Artículo actividades de las aduanas

Las Aduanas como agentes fundamentales en las operaciones de comercio internacional

El artículo que a continuación se presenta, tiene como finalidad hacer una revisión del concepto y las actividades desarrolladas por las aduanas, desde un acercamiento teórico que permita comparar la percepción y concepción de diferentes autores, sobre la participación que tienen estos agentes en el comercio internacional.

Con relación a las funciones y actividades realizadas por las aduanas, es preciso mencionar que estas surgen desde la existencia de las transacciones comerciales, como una herramienta que permite controlar las mercancías que ingresan y salen desde y hacia un territorio. Así mismo, tienen la potestad de imponer impuestos de acuerdo a las mercancías que salen o ingresan, además de controlar el tránsito y la operación de estas en el comercio internacional.

Para abordar el concepto de aduana, es necesario hacer una revisión histórica del término, en este sentido, Araya (2013) expresa que nace a partir de la necesidad humana de intercambiar mercancías entre pueblos, y como resultado de esta actividad, surge la obligación de controlar el paso de artículos y bienes entre fronteras.  Este antecedente da origen al uso y función principal de las aduanas: el control de las mercancías. Función que, con el paso del tiempo fue tomando mayor relevancia, teniendo en cuenta que su uso no sólo dio lugar a la inspección de las personas y los bienes que transportaban, sino al pago de impuestos por cada ingreso de mercancía.

En cuanto a la definición, la palabra aduana según Basaldua (1988), tiene diferentes acepciones que dependen de la lengua que la defina, por ejemplo, en árabe, la palabra adayuán, que significa registro de cuentas; douana, que procede del francés y se traduce en derecho; en Italia, se hablaba de duxana, para referirse a los derechos del Dux (Dux era el príncipe o magistrado supremo en Venecia y Génova, a quien se le pagaba el derecho por las mercancías que ingresaban a estas repúblicas).

Por su parte, Acosta (2020) menciona que la palabra aduana proviene de diván de origen persa, que refiere al lugar donde se realizaban las reuniones de quienes administraban las finanzas. Adicionalmente, el autor expone que el origen de este concepto puede remitirse a los siglos XV y XVI a. de c., época en la que imperaba el comercio y se controlaba de manera rigurosa para imponer tributos a las mercancías que ingresaban a los territorios regulados por la corona y que representaban la fuente principal de ingresos.

 En contraste, se puede apreciar que, aunque el origen etimológico puede ser difuso, el objetivo principal de las aduanas es la regulación y control del flujo de bienes entre los países, así como en el cobro de impuestos a las mercaderías transportadas. Partiendo de esta concepción, las aduanas tienen un rol fundamental en el comercio interno y externo, toda vez que inciden en las decisiones y políticas económicas que desarrollan los países.

La función principal de las aduanas es registrar los productos que ingresan y salen de un país, así como el cobro de los impuestos correspondientes.  Por estrategia y requerimiento operativo, las aduanas se encuentran ubicadas en puertos, aeropuertos y zonas fronterizas, lugares donde se realiza el embarque y recepción de mercancías destinadas a operaciones de comercio internacional. De otro lado, cuando se realiza la inspección de bienes que ingresan a un País, la aduana tiene la potestad de aprehender y decomisar aquellos artículos que no cumplen con la normatividad aduanera y que, por el contrario, pueden poner en riesgo la seguridad y salubridad pública, evitando problemas que puedan generar otras repercusiones en los consumidores.

Aunado a lo anterior, las aduanas permiten proteger la industria nacional, razón por la cual buscan el aumento de los costos de aquellos productos que ingresan a un país mediante el cobro de tributos, favoreciendo a los productores locales que pueden ser más competitivos frente a los artículos que vienen del exterior; por otra parte, con el cobro de impuestos aumenta el recaudo e ingreso monetario que tienen los países para el sostenimiento e inversión en obras públicas y de interés general.  

En este mismo sentido, el principal propósito de la fiscalización aduanera ha sido frenar el contrabando y los fraudes aduaneros, con la finalidad de asegurar el cobro de impuestos a las mercancías objeto de comercio exterior, salvaguardando el recaudo fiscal que representa un pilar fundamental para el funcionamiento de los territorios (organización de Naciones Unidas, 2003).

Así mismo, las aduanas ejercen actividades por mandato del Estado, es decir, representan el poder y la autoridad, en cuanto al cumplimiento de procesos aduaneros, imposición de sanciones, cumplimiento de requisitos y vistos buenos necesarios para la realización de las operaciones fronterizas. En consecuencia, su impacto es trascendente en el comercio internacional, pues mediante los procedimientos aduaneros, control de los operadores de transporte, recopilación de estadísticas y control de personas y mercancías que circulan por las fronteras nacionales, tienen el objetivo de facilitar o hacer que el comercio sea limitado, de ahí que se dé un incremento o rezago de la economía local (Duarte, 2000).  

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