ESTRUCTURA DE LA GUÍA DE: COMPORATMIENTO DEL CONSUMIDOR
Enviado por Edwin Puma • 5 de Julio de 2020 • Práctica o problema • 15.040 Palabras (61 Páginas) • 127 Visitas
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MODULO
COMPRTAMIENTO DEL CONSUMIDOR
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ESTRUCTURA DE LA GUÍA DE: COMPORATMIENTO DEL CONSUMIDOR
NIVEL: SEGUNDO
DOCENTE: DARWIN PICO
PERIODO ACADÉMICO: SEPTIEMBRE 2019 – FEBRERO 2020
Contenido
1 INTRODUCCIÓN 3
2 DATOS INFORMATIVOS: 5
3 ESTRUCTURA DE LA GUÍA DE COMPORTAMIENTO DEL CONSUMIDOR 5
4 EQUIPO DOCENTE 6
5 INFORMACIÓN GENERAL 6
5.1 Introducción a la Asignatura: 6
5.2 Presentación de los Contenidos 6
5.3 Objetivos Generales 7
6 Requisitos Previos 7
7 TUTORIA 7
8 MATERIALES 8
9 ORIENTACIONES GENERALES PARA EL ESTUDIO 8
9.1 Consejos para abordar el estudio de la asignatura 8
9.1.1 Finalidad básica del estudio. 8
9.1.2 Recomendaciones. 8
9.1.3 Distribución del tiempo de estudio. 8
9.1.4 Papel de la autoevaluación en el proceso de aprendizaje. 8
9.1.5 Propuesta de estrategias de aprendizaje adaptadas a. 8
9.1.6 El Campus Virtual procura 9
9.1.7 Sistema de tutorías 9
9.2 Materiales de aprendizaje 10
9.3 Acciones de formación continua 11
10 EVALUACIÓN 12
10.1 Gestión del aprendizaje 12
10.2 Evaluación de los aprendizajes 13
10.3 Calificación de las actividades de evaluación 13
10.4 Aprobación de una asignatura 14
11 Publicación de resultados 14
12 unidades de estudio 14
13 Bibliografía 44
INTRODUCCIÓN
La elevada competencia entre las firmas de supermercados e hipermercados, unida a su interés por satisfacer las necesidades de los consumidores de la manera más adecuada, ha llevado a muchas de ellas a comercializar productos con sus propias marcas.
A menudo el nombre de marca utilizado coincide con el de la cadena de establecimientos, como es el caso de los productos que se comercializan bajo las denominaciones Hipercor o Carrefour. En cambio, en otras ocasiones se opta por utilizar un nombre comercial diferente para que la fortuna de los productos no afecte a la imagen del comercio, como Mercadona, que vende sus productos bajo la marca Hacendado.
En un comienzo, el reducido precio de los productos con marca del distribuidor atrajo al segmento de clientes menos "marquistas" y más preocupados por el ahorro. Pero las elevadas cuotas de mercado que registran algunos de estos productos reflejan que los consumidores perciben las marcas bajo una identidad propia, como insignias de calidad que forman parte de la lista de alternativas que someten a consideración en los procesos de decisión de compra.
No obstante, los resultados varían en función del producto. Los artículos que obtienen un éxito mayor son poco visibles en el hogar, de modo que su uso suele pasar desapercibido, como los productos de limpieza y los alimentos no perecederos que se emplean como ingredientes básicos en la elaboración de las comidas (tomate envasado, pasta, arroz, especias, etc.).
En cambio, los artículos de perfumería con marca de distribuidor tienen una baja cuota de participación, lo que se explica por varios motivos. Por una parte, esta categoría de productos también se comercializa en establecimientos especializados, que no cuentan con marcas propias. Además, su aplicación directa sobre la piel del usuario puede inspirar el temor a una reacción negativa, por lo que éste recurre con frecuencia a productos conocidos o bajo el amparo de la marca de un fabricante. Por otra parte, la elección del consumidor suele estar muy influida por las prescripciones y las recomendaciones de vendedores personales, por lo que la falta de consejo en puntos de venta en régimen de autoservicio, como los supermercados e hipermercados, favorece la adquisición de otras marcas.
En términos generales, las marcas de distribuidor muestran una evolución favorable, dado que cada vez son más conocidas, más aceptadas y más compradas. Los establecimientos detallistas las colocan en lugares privilegiados para que los clientes las vean fácilmente y las consideren como alternativas de elección y compra. Una vez adquirido el producto, el cliente evalúa si le satisface lo suficiente como para repetir la compra, habituarse a él e incluso aconsejárselo a sus conocidos.
El éxito de las marcas de distribuidor se debe al hecho de que han sabido adecuarse a las necesidades de los consumidores. Para conseguirlo, ha sido fundamental comprender el proceso de toma de decisiones de los consumidores y los diferentes factores que influyen en sus elecciones. En el diseño y la ejecución del programa de marketing, la empresa debe considerar las preferencias de los consumidores, las motivaciones que los impulsan a tomar las decisiones de compra y el uso que dan al producto posteriormente. Sin este conocimiento, resulta bastante difícil ganarse su lealtad y, a largo plazo, obtener beneficios para la organización.
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