ANÁLISIS DE LA FOBIA DE UN NIÑO DE CINCO AÑOS
Enviado por Juancampos00 • 12 de Septiembre de 2020 • Ensayo • 2.238 Palabras (9 Páginas) • 219 Visitas
ENSAYO XL
ANÁLISIS DE LA FOBIA DE UN NIÑO DE CINCO AÑOS
(CASO “JUANITO”)
Sigmund Freud 1909
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I INTRODUCCIÓN
La presente historia clínica de un paciente infantil no constituye en rigor una observación directa mía.
Las primeras observaciones sobre Juanito datan de la época en que no había cumplido aún los tres años. Juanito: Entró una vez en un establo en ocasión en que estaban ordeñando a una vaca, y observó: “Mira, mamá. De la cosita de la vaca sale leche”. Ya estas primeras observaciones justifican la esperanza de que gran parte de lo que Juanito nos descubría demostrara ser típico del desarrollo sexual infantil. Esta representación repulsiva tiene un origen inocente, pues se deriva del acto de mamar del seno materno, derivación en la cual actúa como elemento intermedio de transición la imagen de la ubre de la vaca. El interés de Juanito por la cosita de hacer pipí no es exclusivamente teórico. Como era de esperar, le incitaba también a tocamientos del miembro. Teniendo tres años y medio le sorprendió su madre con la mano en el pene. Juanito responde aún sin consciencia de culpabilidad, pero adquiere en esta ocasión el “complejo de castración”, llevado un día ante la jaula de los leones, en Schönbrunn, Juanito exclama alborozado: “¡Les he visto la cosita a los leones!”. La indudable curiosidad sexual de Juanito hace de él un pequeño investigador permitiéndole descubrimientos conceptuales exactos. Un día, a los tres años y nueve meses, ve desaguar la caldera de una locomotora y dice: “Mira, la locomotora está haciendo pipí. ¿Dónde tiene la cosita? “Y después de una pausa, añade pensativo: “Un perro y un caballo tienen una cosita; una mesa y un sillón, no”. Ha descubierto, pues, una característica esencial para la distinción entre lo animado y lo inanimado. Él ansia de saber y la curiosidad sexual parecen ser inseparables. La curiosidad de Juanito recae especialmente sobre sus padres. Pero el magno acontecimiento en la vida de Juanito es el nacimiento de su hermanita Hanna. Los últimos días le habíamos dicho que la cigüeña nos iba a traer pronto un niño o una niña. “Todas las palabras demuestran que relaciona con la cigüeña aquella situación inhabitual. Lo observa todo con aire desconfiado. Indudablemente, se ha afirmado en él la primera desconfianza contra la historia de la cigüeña”. Juanito se muestra luego muy celoso de la nueva hermanita y cuando alguien la alaba en su presencia, objeta en el acto con acento de burla: “Pero no tiene dientes”. Cuando la vio por primera vez, le sorprendió mucho que no pudiese hablar y se figuró que era porque no tenía dientes.. “Al cabo de medio año desaparecieron ya, dominados, sus celos, y se convirtió en un hermano tan cariñoso como consciente de su superioridad”. Juanito relato su primer un sueño. “Hoy, mientras dormía, he creído que estaba en Gmunden con Maruja”. “Maruja es una hija del dueño de nuestra residencia veraniega en Gmunden. Una niña de trece años que jugó con él varias veces. Su padre relata a su madre el sueño en presencia suya, observa Juanito, rectificándole: “No con Maruja, sino solo, completamente solo, con Maruja”. Juanito ha ido varias veces al jardín zoológico de Schönbrunn, le dibujo una jirafa. Me dice: “Píntale también la cosita”. Le respondo: “Píntasela tú mismo”. Juanito agrega a mi dibujo un breve trazo (véase la figura adjunta), al que luego agrega otro, observando: “La cosita es más larga”. Paso con Juanito junto a un caballo que está orinando. Me dice: “El caballo tiene la cosita abajo, como yo”. Ve bañar a su hermanita de tres meses y dice con acento compasivo: “Tiene una cosita muy chiquituca.” Le dan una muñeca. La desnuda, la revisa minuciosamente y dice: “Ésta sí que tiene pequeña la cosita”. Así, Juanito, al ver en un libro de estampas, dos monos, señala la cola de uno de ellos y dice a su padre: “Mira, papá, la cosita del mono”.El interés que le inspira la cosita le lleva a imaginar un juego especialísimo. “Al lado del retrete hay una leñera oscura. Juanito entra repetidamente en la leñera diciendo: “Voy a mi retrete”. En una de estas ocasiones me asomo a la leñera para ver lo que hace en aquel oscuro rincón. Exhibe su órgano genital y dice: “Estoy haciendo pipí”.
Su padre nos comunica minuciosas observaciones referentes a sus relaciones eróticas con otros niños, de las cuales resulta, como en el adulto, una “elección de objeto”, durante semanas enteras me persigue en casa con la pregunta: “¿Cuándo me llevas otra vez a la pista de hielo a ver a mis niñas?”
Un niño de cinco años, primo de Juanito, viene a visitarlo. Juanito le abraza cariñosamente una y otra vez y le dice una de ellas: “¡Cuánto te quiero! “Es éste el primer rasgo de homosexualidad que hallamos en Juanito. ”Nos hemos mudado de casa. Juanito ha descubierto una niña de siete a ocho años. Desde entonces permanece horas enteras sentadas en el escalón que da acceso al balcón esperando ocasiones de admirarla. Sobre todo, a las cuatro de la tarde, cuando la niña de siete a ocho años. Una tarde que la niña no apareció en la ventana a la hora acostumbrada, Juanito se mostró agitado e inquieto y atormentó a todos los de la casa con reiteradas preguntas: “¿Cuándo viene la niña? ¿Dónde está la niña?”, etcétera. Cuando, por fin, apareció, exultó Juanito de gozo y no apartó ya los ojos de la casa frontera. La violencia con que surgió este “amor a distancia” tiene su explicación en el hecho de que Juanito carece de compañeros y compañeras de juego. Para el desarrollo normal del niño es indudablemente preciso el trato frecuente con otros niños.”
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