Analisis Externo Chile
Enviado por danidito • 17 de Noviembre de 2012 • 2.966 Palabras (12 Páginas) • 668 Visitas
POLÍTICA FISCAL
La orientación de la política fiscal de Chile, tiene por objetivos proveer bienes públicos, elevar el crecimiento, reducir la pobreza y contribuir a la estabilidad macroeconómica. Para la estabilidad macroeconómica, la política fiscal desde 2001 se alinea en una regla de balance cíclicamente ajustado (BCA), establecida en 2006. Esta regla fiscal procura mantener estable el gasto público, haciéndolo igual a la estimación de los ingresos públicos de largo plazo, coherente con las estimaciones de precios de largo plazo del cobre y del molibdeno, y del PIB tendencial (Incremento medio del PIB durante un periodo de Tiempo). Esto significa ahorrar los ingresos fiscales cíclicos en años de bonanza (como en 2003 - 2008), para poder disminuir sus ahorros (desahorros) en años de situaciones difíciles 2009-2010, en los que el déficits efectivos alcanzaron el 4,5% y 0,4%, respectivamente. Esta regla ha contribuido a la estabilidad del PIB, del empleo, del tipo de cambio y del financiamiento de los programas de gobierno, y a la credibilidad de la política fiscal.
Los ahorros y desahorros fiscales se realizan en los dos fondos soberanos de Chile. El Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) sirve para acumular los excedentes del gobierno (o para amortizar deuda), y de él se retiran los recursos para cubrir los déficits. El Fondo de Reserva de Pensiones (FRP) tiene un objetivo distinto: permite financiar los pagos futuros de obligaciones de pensiones estatales.
El valor de los fondos soberanos de Chile alcanzó en junio de 2012 a US$ 20.409 millones. Su evolución en el tiempo refleja los ahorros y desahorros realizados por el gobierno, así como las ganancias y pérdidas de los fondos invertidos. Los fondos soberanos se invierten en monedas extranjeras de reserva y fuera de Chile. Las políticas de inversión persiguen maximizar los retornos esperados de los portafolios de inversión, sujetos a bajos niveles de riesgo. Coherentemente con lo anterior, el FEES está invertido en bonos soberanos (de EE.UU., Alemania y Japón) y en instrumentos del mercado monetario (depósitos en bancos con grado de inversión). Actualmente, el Ministerio de Hacienda está evaluando la inclusión de una fracción menor de las inversiones del FEES en otras monedas y en acciones. El FRP, con un horizonte de inversión mayor al del FEES, está invertido fundamentalmente en bonos soberanos e instrumentos del mercado monetario, y, en partes menores, en bonos corporativos globales y acciones globales. Las políticas de inversión siguen estrategias pasivas; vale decir, no toman apuestas contra el mercado.
En 2012, la mayor recaudación por impuestos ligados al dinamismo de la actividad económica se verá parcialmente compensado por los menores ingresos de la minería, dado un precio del cobre que estimamos promediará US$3,59 la libra en el periodo, bajo el promedio de US$4,0 la libra de 2011. Por el lado de los gastos, el presupuesto aprobado para 2012 supone un crecimiento del gasto público cercano a 6% en términos reales. En suma, estimamos que el saldo fiscal efectivo alcanzaría a 0,5% del PIB en el año, lo que implica un resultado algo más favorable que el estimado por el gobierno.
Respecto de la posición neta del sector público, los recursos del Tesoro público y los fondos soberanos alcanzan actualmente a cerca de US$34.000 millones, en torno a 13% del PIB, lo que dado un nivel de deuda pública de 11,3% del PIB, lleva a una mantención de la posición acreedora neta del sector fiscal.
La rentabilidad medida en dólares de los fondos soberanos de Chile ha alcanzado un 5,0% promedio anual durante 2007-2011, superando las rentabilidades de muchos otros fondos soberanos. Además, la volatilidad de dicha rentabilidad ha sido muy baja, en comparación internacional.
Para 2013, la discusión del presupuesto consideraría el objetivo del gobierno de converger a un déficit estructural de 1% del PIB para el mediano plazo, ajustes marginales a los supuestos de crecimiento potencial de la economía, en torno a 5% anual, y el precio de referencia del cobre para el largo plazo, el que actualmente se ubica el US$3,02 la libra. Respecto de este último, nuestra estimación es que el precio del cobre debiera disminuir en el largo plazo a un nivel nominal cercano a US$2,9 la libra, lo que está alineado con la estimación vigente del comité de expertos que convoca el Ministerio de Hacienda.
Sin embargo, es importante señalar que los cálculos mencionados no consideran el efecto de la reforma tributaria propuesta por el gobierno en mayo pasado y que actualmente está siendo modificada por éste para lograr el respaldo necesario en el Congreso. Con todo, las estimaciones de su impacto en recaudación continúan en torno a US$ 700 -1.000 millones anuales, lo que equivale a cerca de 0,4% del PIB, un ajuste bastante marginal para efectos de lograr una necesaria convergencia hacia un saldo fiscal estructural balanceado para el largo plazo, especialmente si ya se ha comprometido gastar esos ingresos adicionales de forma permanente.
POLÍTICA MONETARIA
Con referencia a la política monetaria, al igual que la mayoría de los bancos centrales de la región que han mantenido estables sus tasas de política monetaria, el Banco Central de Chile mantiene la TPM en 5%, valor que se ha mantenido fijo desde el mes de enero, una vez que en esa fecha se decidió aplicar una política expansiva disminuyendo la tasa al 5% del 5.25% fue la tasa del último trimestre de 2011. De acuerdo con el Banco Central, el objetivo de esta reducción a inicios del año era la reactivación del crédito y la demanda interna y se sustentaba en el hecho de que las proyecciones de la tasa de inflación indicaban que la misma se ubicaría por debajo de la meta de inflación de 3%.
A noviembre de 2012, la tendencia prevista a inicios de año se mantiene, ya que el IPC en doce meses se ubica en 2.8%, es decir, por debajo de la meta del 3%. Como se mencionó anteriormente, la baja en los registros de inflación, se explican en gran parte por la marcada reducción de los precios de algunos bienes transables entre ellos alimentos y combustibles ante un tipo de cambio apreciado, al contrario de lo que ocurre con los precios de bienes no transables, los cuales continúan mostrando tasas muy altas en niveles cercanos al 5% y en por sobre el techo del rango de tolerancia del Banco Central (4%). Las perspectivas de los agentes económicos apuntan a que los precios de los servicios continuarán presionados al alza por la estrechez del mercado laboral, el crecimiento de los salarios y la desaceleración menor a la esperada de la demanda interna en la primera mitad del año.
De acuerdo con el BBVA, el Banco
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