Discipolina positiva

DISCIPLINA POSITIVA

¿QUÉ ES DISCIPLINA POSITIVA?  La Disciplina Positiva es efectiva con los preescolares porque es diferente a la disciplina convencional. No tiene nada que ver con el castigo (el cual muchas personas creen que es sinónimo de disciplina) y todo que ver con la enseñanza de valiosas habilidades sociales y de vida. La disciplina con niños pequeños supone decidir lo que vas a hacer y llevarlo a cabo hasta el final con amabilidad y firmeza, más que esperar que el niño “se comporte”.

Cuando tu hijo vaya madurando y adquiera más habilidades, podrás involucrarlo en el proceso de enfocarse en soluciones y participar en el establecimiento de los límites. De esta forma, él estará practicando sus habilidades de juicio, se sentirá más capaz y aprenderá a utilizar su poder y autonomía de formas constructivas; sin considerar que se sentirá más motivado a cumplir los límites y soluciones que él mismo ha ayudado a crear. Los principios de la Disciplina Positiva te ayudarán a construir una relación de amor y respeto con tu hijo que ayudará a resolver problemas en los años venideros. Las piezas fundamentales de la Disciplina Positiva incluyen:

 • Respeto mutuo. Los padres modelan la firmeza al respetarse a ellos mismos y las necesidades de la situación, y la amabilidad al respetar las necesidades y naturaleza única del niño.

 • Entender la creencia detrás del comportamiento. Todo comportamiento humano tiene un propósito. Serás mucho más eficiente para cambiar el comportamiento de tu hijo si entiendes su motivación. (Los niños empiezan a desarrollar creencias que forman su personalidad desde el día en que nacen.) Lidiar con la creencia es tan importante (si no es que más) como lidiar con el comportamiento.

 • Comunicación efectiva. Padres e hijos (incluso muy pequeños) pueden aprender a escuchar y utilizar palabras respetuosas para pedir lo que necesitan. Los padres aprenderán que los niños “escuchan” mejor cuando son invitados a pensar y participar en lugar de que les ordene qué pensar y hacer. También estarán modelando la escucha que esperan de sus hijos.

 • Comprender el mundo del niño. Los niños pasan por diferentes etapas de desarrollo. Al aprender acerca de los retos de desarrollo que enfrenta tu niño y al tomar en cuenta otras variables como el orden de nacimiento, el temperamento y la presencia (o ausencia) de habilidades sociales y emocionales, su comportamiento será más fácil de comprender. Cuando entiendes su mundo, puedes elegir mejores respuestas a su comportamiento.

• Una disciplina que enseñe. Una disciplina eficiente enseñará importantes habilidades sociales y de vida y no será ni permisiva ni punitiva.

• Enfocarse en la solución en lugar del castigo. La culpa nunca resuelve los problemas. Al principio, tú decidirás como abordar los retos y problemas. Cuando tu hijo vaya creciendo y desarrollándose, aprenderán a trabajar juntos para encontrar soluciones respetuosas y útiles para los desafíos que enfrenten, desde la limonada derramada, hasta la hora de dormir.

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