucede con la salud.

No confundir ambos términos pues son indispensables para proponer políticas y actitudes de mejoramiento social.

Con la aparición de la noción de los rendimientos decrecientes, posterior modelo de crecimiento neoclásico, se sostuvo la posibilidad de un crecimiento continuado  promovido por una continua innovación tecnológica.

Un buen ejemplo de este crecimiento en lo que a tecnologías se refiere, podría ser el sistema de observación utilizado en El Final de la Violencia en la que el Observatorio Griffith Park, mediante el cual se permitía un análisis de las actuaciones humanas con el pretexto de acabar con la violencia existente en la sociedad.

        Al margen de esto, podemos decir que la evolución social suele, que no siempre, venir acompañada de conflicto y cambios bruscos. A veces, estos conflictos se han visto precedidos de grandes disfuncionalidades sociales, disfuncionalidades que han afectados a grupos sociales específicos que se han visto víctimas de una cierta marginación. Esta exclusión a la que tantos sectores se ven sometidos está fielmente plasmada en los personajes de John Merrick y Simon Birch en las obras The Elephant Man y El Inolvidable Simon Birch, los cuales son excluidos por la gran masa social a causa de sus enfermedades, las cuales les reportan grandes desgracias, principalmente en el caso del hombre elefante.

En mi opinión, la desdicha se afianza más a la vida de John, no por tener un trastorno peor o visualmente más desagradable, sino por no aferrarse a una meta tal y como hacía Simon, quien en todo momento afirma que es instrumento de Dios y que Él le ha traído al mundo para cumplir una misión.

Sin duda es ese espíritu de búsqueda y esperanza es el que le falta al Sr. Merrick para no sentirse tan desprotegido y consecuentemente desgraciado.

Podemos decir, que la problemática inherente al estudio del desarrollo en el marco de un entendimiento cada vez más global de la economía y la geopolítica ha dado un nuevo vigor al debate sobre las necesidades básicas.

Sabemos que las necesidades no se eligen, éstas son universales a todos los seres humanos.

Así mismo, hemos de recalcar que las necesidades materiales han de procurarse en el mínimo necesario y las no materiales en el máximo posible.

Es posible ver en la figura del hombre elefante la falta de ciertas necesidades tanto de tipo material como inmateriales, necesidades básicas que deben encontrarse en la vida de cualquier persona y que The Elephant Man, nos muestra que no es de este modo. En primer lugar, queda latente la ausencia de una sustentación digna, pues su “dueño” le alimenta de forma austera tratándole como un animal, por otro lado, no observamos en su persona la libertad, lo que queda latente desde el momento en que vemos que a John se le tiene encerrado en una jaula, de igual modo la seguridad e identidad le son arrebatadas convirtiéndole en un ser prácticamente asocial tratado de una forma inhumana.

De igual modo, aunque de una manera más sutil, el personaje de Simon Birch sufre ciertas inseguridades en su persona causadas por su aspecto y condición física que le abocan a un desprecio de sus progenitores que llegan a no encargarse de su sustento actuando de una forma totalmente inesperada según el concepto racional que se tiene de lo que es ser padre/madre.

En definitiva, podemos decir que las necesidades básicas del ser humano, quedan en algunos de los escenarios de las obras visualizadas ninguneados dadas las vejaciones sufridas por ciertos personajes, que adquieren un papel especialmente relevante en el sentido de defensa de los valores intrínsecamente unidos a los humanos por su simple condición de ser personas, y el origen de este fenómeno suele ser el individualismo imperante en las sociedades en las que predomina una visión egoísta, independiente al dolor ajeno que se pueda causar que me hacen sentir pena de en lo que se ha acabado convirtiendo la condición humana.

EL INOLVIDABLE SIMON BIRCH

1. Señalar y comentar qué aspecto novedoso me aporta la película sobre la comprensión de la realidad social.

        Esta película, sencilla, pero no por ello menos deliciosa, es un claro ejemplo del valor que tienen esos héroes cotidianos, olvidados en algunas ocasiones y marginados en otras, héroes como el pequeño Simon Birch. 
Una historia, hasta cierto punto impredecible, que no compleja, aderezada con ciertos toques de humor, inesperada, sorprendente, y, sobre todo, emocionante, muy emocionante.

Sin embargo, trataré de empezar por el principio, Simon y Joe son dos jóvenes que habitan una pequeña localidad cuyos residentes parecen ser conservadores, destacados por una moral burguesa en la que en ciertos momentos escrúpulo y virtud se desdibujan en prejuicio e ignorancia. Sin duda personas que aumentan las barreras aunque disfrazándolas de falsos respetos o de amabilidad.

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