Mercado Común del Sur

Está investigación analiza la creación del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y el proceso de adhesión de Venezuela a este esquema de integración económica sudamericana, con especial atención a determinar el impacto de esa decisión política en el sector agroalimentario venezolano. A través de una investigación  basada en el cálculo e interpretación de indicadores de comercio exterior para el período 2001-2017, se concluye, en primer lugar, que la incorporación de Venezuela al MERCOSUR aceleró el comercio y provocó la creación de comercio en el sector agroalimentario, debido a la alta competitividad alimentaria en economías asociadas y complementariedad productiva venezolana con el bloque. No obstante, el comercio se caracterizó por un aumento en las importaciones de agroalimentos venezolanos debido a los altos niveles de precios del petróleo, y una disminución de las exportaciones agroalimentarias nacionales. Se puede inferir que la participación de Venezuela en el bloque se limitó a desempeñar un rol comprador, ya que constituyó un mercado seguro para los productos originarios del MERCOSUR, al mismo tiempo que dejó de lado las potencialidades de ciertos rubros con demanda dentro de la subregión . En segundo lugar, considerando las divergencias en los modelos económicos, la falta de disciplina durante el proceso de adhesión y el magro desempeño económico-comercial de Venezuela, su ingreso al MERCOSUR tuvo incompatibilidades de origen, careció de objetivos vinculantes y no contó con un proyecto conjunto viable. . Fue solo una estrategia política para las relaciones internacionales del gobierno de Hugo Chávez con su ansía de confrontar a Estados Unidos. En consecuencia, el MERCOSUR fue una oportunidad perdida para Venezuela.

Venezuela salió en diciembre pasado de una hiperinflación en la que entró en 2017 y que, por cuatro años, redujo el valor del bolívar, la moneda oficial, así como la confianza de los ciudadanos en ella, por lo que adoptaron de manera no oficial el dólar en un intento de proteger sus ingresos. Además, el país registró una contracción económica consecutiva entre 2014 y 2019, lo que redujo a menos de la mitad el tamaño de su poder financiero y productivo. La economía se recuperó en 2021 pero está muy lejos de los niveles pre pandemia.

La actividad económica de Venezuela registró un aumento de 6,8% en 2021, explicado de forma determinante por el incremento de la producción petrolera. De esta manera, el nivel de producción de bienes y servicios de la economía venezolana es significativamente inferior al de antes de la pandemia, debido a las fuertes contracciones de 2019 y 2020. Desde el punto de vista estadístico ese crecimiento corresponde totalmente un efecto rebote en vista del excepcionalmente bajo nivel que registró la economía en 2020, en particular la extracción de petróleo.

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