“Pascua de resurrección y chocolates artesanales”

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UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL NORTE
ESCUELA DE INGENIERÍA

Caso I
“Pascua de resurrección y chocolates artesanales”

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Coquimbo
Septiembre, 2017

  Pascua de Resurrección y chocolates artesanales

La producción de chocolates para la Pascua de Resurrección convoca a pequeñas empresas, las cuales al tener una producción artesanal y más limitada no buscan competir con la gran industria chocolatera, así que han focalizado su negocio en la especialización y venta personalizada.

Victoria Contreras Weglinski, es una de las dueñas de “Enrilo” y con sus propias manos elabora varios de los  chocolates que finalmente verán la luz. Se podría decir que por sus venas corre chocolate, conoce bien el rubro pues la empresa tiene 85 años de existencia y ella heredó de su abuelo Enrique Weglinski, pastelero y chocolatero de Rumania, que migró a Chile en 1948, la pasión por la elaboración de este tentador producto.

“Por tradición, la Pascua de Resurrección para nuestra familia siempre fue la festividad más importante del año, pues en Europa se celebra luego del invierno, es una gran alegría y es signo de primavera y prosperidad, el huevo equivale a la vida. Este trabajo con huevitos y conejos de chocolate es absolutamente artesanal. Aquí  sólo  hay  dos  máquinas para  hacer  masa  y  nada más.  Los  confites, mazapanes, tortas  y  chocolates, se  hacen  por  unidad  todo  manual.  No  hay  trabajo  en  serie  y  es realmente una labor dedicada”

Mónica Abarca es educadora de párvulos de profesión, pero hoy se dedica al noble arte de los chocolates. Comenzó una producción bajo la marca “Monichoc” el año 2000 y al analizar este mercado destaca que “a las empresas pequeñas no nos queda otro camino que la atención personalizada. Si el consumidor va al supermercado verá que hace un mes está lleno de chocolates, entonces tenemos que sacar productos novedosos.

Huevos, conejos sólidos, macizos, elaborados con chocolate importado de Ecuador. Si la persona pide un detalle, un arreglo especial, hay que concederlo. Uno va por la atención individualizada”. La fábrica de chocolates “Anika” lleva 12 años en el mercado y se ha destacado por la cuidada elaboración de sus productos, que comercializa en su propio punto de ventas en el centro de Santiago y en Algarrobo. Su gerente general, Andrea Robera, cuenta que se preparan con antelación para la festividad y “cada año sacamos productos originales porque hay mucha competencia a nivel industrial. Lamentablemente se compite precio – calidad, que en este caso es distinto porque la calidad de los productos artesanales es mejor”.

“Cuesta que la gente evalúe el tema. Prefieren comprar más barato en forma masiva, pero en cuanto a la salud eso no  es  bueno porque se trabaja con sucedáneos, no  es un chocolate 100% chocolate. El chocolate industrial es más económico y se trabaja con manteca vegetal. En cambio las empresas artesanales trabajan con manteca de cacao natural. El chocolate es más fino mientras más manteca de cacao contenga, también tiene un mayor precio”, puntualiza Robera.

La encargada de “Enrilo” destaca que en la fecha sus ventas se elevan un 40% en comparación con un mes normal. A evaluar este tema destaca que “algunos años la venta aumenta otros es más pareja, depende de la situación económica. Este año hay recesión, pero la fiesta toca en mitad de mes, el año pasado fue en marzo y resultó complicado. Producimos miles de huevos y conejos, que se distribuyeron en  seis  puntos  de  distribución, incluyendo  nuestra  propia  tienda  en  el  centro  de  Santiago  y  una pastelería en la Quinta Región. También realizamos pedidos de empresas y ventas por Internet”.

Para la ejecutiva de “Anika” lo fundamental en su negocio es que “los chocolates tienen un sabor distinto y además entra en juego la presentación de los productos, el valor agregado. “Orientamos la Pascua de Resurrección en algo distinto, como en nuestro país hay muchos niños diabéticos, hacemos huevitos y conejos de chocolate especial. El desarrollo de esta línea es positivo. Se complementa con gomitas confites y mazapán para diabéticos”.

En el caso de “Anika” la Pascua de Resurrección implica “un alza en el 50% de las ventas de chocolate respecto a un mes normal. La distribución a través de nuestros propios locales, además tenemos pintos de venta en clínicas y locales en donde se venden chocolates artesanales. También trabajamos la línea

de  bombones  con  banqueteros  y  empresas  que  requieren  hacer  un  regalo.  La  producción  posee

distintos enfoques”.

La dueña de “Monichoc” asegura que se produce un alza en la comercialización de chocolates, pero que “a pesar de ser una fiesta no es tan espectacular para nosotros, la venta sube cerca de un 30%. Tampoco es negativo, pero sin duda el Día de la Madre y de los Enamorados siguen marcando la gran venta de chocolates que se realiza en el año”.

“Monichoc” comercializa huevitos de chocolates desde $100 por unidad y canastas para que la gente realice sus propios arreglos. Manejan conejitos de chocolate de todos los valores, ofrecen uno especial de 600grs., por un costo de $5.000.

“Hemos observado una tendencia bastante clara del consumidor por volver a lo artesanal y casero, he percibido ese tema a lo largo de los años que llevo haciendo chocolates. Uno conoce al público, la gente busca y está dispuesta a pagar un poco más por esas cosas personales, por sentir que me hicieron especialmente un determinado producto. Además acceder a un producto rico como hecho en casa. La gente quiere esa experiencia íntima que le da el consumir productos artesanales por su sabor”, destaca la dueña de “Monichoc”.

“Un mes antes, la gente ya está preguntando en las tiendas cuando llegan los huevitos de chocolates. Acá en Chile lo importante que se ha  producido estos últimos años es una  especialización de los consumidores, que cada vez están aprendiendo más, resulta importante que los productores conozcan estos cambios pues de esa forma pueden producir chocolates atendiendo el gusto de sus clientes”, precisa Contreras de chocolates ”Entilo”.

En “Enrilo” manejan una gran variedad de huevos macizos y rellenos, destacan los de mazapán, trufa, menta, maní, malva y jalea. Respecto a algunos valores, el huevo pequeño tiene un valor de $440 la unidad, también manejan un huevo familiar con un buen surtido de huevitos en su interior por un valor de $15.500, esta variedad tiene una buena salida y es adquirido para ser regalado.

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