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John Carpenter


Enviado por   •  17 de Septiembre de 2018  •  Monografía  •  3.918 Palabras (16 Páginas)  •  269 Visitas

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JOHN CARPENTER

Nacido en una localidad de Nueva York en 1948, aunque vivió más en una ciudad de Kentucky, John Carpenter es uno de los directores más importantes del terror moderno. Su cine oscila entre el cine de acción, la ciencia ficción y el terror, influido especialmente por Howard Hawks y Alfred Hitchcock. Su influencia se extiende sobre todo en el cine de terror, considerado como uno de los directores que más terminó por definir el terror moderno a finales de los 70, por el tono cotidiano que caracteriza a este cine en contraposición con el terror clásico. Así pues, Carpenter construye una estética sobria en la que, sin embargo, integra a la perfección los elementos terroríficos, como si el terror pudiera surgir en cualquier escenario. Sus movimientos de cámara son muy precisos y sus encuadres muy logrados, dominando la acción dramática con enorme solvencia, implementando a sus films de un ritmo narrativo muy consistente, sabiendo imprimir una buena carga de tensión gracias a una brillante planificación. La cotidianidad extraña, al estilo de Hitchcock, se torna en el cine de Carpenter en situaciones de horror, por ello recurre habitualmente a la ambientación nocturna u oscura según avanza la trama, aunque sabe inquietar también a plena luz del día. El cine de terror de Carpenter se caracteriza por lo claustrofóbico, incluso cuando se desarrolla en lugares amplios como en los pueblos de Halloween (1978) y La niebla (1980) o incluso la ciudad de 1997: Rescate en Nueva York (1981), los personajes terminan aislados en lugares acotados, siendo un gran creador de atmósferas asfixiantes. Es en el terror psicológico donde Carpenter alcanza sus mayores cotas de efectividad, género que normalmente introduce a medias en sus films y es que Carpenter ha ido a contracorriente de la moda del terror efectista que lleva implantado desde los 80.

Carpenter presenta en sus films un mal abstracto, pero, en definitiva, un mal que procede del propio ser humano, así pues, de una u otra manera, son personas las que matan en sus films, aunque estén poseídos, sean zombies o fantasmas, lo que forma parte del discurso del realizador que esconde una crítica social, la cual suele llevar a cabo simbolizando en un grupo de personas al conjunto de la sociedad y cuestionando la imposición de la autoridad. Hace utilización también de simbología religiosa, pero transgrediendo el tópico del bien como el orden y la religión establecida y el mal como lo ajeno. Cabe señalar que Carpenter tiene conocimientos musicales por la enseñanza de su padre, musicalizando la mayoría de sus films, lo que también supuso una aportación vanguardista al género de terror, así pues, no sólo integra el rock en la música de terror como hacían los italianos Goblin (una de sus mayores influencias a la hora de componer), sino que experimenta con la música sintética (años después, en su evolución natural, influyéndose de música electrónica más moderna), utilizando teclados y sintetizadores, compactando perfectamente música e imagen, fundamental en la creación de atmósferas. Puede decirse que con Halloween (1978) hizo la que sería la banda sonora más influyente para las películas de terror de los 80. En los 70 formó parte de la banda de rock The Coupe de Villes junto a los directores Tommy Lee Wallace y Nick Castle. Fue co-guionista, editor, compositor de la banda sonora y director de segunda unidad de El cortometraje ganador de un Oscar The Resurrection of Broncho Billy (James R. Rokos, 1970), un homenaje al western, uno de los géneros preferidos de Carpenter y que, al pasarse de moda, como tantos otros directores lo realizó de manera encubierta en cine de acción. Otro proyecto de cortometraje, empezado en la universidad, terminó siendo su primera película, se trata de Estrella oscura (1974), contando con su compañero y amigo Dan O’Bannon como guionista, el cual sería luego guionista de Alien (Ridley Scott, 1979), film influido por el cine de Carpenter -de Halloween (1978) especialmente- y del que éste a su vez se influiría -para su film La cosa (1982)-.

Pero el film con el que terminó por definirse fue Asalto a la comisaría del distrito 13 (1976), su homenaje al cine de Howard Hawks, realizado ya en plena decadencia del western, por lo que al igual que directores como John Boorman -A quemarropa (Point Blank, 1967)-, Don Siegel -Harry el sucio (1971)-, Gordon Parks -Shaft (1971)- y Walter Hill -The warriors (1979)-, realizaría westerns camuflados en películas de acción. En este film la productora Debra Hill fue la scrypt supervisora, iniciando una relación sentimental que mantuvieron un tiempo y el principio de sus colaboraciones creativas. Realizó el guión de Los ojos de Laura Mars (Irvin Kershner, 1978) como homenaje al cine de Dario Argento y al giallo pero la productora prefirió escoger a un director más reputado, luego realizó ¡Halloween (1978), influida por Hitchcock y Argento, por Psicosis (1960) y el giallo, convirtiéndose en un gran éxito. Sin duda es una de las películas más influyentes para el cine de terror de los 80, lo que hace una fácil idea de la importancia de Carpenter en la evolución del terror moderno. El éxito de este film le permitió rodar durante unos años unas estupendas películas de género, aunque antes hizo para la televisión Alguien me está espiando (1978), su homenaje al thriller hitchcockniano y primera película con Adrienne Barbeau con la que estuvo casado unos años, y Elvis (1979), biografía del popular rockero y su primera colaboración con Kurt Russell, su actor fetiche. Pero la película que pudo hacer con bastantes medios por el mencionado éxito de Halloween (1978) fue La niebla (1980), en donde realiza su singular visión de La noche de los muertos vivientes (George Romero, 1968). Su rodaje acarreó muchos problemas, por lo que tuvo que repetirse, pero Carpenter consiguió llevar a buen puerto una de las películas más representativas en la idiosincrasia de su cine de terror, es decir, claustrofóbico, atmosférico, inquietante y psicológico. Entonces, el director decide hacer un género en el que aún no había podido lucirse con Estrella oscura (1974), el de la ciencia ficción con 1997: Rescate en Nueva York (1981), con la que Carpenter muestra su perfil iconoclasta en una mordaz crítica a la autoridad. Si Carpenter hizo una buena aportación al cine de acción con Asalto a la comisaría del distrito 13 (1976) y revolucionó el cine de terror con Halloween (1978), en este caso renueva la ciencia ficción distópica, iniciando una corriente de películas de ciencia ficción carcelaria, además de volver a ser otra aportación importante al cine de acción.

Desde Halloween (1978) el cineasta mantiene el éxito en todas sus películas, lo que le llevaría a contar con un presupuesto más holgado en La cosa (1982), llevando

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