La tributación organizaciónal

La tributación organizacional

Los propietarios de las empresas pueden percibir los beneficios que estas generan bajo la forma de retiro en el caso de las sociedades de personas, o de dividendos cuando se trate de sociedades de capital. La entrega de estas utilidades genera distintos efectos impositivos, que tanto las empresas como sus propietarios deben conocer para poder cumplir con las disposiciones que estipula la normativa legal vigente. Así, hasta antes de la reforma tributaria, los retiros y dividendos tenían un tratamiento tributario diferenciado y las variables más relevantes para determinar sus efectos impositivos eran el tipo jurídico del contribuyente, que entregaba las utilidades, el contribuyente que las percibía y la imputación de los retiros o dividendos a los distintos registros de utilidades. La ley 20.780 dispuso una serie de cambios en esta materia, la cual realizo bajo dos miradas. Una transitoria para los años 2015 y 2016, basados básicamente en homologar el tratamiento de retiros y dividendos. Y otra permanente, a contar de enero de 2017 en sintonía con el inicio de los nuevos regímenes de tributación de las rentas empresariales.        

Como ya mencione anteriormente, siempre existirán dos visiones sobre un mismo hecho. Aquellos que están en contra de los impuestos, sostienen que un alza en la tasa hará descender la inversión, o que con nuevas reformas se verán perjudicados muchos trabajadores. Por otra parte, los que desean aumentar los impuestos muchas veces creen que basta con aumentar las tasas para tener mayor recaudación y justicia. Hay quienes señalan que la carga tributaria en nuestro país es baja y que si rebaja aún más, será muy difícil dar cuenta de todas aquellas demandas ciudadanas manteniendo la política de balance estructural, y que una baja de la carga tributaria profundizará los problemas de justicia del sistema tributario vigente.

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