Ética y liderazgo empresarial

Ética y liderazgo empresarial

La lectura “Ética y liderazgo empresarial: una complementariedad necesaria”

escrita por Ginés Santiago y Marco Perles explora la relación entre la ética y el liderazgo empresarial dentro de la sociedad postindustrial del siglo XXI. A través de distintas definiciones de la palabra liderazgo, los autores tratan de responder a la pregunta ¿por qué la ética es importante en el liderazgo empresarial? Para comenzar, el escrito sostiene que el liderazgo está compuesto por dos dimensiones: una técnica y otra ética. La dimensión técnica, se relaciona con la efectividad del trabajo del líder, mientras que la otra, se asocia con su aspecto moral. Es decir, ¿es un buen líder aquel que es eficiente, pero actúa de manera inmoral? Aunque en el pasado las cuestiones pertenecientes a la categoría moral del líder habían quedado rezagadas, en la lectura se examinan los puntos de coincidencia entre ambas dimensiones y su relevancia en el mundo empresarial actual.

        Existen varios modelos de liderazgo, la clasificación de los distintos tipos de líderes en el pasado nos ayuda a analizar las implicaciones éticas en cada uno de los modelos. A principios de siglo XX la teoría del “Gran Hombre” defendía la postura de que los líderes nacen y no se hacen, por lo tanto, son sus rasgos de la personalidad y no sus valores lo que lleva un líder a la grandeza. El liderazgo carismático es definido en la lectura como la relación emocional entre los líderes y sus seguidores. Sin embargo, este modelo argumenta que este tipo de líder suele ser recordado más bien por su buen nombre que por sus contribuciones tangibles a la empresa. Por otro lado, cuando el liderazgo se centra en la naturaleza de la tarea o el ambiente externo, se le clasifica como situacional. Aunque este modelo no abunda mucho sobre la ética se sobreentiende que en algunas situaciones una persona con fuertes valores morales se distingue como líder situacional.

        El liderazgo relacional está centrado en la relación entre líderes y seguidores. Estas se rigen por relaciones de influencia y/o de intercambio y las motivaciones por las cuales se establecen vínculos entre el líder y sus seguidores. La teoría de Pérez-López clasifica las motivaciones en tres categorías: extrínsecas, intrínsecas o trascendentales. Estas “tres clases de motivaciones determinan el comportamiento de los individuos y reflejan su intención de cooperar – o no – con la organización”. Tres aspectos de la empresa relacionados a estos motivos son: eficacia, el cual se asocia con la dimensión económica,  atractividad, que se relaciona con la dimensión psicológica y la unidad que esta directamente vinculada con la dimensión ética. Es decir, la motivación trascendental es la que lleva a un seguidor a relacionarse con un líder con el fin de lograr un bien mayor, tanto para la empresa como la sociedad.

        Por último, la lectura analiza las características del líder servidor. Este tipo de liderazgo se asemeja a las características mesiánicas descritas en textos religiosos. Algunos de los rasgos que posee el líder servidor son: capacidad de escucha, dotes de empatía, habilidades terapéuticas, autorreflexión, dotes de persuasión, capacidad de conceptualización, dotes de previsión, stewardship, compromiso de crecimiento de las personas y compromiso a la hora de construir comunidad. Según la lectura, algunos autores como Giampetro-Meyer et al. ven este tipo de liderazgo como el “más prometedor para la implantación de una cultura corporativa respetuosa con la ética”. Algunos detractores de este tipo de liderazgo argumentan que este tipo de líderes podría poner en riesgo las aptitudes financieras de las empresas ya que no son considerados eficientes por sus rasgos dóciles o pasivos.

...