COMO ENSEÑAR NUEVOS TRUCOS A UN PERRO VIEJO: UNA HISTORIA DE ÉXITO EN EUROPA ORIENTAL

COMO ENSEÑAR NUEVOS TRUCOS A UN PERRO VIEJO:  UNA HISTORIA DE ÉXITO EN EUROPA ORIENTAL

Los empleados de la Petofi & Packaging Company de Keckskemet, Hungría, se están percatando de que seguir haciendo las cosas como siempre las han hecho no es un buen camino para competir en un mercado mundial que es extremadamente exigente en cuanto a los estándares de calidad de los productos.  Las compañías de Europa oriental han descubierto que ya no pueden vender la mercancía de mala calidad que tradicionalmente producían.  El relato de lo que se requirió para que los empleados de la planta Petofi produjeran de acuerdo con los nuevos niveles de calidad es una esclarecedora enseñanza en el terreno del comportamiento organizacional.

Petofi Printing & Packaging Company fabrica cajas de cartón, materiales para envoltura y recipientes de otro tipo.  Hace unos cuantos años, los empleados de la línea de producción de Petofi no veían como algo fuera de lo común el hecho de ingerir bebidas alcohólicas todo el día en su trabajo.  De hecho, los gerentes abrían las botellas de aguardiente en la mañana y generalmente, según lo refiere un informante, a las 11 del día “ya todos estaban ebrios”.  ¡Con razón la calidad de los productos era tan desastrosa! Las moscas entraban zumbando por las ventanas abiertas y se paraban sobre los cartones recién pintados.  Los clientes recibían los recipientes en diferentes colores y tamaños de los que habían solicitado.  Si un cliente proporcionaba una caja de muestra como modelo o prototipo para la fabricación de los productos incluidos en su pedido, los empleados manufacturaban algo semejante a la muestra, pero no hacían un esfuerzo concertado para apegarse con precisión a las especificaciones del cliente.  Entre los trabajadores había un alto índice de ausentismo y los gerentes insistían en “evitar el desperdicio de material”, aunque eso significara hacer productos chatarra.  ¿Cómo logró transformarse esta compañía a tal grado, que ahora ha ganado premios de la Asociación Mundial de Empaques y ha alcanzado niveles de calidad que satisfacen hasta los más altos estándares internacionales?

La primera medida que tomaron en Petofi consistió en la contratación de una nueva alta gerencia para que dirigiera la compañía.  Después, con  $35 millones adicionales de flujo de efectivo, proporcionados por varios inversionistas, se instaló nuevo equipo de producción totalmente actualizado.  Ahora la compañía cuenta con 40 máquinas nuevas, entre ellas equipo láser controlado computarizadamente, barnizado ultravioleta y cámaras para verificar las imperfecciones de la impresión.  Sin embargo, para manejar este equipo sofisticado se requirió una fuerza de trabajo sobria que se enorgulleciera de elaborar un producto de calidad.  Este último cambio fue el más difícil en el caso del Petofi.

La fuerza de trabajo entró al redil gracias a una combinación de incentivos y amenazas.  Los nuevos gerentes ofrecieron a los trabajadores enormes incentivos para mejorar su rendimiento: un 40 por ciento de aumento en bonificaciones al final del año y mejores condiciones de trabajo.  Además, se invitó a clientes a visitar la planta de producción y se llevó a empleados a exhibiciones del ramo, para que aprendieran la importancia de la calidad.  Si los trabajadores no habían captado todavía el mensaje de la calidad, los gerentes se encargaban  de recordárseles.  Si un cliente rechazaba un embarque de productos, el error era rastreado hasta localizar a los trabajadores que lo cometieron, después de lo cual los salarios de éstos se reducían.  Si un trabajador era sorprendido bebiendo alcohol en horas de trabajo, se le rebajaba la tercera parte de su salario mensual.  Cuando un trabajador cometía una falta suficientemente grave, era despedido; quedar cesante es un poderoso disuasorio en una ciudad donde el índice de desempleo es de dos dígitos.  No hace falta decir que, por el hecho de que los trabajadores desean conservar y desempeñar bien sus empleos, sólo ha sido necesario disciplinar a unos cuantos de ellos.

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