¿De qué manera se puede contribuir desde la psicología comunitaria a un cambio consciente y coherente de las prácticas sociales que van en contra de la convivencia armónica?
Enviado por lanacagoo • 10 de Agosto de 2016 • Informe • 790 Palabras (4 Páginas) • 362 Visitas
¿De qué manera se puede contribuir desde la psicología comunitaria a un cambio consciente y coherente de las prácticas sociales que van en contra de la convivencia armónica? y ¿cuáles serían las prácticas sociales que se deben tener en el grupo para que se dé una convivencia armoniosa?
La Psicología comunitaria entiende la comunidad como un espacio social donde se pueden desarrollar acciones colectivas organizadas hacia la transformación social y por tanto, constituye un espacio empírico de investigación y acción. (Montenegro, 2004) .
Lo principal para que exista un cambio coherente y consciente, es identificar la problemática social, es decir la situación que representa la falta de armonía y que tiene impacto negativo.
Cuando ese paso se ha dado, cada uno de los miembros debe ser consciente de que hay un problema que les afecta y que hay posibilidades de actuar para buscar la solución, es decir, la posibilidad (y deseabilidad) de la transformación de la condición problemática. Es muy importante que, al perseguir una transformación en una comunidad, esta se dé a través de la participación y el compromiso de los grupos organizados y de las personas interesadas en una comunidad, promover y lograr esa participación comprometida es un objetivo inmediato dentro de la finalidad más amplia de la transformación (Hernández, 1996; Montero, 1996).
Además, el apoyo social y solidaridad comunitaria frente a situaciones problemáticas de convivencia donde se tenga claro que el punto de partida es la autoconciencia y responsabilidad personal del ciudadano y la adopción de prácticas de acciones ciudadanas con sentido colectivo.
Tal como se describe en el modelo de cambio social, donde es necesario que la comunidad tome conciencia de sí misma, de sus necesidades y situaciones reales con el fin de descubrir en este proceso de concientización escenarios alternativos que se conviertan en estrategias para el cambio. Además, lo esencial es la implicación activa de toda la comunidad en el proyecto común de resolver sus problemas sociales, no se trata de una mera estrategia para mejorar la efectividad de la intervención sino de una condición necesaria para alcanzar una redistribución del poder de la comunidad. La participación de individuos y grupos de la comunidad, la cooperación de voluntarios, la formación de líderes de la comunidad, la creación de grupos de autoayuda o de nuevas redes sociales posibilita que el centro de poder y de control lo tenga la comunidad. (Buelga, Musitu, Vera, Ávila, & Arango, 2009) Y como menciona Martín-Baró el ser humano se transforma al ir cambiando su realidad por un proceso activo, el diálogo.
De esta manera, las personas se reúnen para decidir los objetivos de su acción, así como las formas de planificación y distribución de tareas en actividades concretas. Allí se negocia lo que es considerado como problemático en relación a la comunidad y cuáles serán las acciones adecuadas para afrontar tales problemas.
En ese sentido, una intervención psicosocial pensada en simetría, implica el diseño de programas, proyectos y metodología de intervención que sean capaces de leer los problemas sociales de manera compleja en donde intervengan, de manera simultánea, que exige que un problema anclado en el nivel individual de la persona deba ser interpretado a la luz de las realidades subjetivas e intersubjetivas de naturaleza relacional o colectiva. (Carrasco & Martínez, 2011)
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