Santos y pecadores - Análisis

El capitulo número cuatro de la serie “santos y pecadores: televisión por la justicia”, transcurre en el año 2001, momento en el cuál nuestro país transitaba una de las peores crisis económicas.

La historia se centra en la vida de Gabo Moreno, un reconocido artista, que sufre una enfermedad y necesita urgente un transplante de riñón. Por eso, su hija Candela, decide viajar a Buenos Aires para que su padre viaje con ella a España, al fin de realizar la operación mencionada. Sin embargo cuando ella se dirige al banco, con el objetivo de retirar los ahorros de su padre, se ve impedida de hacerlo como consecuencia de una medida económica impuesta por el gobierno, denominada corralito, que consiste en la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de  plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros . Por esta situación, decide recurrir a su primo, que es abogado para poder iniciar las acciones correspondientes ante la justicia.

En este episodio se ven reflejadas dos realidades, una de ellas es la necesidad y desesperación de un pueblo ante la incertidumbre económica, mientras que la otra muestra como la justicia de forma burocrática no resuelve el problema a tiempo, ya que la causa que se encontraba a cargo de la jueza González Conde en una primera oportunidad no prospera atento a que se rechaza el recurso de amparo y la cautelar, presentadas por el sobrino de Gabo Moreno. A pesar de esta situación, Candela sigue luchando para poder conseguir el dinero.

Finalmente, logra que el juzgado le otorgue la autorización para retirar el 100% de los ahorros, pero ya era demasiado tarde, porque la enfermedad de su padre estaba muy avanzada y fallece antes de poder iniciar el tratamiento correspondiente.

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