Película "Todos los caminos llevan a casa"

“Un niño comparte con el anciano un estado de vulnerabilidad frente al adulto ensimismado. Uno por inexperiencia y el otro por imposibilidad física, ambos son seres aislados del agitado y conflictivo mundo adulto.”  (Arteaga, 2013)

Todos los caminos llevan a casa (Jibeuro, 2002), de la directora Lee Jeong-Hyang, es la historia de Sang Woo, su abuela y cómo sin buscarlo, ambos encontraron un lugar para el amor, la compasión y la compañía.

Sang Woo es un niño de 7 años solitario, intolerante y algo violento, que vive con su madre en Seúl, Corea del Sur. La madre, desesperada por sus problemas económicos y la competencia laboral de la ciudad, decide enviar a su hijo a la casa de la abuela, en una aislada comunidad agrícola, ‘mientras las cosas se estabilizan’. De esta manera, la abuela y su nieto por primera vez, tienen la oportunidad de compartir tiempo; sin embargo, la diferencia entre mundos los obliga a tener una enriquecedora convivencia.

El personaje de Sang Woo, expone como los niños se ven afectados cuando nacen bajo la cultura del consumismo, son criados en las imposibilidades de trabajo, la ruptura o el abandono familiar, y la educación programada. Todo estos problemas de la posmodernidad son comparados con la educación de la abuela, quien a pesar de vivir en una pequeña comunidad aprendió de los valores tradicionales. La directora Lee Jeong-Hyang a simple vista describe al pequeño Sang como un niño caprichoso que, en sus intentos de rebeldía trata de expresar un sentimiento de abandono. No obstante, al entender ese sentimiento, logras comprender sus deseos de cariño y atención.

La abuela, una mujer sordomuda, de edad muy avanzada, es un personaje que emana paciencia, compasión, solidaridad y amor. Estas características se ven reflejadas al no reaccionar de una forma violenta ante las groserías de su nieto, así como el amor que ofrece a sus vecinos y amigos son sólo comparables con la bella educación de un pueblo inocente que no conoce el egoísmo, avaricia y apatía. Gracias a la abuela, Sang Woo aprendió que es el amor, compasión, cariño, atención y compañía, a través de acciones. Y que basta voluntad para comunicarse con alguien.

“Todos los caminos llevan a casa” es una crítica al mundo del adulto posmoderno, al que la abuela y su nieto no pertenecen, pero desgraciadamente, sin que lo sepan se ven afectados. Es el mundo de las prisas, la apatía, el egoísmo y la soledad. Pero la película no solo busca una crítica, sino que, de la misma manera, nos enseña una buena solución a los problemas de este mundo a través de las lecciones de la abuela de Sang Woo, quien lejos de juzgarlo o maltratarlo por su mal comportamiento, le demuestra que los buenos cimientos de una educación a base de valores bastan para expresarle todo el cariño que el pequeño necesita para comenzar a reafirmar sus propios cimientos.

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