Campaña publicitaria seguridad marco teórico

ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………………. 3
II. ANTECEDENTES ………………………………………………………………….. 5
III. JUSTIFICACIÓN …………………………………………………………………… 6
IV. NECESIDAD
V. OBJETIVOS …………………………………………………………………………7


CAPÍTULO I

SEGURIDAD

Marco teórico ……………………………………………………………………………. 11

I. INTRODUCCIÓN

La inseguridad es un fenómeno que se manifiesta en los distintos ámbitos que componen una sociedad, en la vida diaria es sencillo encontrarse con distintos ejemplos de este problema, en la tienda se comenta lo sucedido a un vecino, la televisión se encarga de transmitir la crónica roja como elemento persuasivo para captar raiting, la radio comenta la injusticia cometida en contra de un ciudadano por parte de la policía, a grandes titulares la prensa redacta una noticia que conmociona a la comunidad, dentro de este escenario es fácil vivir con temor de ser víctima de la inseguridad.

La publicidad nos seduce para adquirir seguridad para el hogar, el negocio, el vehículo, la vida y sin embargo no se logra solucionar este problema que nos es común a todos.

Las alarmas suenan a diario y la ciudad vive en estado de sitio, la inseguridad tiene pleno dominio de nuestras vidas porque nos hemos convencido que no la podemos derrotar.

La juventud muestra claramente el descalabro de la equidad que los agrupa en diferentes formas de expresión y a la vez los estigmatiza como representantes de toda criminalidad real o imaginaria.

El fracaso de la conciencia es evidente, cada campaña que apeló a este recurso ha terminado en el olvido, por eso acudimos a la sensibilidad de cada individuo, para reflejarnos en el espejo de la sociedad y mostrarle su propia vergüenza dentro de la estructura social que implementó la inseguridad como herramienta de dominio.

Si se realiza un autocuestionamiento veremos que las cosas no son como creemos y que somos co-responsables de las cosas que nos pasan.

Por eso es necesario involucrar a los jóvenes en un sistema de seguridad que funcione desde la sensibilidad y sean ellos quienes promuevan e impulsen una sociedad sin violencia.

II. ANTECEDENTES

La sociedad individualista en la que nos desarrollamos esta articulada sobre las bases de la producción industrial nos ha vuelto materialistas, egoístas e indiferentes, estos factores se suman a la descompensación social regida por la pobreza, la marginalidad y la relegación que ciertos seres humanos han tenido que enfrentar denota que cada vez somos más insensibles y crueles, se vive la era de la estigmatización por no pensar como los demás, por vestirse diferente o sencillamente por no estar de acuerdo con el régimen de turno, desde ésta forma de observar todos somos criminales en potencia.

La educación de la coerción nace desde el hogar, prosigue en las aulas y se transmite al diario vivir, salimos de los centros educativos formados con las convicciones que la sociedad considera correctas, por lo tanto podemos concluir que el sistema educativo y social del cual formamos parte también ha fallado.

La decadencia de la confianza no nos permite convivir en paz, vivimos atentos a los movimientos ajenos, sospechamos de los que nos rodean, la zozobra está de moda y todos hemos sido influenciados por ella.

Las únicas personas que generan su auto-seguridad son aquellas que se atreven a relacionarse con desconocidos en los diversos espacios cotidianos ya sea en el bus, en el barrio y en otros lugares públicos.

 Es así como quedamos expuestos a un escenario de incertidumbre y desconfianza en el cual no sabemos si quienes nos protegen nos harán daño y si mañana sobreviviremos a la sociedad de los salvajes prejuicios.

Las diversas campañas realizadas cuya meta era la concienciación ciudadana han quedado almacenadas en el récord de las buenas intenciones.

III. JUSTIFICACIÓN

La campaña es considerada importante para el mejoramiento de la convivencia a través de la invitación a la sensibilización de todos quienes interactuamos a diario en las diferentes áreas que implican la relación social.

Las relaciones sociales que forman parte de la seguridad son: las culturales, laborales, educativas, salud, ambientales, energéticas, alimentarías, deportivas, transporte y telecomunicaciones, entre otras más.

Cada una de ellas son vulnerables y presentan problemas característicos que afectan a la estructura de la sociedad debido al abuso y al mal uso que han tolerado estos sistemas en el transcurrir del tiempo.

Se desea comunicar de manera clara y directa nuestro mensaje para que tenga aceptación y repercusión social a través de un proceso que busca vincular a los individuos para fortalecerlos como una unidad comunitaria que luche por el bienestar general.

Fomentar la participación de los estamentos sociales de nuestro país para mejorar la seguridad será un paso fundamental para fortalecer nuestra campaña, la misma será utilizada como un vínculo de comunicación entre los generadores del proyecto y el grupo objetivo.

IV. NECESIDAD

Nuestra campaña de seguridad ha sido realizada de una manera urgente, la creciente delincuencia generada por la pérdida total de valores ha logrado que la ciudad lejos de ser un lugar lleno de comodidades y lujos se convierta en un sitio peligroso en el cual cada uno de los individuos nos consideremos inseguros ya sea dentro de nuestro hogar o fuera de él, transitar por las calles de nuestro hermoso país se ha convertido en una aventura en la que solo el más fuerte sobrevive, pero al relacionar inseguridad únicamente con delincuencia estaríamos enmarcando algo que sale de esos esquemas, la falta de respeto de cada uno de nosotros nos ha llevado a sufrir de una inseguridad mental en donde nadie se piensa ni se siente seguro.

Juzgar a las personas es parte de la cotidianidad y resulta fácil realizarlo en una sociedad que aplica patrones específicos para crear estereotipos negativos que nos ha llevado a pensar que criminalizar a los jóvenes por el hecho de serlo no es precisamente el camino para lograr respuestas eficientes al problema, por ello el requerimiento propuesto está siendo abordado desde otra perspectiva en donde las situaciones que demandan el simple sentido común son las protagonistas de mostrar la indiferencia en la que vivimos.

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