Poema, una noche con una demonio
Enviado por beato01 • 7 de Noviembre de 2015 • Resumen • 823 Palabras (4 Páginas) • 204 Visitas
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Hace unos meses mi abuela vino a vivir a la casa de mis padres, ella no se puede parar de la cama, es decir, tiene las piernas muy duras y no las puede flexionar.
Una tarde decidí estar con ella y pasar el rato para hacerle compañía, entre tanto charlar cosas que no tenían importancia llego la noche y decidí irme a mi habitación.
“no puedes irte” me dijo. La miro y veo en su rostro una sonrisa que no parecía de alegría si no que esta estaba cargada de maldad.
“tengo sueño y ya es tarde” respondí. Pero al intentar pasar la puerta de la habitación una fuerza extraña me lo impedía y retorne a ver a mi abuela, ella estaba riendo a forma de burla.
Respire profundo y volví a sentarme en donde estaba, empecé a mirar por toda la habitación y a leer papeles en el piso, me pare a mirar bajo la cama, encontré un papel que indicaba que mi abuela había muerto hace 2 años.
Me puse de pie frente a mi abuela y le pedí explicación, ella me miro y me dijo “es verdad, ella murió”. Aun con todas las dudas en mi cabeza y con ganas de respuesta pregunte “entonces ¿quién eres tú?”
“soy simplemente una demonio que está obsesionada contigo y ahora no te quiero dejar escapar”, me respondió.
Me llene de ira al escuchar aquello, tenía prueba en mis manos de que no era mi abuela, me subí en el cuerpo de la anciana, y la puse en forma de boca abajo y le exigía que saliera de aquel cuerpo y me dejara en paz.
La vieja aquella giro la cabeza 160 grados mirándome fijo a los ojos y me decía repetidamente “aun no acabo contigo”, esas palabras resonaban como eco en mi cabeza.
“¿qué es lo que quieres de mí?”, pregunte.
“volverte loco pero loco por mí”.
Ahora todo me parecía confuso, sentí que me iba a desmallar me pare tan pronto como pudo y me senté nuevamente en donde estaba, me quede dormido.
Horas después al despertar, el cuerpo de mi abuela no estaba, en su lugar había una muñeca sentada en la cama.
“como puedo hacer para que desaparezcas y me dejes en paz?” hice esa pregunta.
“solo yo puedo romper el hechizo”, responde.
“dime que debo hacer para que lo rompas?” pregunte de forma directa.
“hazme sentir “
Al escuchar esas palabras la rabia me volvió a consumir y tome la muñeca y la lance con fuerza a la pared. Cuando la muñeca impacto la pared esta soltó un grito de dolor, entendí que aquel trozo de juguete puede sentir y sufrir.
Recogí la muñeca y vi miedo en su rostro, pero sin piedad comencé a golpearla contra el piso y seguía sin importar las veces que ella gritaba “ya no más que en verdad me duele”.
La muñeca se logró zafar de mis mano y al caer al piso este se comenzó a llenar de agua, ella me dijo “no te hare daño, pero me has herido” con lágrimas en sus ojos.
En ese momento me sentí como un monstro por lo que hice pero recordé quien era ella y por qué estoy ahí.
La saque del agua, y tome un cuchillo que estaba en la mesita de noche de la habitación y comencé a desmembrar el juguete, ella gritaba fuerte y pude escuchar como entre palabras dijo que iba a deshacer el hechizo y la solté.
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