ANÁLISIS CASO ENRON
Enviado por NahumDV-IP • 18 de Junio de 2021 • Ensayo • 2.371 Palabras (10 Páginas) • 163 Visitas
ENSAYO
ANÁLISIS CASO ENRON
El caso de la empresa ENRON, quedara en la memoria como la mayor bancarrota, y al mismo tiempo como el mayor fraude corporativo de la historia de los Estados Unidos.
ENRON fue una de las empresas de energía más importantes de los Estados Unidos, llegó a ser la séptima compañía más grande en ese país, en su máximo esplendor contó con más de 21,000 empleados alrededor del mundo, a mediados del año 2000, sus acciones valían un promedio de 90 dólares cada una, sin duda suponía ser un gran corporativo referente de su industria, era un lugar en el que todos querían trabajar e invertir.
La historia de este gigante de los energéticos en Estados Unidos se remonta hacia el año de 1985, cuando la compañía Houston Natural Gas y la empresa Inter North deciden fusionarse, con la firme idea de crear una empresa competitiva en el creciente mercado energético del país, y el personaje clave de esta fusión y de toda esta historia sería el Sr. Kenneth Lay.
Kenneth Lay era el presidente de Houston Natural Gas antes de su fusión con Inter North, quien contaba con notables habilidades en los negocios, que le habían permitido duplicar el tamaño de la empresa Houston Natural Gas, que pasó de ser una distribuidora local a convertirse en una empresa que operaba varios gasoductos en la zona de Florida y California; sin embargo, tal logro fue realizado a través de una estrategia de endeudamiento para la adquisición de otras compañías que desarrollaban sus operaciones en dichas zonas como la Florida Gas y la Transwestern Pipeline.
Casualmente el año en el que se llevó a cabo la fusión de estas dos empresas se creó ENRRON, y el Gobierno Estadounidense liberó completamente el mercado del gas.
Para la década de los 90´s la desregulación del mercado del gas provocó la pérdida de los derechos exclusivos que tenían algunas compañías como ENRON para operar los gasoductos que se les había asignado, por lo que sin estos privilegios la compañía se vio forzada a diversificar de manera innovadora sus operaciones para poder sobrevivir en este nuevo mercado.
Con este objetivo en mente, Kenneth Lay recurrió a la famosa firma de consultoría McKinsey & Company, a fin de que le ayudase a idear un plan estratégico para esta tarea, para lo cual la firma consultora asignó a el Sr. Jeffrey Skilling, el segundo personaje clave de esta historia.
Skilling, era conocido por ser un brillante asesor, obtuvo una de las mejores calificaciones en su paso por el MBA de Harvard, su gran visión para el sector energético y en este caso para ENRON había contemplado una idea que revolucionaría la industria energética de Estados Unidos, Skilling propuso la creación del “banco del gas”, en el que ENRON actuaría como intermediario, comprando gas a una cartera de productores y lo vendería a los consumidores. Con esta forma de operar se garantizaba tanto el suministro como el precio, cobrando una comisión por las transacciones ya que ENRON asumiría los riesgos asociados a los contratos, esta idea proponía una nueva idea de negocio para ENRON y toda una nueva línea de negocio para la industria, que veía el nacimiento de los derivados de energía, en decir, la creación de “contratos de futuros para el gas”, que sería un nuevo producto financiero que atraería inversionistas, especuladores y comisionistas.
Con este planteamiento de nuevo negocio, Kenneth Lay creo una división dentro de ENRON denominada Enron Finance Corp, de la cual el encargado sería Skilling.
ENRON rápidamente tomó el control de gran parte de este mercado mediante la operación de contratos en los que resultaba fácil pronosticar los precios futuros del mercado y asegurar de esta forma las utilidades, era un negocio que no tenía nada que perder.
Tras el éxito de este esquema de negocio, Skilling inició una campaña para la transformación de la cultura corporativa de ENRON, ahora la línea principal de negocio se había enfocado en el rubro de la comercialización y, por lo tanto, la característica de su fuerza laboral debía ser congruente con los nuevos objetivos, por lo que Skilling se dedicó a reclutar a los mejores profesionales del país, realizó convenios con las mejores escuelas de negocios para tener a los mejores estudiantes y también competía para tener al mejor talento de los grandes bancos de inversión, las ofertas laborales de ENRON estaban acompañadas de grandes recompensas.
Los nuevos operadores de los contratos eran “comerciantes de futuros” y no tenían topes en sus comisiones, detalle que promovía una intensa competencia laboral por la obtención de los mejores resultados y se empeñaban por generar grandes rendimientos, esto empezó a crear una mentalidad del “todo vale” en la cultura corporativa de la compañía, lo único que importaba era reportar números positivos en la operación.
Aunado a esto, Skilling también propondría para los registros contables un nuevo sistema, que se denominaba “Mark to Market” o “contabilidad creativa”, este sistema contable le permitía a las compañías que comercializaban con contratos de futuros valorar dichos activos, es decir, los contratos de futuros con precios estimados, esto a partir del hecho de que los precios de los contratos de futuros fluctúan con el tiempo, esta laguna para la valoración de activos daba una pauta para la manipulación de los reportes financieros con cifras acomodadas a conveniencia.
Para la entrada en vigor del nuevo sistema contable, ENRON con ayuda de la empresa de auditoria Arthur Andersen lograron convencer y tener un permiso para registrar la contabilidad bajo el esquema “Mark to Market” por parte de la entidad regulatoria, que en este caso era la Securities and Exchange Commission (SEC).
Con esta nuevo esquema de contabilidad de ENRON, se iniciaría una cadena de fraudes, la contabilidad Mark to Market permitía a sus directivos valorar la empresa a su antojo, pues tenía una gran diferencia con la contabilidad tradicional, donde solamente se pueden reportar ingresos que efectivamente eran recibidos, con el nuevo sistema, los flujos de efectivo futuros que aún no habían sido recibidos se podían registrar inmediatamente y a precios estimados, pero ¿quiénes los estimaban?, los directores de ENRON y de esta forma se podía manipular los ingresos de manera ficticia.
Bajo este esquema de contabilidad sólo se podían registrar los ingresos por una sola vez y ENRON necesitaba cada vez crear más negocios para contabilizar los ingresos ficticios de manera que empezaron a crear empresas y proyectos fantasma para cuadrar el balance con ingresos del mismo tipo.
Por la década de los 90´s la economía estadounidense se encontraba por uno de sus mejores momentos, el mercado avanzaba a la alza y las oportunidades de negocio eran muy buenos, Skilling pensó que el modelo de Banco de gas también podría ser replicado al mercado energético, Lay pensaba igual, pero existía un problema ya que este mercado se encontraba totalmente regulado por el Gobierno, obstáculo que los llevó a recorrer todo el país promoviendo la idea a los grandes dueños de empresas eléctricas y a todos los entes reguladores, esto con el propósito de impulsar una desregulación del mercado y materializar la idea de un Banco de energía.
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