Adam Smith
Enviado por jusco8513 • 19 de Marzo de 2015 • 2.667 Palabras (11 Páginas) • 200 Visitas
Adam Smith
(1723/06/05 - 1790/07/17)
Economista y filósofo británico.
Nació el 5 de junio de 1723 en Kirkcaldy, Escocia. A los catorce años entró en la Universidad de Glasgow. En 1740 ganó una beca para Oxford, pasando los años siguientes en el Balliol College. En 1748 fue profesor ayudante de Retórica y Literatura en Edimburgo. Conoce al filósofo escocés David Hume, del que fue amigo hasta la muerte de éste en 1776, y que influyó mucho sobre las teorías económicas y éticas de Smith. Fue catedrático de Lógica en 1751 y de Filosofía Moral en 1752 en la Universidad de Glasgow. Más tarde expuso sus enseñanzas en una de sus obras más conocidas, Teoría de los sentimientos morales (1759). En 1763 abandona la enseñanza universitaria para convertirse en tutor de Henry Scott, tercer duque de Buccleuch, con quien viaja durante 18 meses por Francia y Suiza. Durante el viaje conoció a los principales fisiócratas franceses, que defendían una doctrina económica y política basada en la primacía de la ley natural, la riqueza y el orden. De 1766 a 1776 residió en Kirkcaldy donde escribió la Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (1776), que es el punto de partida de la historia de la economía como ciencia independiente de la política. Se lo denominó el padre de la economía política.
Fue nombrado director de aduanas en Edimburgo en 1778, puesto que desempeñó hasta su muerte el 17 de julio de 1790.
2. Pensamiento
Teoría del valor
Adam Smith entendía que el trabajo era la calidad de medida exacta para cuantificar el valor. Para él, el valor era la cantidad de trabajo que uno podía recibir a cambio de su mercancía. Los bienes podían aumentar de valor, pero lo que siempre permanece invariable es el trabajo, o sea el desgaste de energía para producirlos, siendo entonces el trabajo el patrón definitivo e invariable del valor. Se trata de la teoría del valor comandado o adquirido. Aunque no era factor determinante de los precios, estos oscilaban hacia su precio de producción gracias al juego de la oferta y la demanda. Esto no quiere decir que todo bien producido necesariamente contiene trabajo, este trabajo es la fuerza de los hombres que han interactuado en el proceso de producción de dicho bien, o sea que en todo bien se vende la fuerza de trabajo (de cada hombre que interactuó en el proceso de producción), Pero Smith no logró explicar esto correctamente, según la teoría del valor del trabajo los conceptos de beneficio y renta, aparte, la venta de la fuerza humana no era percibida por un comprador común, por lo que se torna insostenible dicha teoría, esto lo lleva a desarrollar una segunda.
Teoría de los costos de producción en donde Smith afirma que el precio de toda mercancía está compuesto por los salarios, el beneficio y la renta y, entonces, que "los salarios, el beneficio y la renta son las tres fuentes originales de todo ingreso como de todo valor de cambio" (Riqueza de las Naciones, I.vi.17). Esta frase parece conducir a una interpretación de la teoría de Smith como una teoría de costos de producción. Los salarios, el beneficio y la renta serían la remuneración (el costo) de los tres factores de producción: trabajo, capital y tierra.
Los problemas que le surgieron a su teoría original en la que el valor de las mercancías estaba dado por la cantidad de trabajo incorporado en ellas son:
1. En el mercado no se puede saber cuánto trabajo incorporado tiene una mercancía.
2. Si el trabajo es la fuente de valor de las mercancías, el que cristalice el valor, el obrero debería ser el que se vea beneficiado de éste.
Riqueza
En 1776 publico su obra, un estudio de la creación de la riqueza. Este tema también preocupo a los mercantilistas y a los fisiócratas, pero, mientras que los primeros creyeron que la riqueza derivaba de una balanza comercial favorable y los segundos de la tierra, Smith sostuvo que la riqueza procedía del trabajo. Empezó con la celebrada descripción del trabajo que incrementa la riqueza debido a que aumenta la destreza de la fuerza de trabajo, ahorra tiempo, y permite el empleo de ingenios mecánicos. Los límites de la división del trabajo vienen determinados por el tamaño del mercado y del stock de capital. Una particularidad de la obra es el planteamiento de que, gracias a la apelación al egoísmo de los particulares se logra el bienestar general. Al respecto, Adam Smith afirmaba (1776).
El hombre necesita casi constantemente la ayuda de sus semejantes, y es inútil pensar que lo atenderían solamente por benevolencia (...) No es la benevolencia del carnicero o del panadero la que los lleva a procurarnos nuestra comida, sino el cuidado que prestan a sus intereses.
Esto es muchas veces interpretado de forma imprecisa, como que simplemente el egoísmo lleva al bienestar general. Sin embargo, pasajes tanto de esta obra como de los sentimientos morales dejan en claro que en un sistema económico el interés personal no es la única motivación, ya que si así fuera, toda negociación resultaría imposible. El ser humano es capaz también de comprender el interés personal de su compañero y de llegar a un intercambio mutuamente beneficioso. La empatía con el egoísmo del otro (en donde acentúa la siguiente frase: «dame lo que necesito y tendrás lo que deseas» y el reconocimiento de sus necesidades es la mejor forma de satisfacer las necesidades propias. Smith subraya que la mayor parte de estas necesidades humanas se satisfacen por intercambio y por compra.
El problema del crecimiento económico lo desarrolló en su famoso Libro IV, en el cual Smith adelantó la tesis de que la libertad dentro de una sociedad llevaría a la máxima riqueza posible. El argumento se basa en la teoría de los sentimientos morales, Debido a que la armonía social que exponía dependía, del delicado equilibrio de los motivos en conflicto del hombre. Se dice La búsqueda para satisfacer el propio interés beneficiaría a toda la sociedad y estará limitado por el propio interés en el prójimo. Los productores intentan obtener el máximo beneficio pero, para lograrlo, deben producir los bienes que desea la comunidad. A demás, deben producirlos en las cantidades adecuadas, de lo contrario, un exceso daría lugar a un beneficio y precio bajo, mientras que una oferta demasiado pequeña originaría un aumento del precio y finalmente un aumento de la oferta El delicado mecanismo de la " mano invisible " entraba en juego también en el mercado de los factores de producción, asegurando la armonía siempre que los factores buscaran las rentas máximas posibles. Se producirían los bienes adecuados a los precios adecuados y el conjunto de la comunidad obtendría la máxima riqueza
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