Comunicación Corporativa

Ensayo Comunicación Corporativa

Elaborado por: Sofía Zapata Cano

Al hablar de comunicación es importante referirnos a ella como el acto de hacer algo común, sin embargo, la reflexión sobre esta temática es mucho más profunda y menos exacta que una simple definición; sobre todo cuando hablamos de comunicación en el ámbito de las empresas u organizaciones.

El acto comunicativo es propio del hombre, es una necesidad más que una simple invención. Y como necesidad básica, es importante saber satisfacerla, pero muchas veces es más difícil de lo que en verdad aparenta ser. ¿Por qué existen tantos problemas entre las personas? ¿Por qué no comprenden lo que se dice? Y es que, la mayor parte de los problemas que afectan a una organización surgen por problemas de comunicación.

Este ensayo pretende abarcar los problemas comunicativos desde el ámbito del paradigma mecanicista, explicarlo y contextualizarlo en Colombia y la sociedad contemporánea, para así generar una comprensión más amplia de la vigencia que tiene este paradigma y las repercusiones negativas que denota.

Objetos mecánicos

Dentro del paradigma mecanicista se entiende a cada organización como una máquina compleja, cada uno de sus empleados es visto como una herramienta, pero no algo fundamental o necesario, sino que puede ser reemplazado sin generar ningún cambio. Esta concepción del talento humano como objeto, trae consigo cuestiones epistemológicas que afectan la manera en la que se percibe el trabajo.

La frase “El fin justifica los medios” se le adjudica a Nicolás Maquiavelo en su obra, El príncipe. Y sirve como ejemplo perfecto para demostrar lo que hoy día se realiza en las organizaciones. El empleado como máquina y su proceso de deshumanización en la empresa comienza en el momento de la vinculación a la misma; desde la entrevista, donde prima el tener experiencia y títulos, más allá de conocer a la persona.

Al iniciar el trabajo los empleados notarán de inmediato el ambiente que tiene la empresa, sin importar el área donde se encuentren, lo técnico y lo práctico es en gran medida más relevante que otros tipos de conocimientos o acciones que implican lo social. Si el fin del ser humano se basa en la felicidad ¿Por qué este no es un valor que ha de ser representado en el ambiente organizacional? La respuesta es porque los empleados u “obreros” (término un poco despectivo), se limitan a obedecer, pues la obediencia es la base de su trabajo, sin ella no hay trabajo. Un empleado que acate órdenes es importante, pero un empleado que se cuestione si dichas órdenes son beneficiosas para él y la organización, es necesario.

En el paradigma mecanicista, se equipara al hombre con una máquina, “tiende a gerenciar el contenido socioeconómico centrándose en el “homo economicus”…” (Lozano, 2005) La economía en las empresas es un aspecto que prima sobre las ciencias humanas, es más relevante el estado financiero que el estado de ánimo de los empleados. Pero es esta falta de reconocimiento a lo humano lo que a largo plazo genera en las empresas un decrecimiento económico, fallas en las ventas, falta de proveedores etc. Porque el capital humano y en general, las personas, no hacen un buen trabajo cuando además de estar bajo presión, no encuentran motivación alguna.

Este enfoque es propio de las organizaciones burocráticas, en ellas existe una jerarquía preestablecida y muy estricta, donde quienes se encuentran en la cabeza toman decisiones irrefutables y la única opción de las dependencias es cumplir a cabalidad dichas órdenes. La comunicación en estos casos es casi nula, demasiado formal para funcionar correctamente.

Las empresas que aún conservan este enfoque quizás no lo hacen de manera consciente, pero en la práctica se evidencia notablemente, y a la hora de analizar los problemas de la organización, ni siquiera es tenido en cuenta el manejo temático que se le da a la misma, el preestablecer una misión y una visión son aspectos poco relevantes o que cumplen por simples requisitos, al no darle importancia a asuntos humanos estas empresas acaban por convertirse en un ejemplo de una mala administración, donde se verán afectados económicamente, socialmente y muchas veces acaban por quebrar.

Los empresarios tienen una fascinación por lo exitoso, pero sin saber cómo llegar hasta allí, y sin entender que cada organización posee empleados únicos, con capacidades que deben ser aprovechadas en el sentido positivo, se les debe motivar y entender cómo funcionará la empresa, dependiendo del contexto social, cultural, económico e histórico. No basarse en modelos extranjeros que a la hora de aplicarlos en nuestro país no funcionarán, o posiblemente generarán reacciones distintas a las deseadas.

Las empresas deben ser vistas más como una fuente de cooperación mutua entre humanos, pero son vistas como formas de ganar dinero, un medio, para un fin. Una empresa burocrática no le da valor a las conversaciones informales, a las relaciones interpersonales e incluso a las intrapersonales, estas empresas están destinadas al fracaso, porque si bien no existe una sola clave para el éxito de seguro sí existen claves para el fracaso, e ignorar la comunicación en una organización es la principal.

La contraposición o solución ante una organización que se encuentra bajo el paradigma mecanicista, es una organización orgánica, y es importante resaltar este aspecto porque plantear un problema sin solución es un tema que va en contra de las funciones de un comunicador, aunque sea de manera escrita es necesario presentarle soluciones al lector.

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