EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO RESENCION

EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO

El prefacio del libro fue escrito por José Benigno  Freiere, quien redacta una introducción  a la obra del autor el Doctor Victor Frankl, quien  fue además de Psiquiatra escritor, siempre realizó  una misma pregunta a sus pacientes “ ¿por no se suicidaría usted?, con lo que logra obtener las respuestas que le sirvieron para aplicar la logoterapia.

José Benigno, nos describe como la obra de Frankl, muestra la actuación ser Humano cuando lo ha perdido todo, menos una razón para vivir.

“El sentido de la vida, en su acepción Frankliana es así de natural: amores, amistades, proyectos, obligaciones, nostalgias…, todo aquello capaz de servir de palanca para la acción concreta y cotidiana.”

PRIMERA  PARTE: Un psicólogo en el campo de concentración.

En esta parte el Doctor Frankl nos describe las experiencias que tuvo como sobreviviente de un campo de concentración Nazi, pequeños y en los cuales se vivió un exterminio de los Judíos.

Menciona como los  de la SS, realizaban una selección de los reclusos y como a los enfermos, los viejos y los que no podían trabajar eran destinados inminentemente a morir en cámaras de gas

 A los internos se les asignaba un número, que  se tatuaba  en la piel y se les ponía también en determinada parte de la poca ropa  que les quedaba.

Una vez en los campos de concentración se producía una continua selección pasiva  entre los propios internos, en general lograban sobrevivir los endurecidos quienes ya habían perdido todos los escrúpulos, sirviéndose de la fuerza bruta, robo y traición.

PRIMERA FASE I

Internamiento en el campo, el prisionero sufre un estado de Shock.

Al llegar a la estación de AUCHWITZ,  los dividen en dos filas una de hombres y otra de mujeres y se realizaba la primera selección donde el 90 % era enviado a los crematorios, los salvados eran llevados a desinfectarse, les quitaban todas sus pertenencias y eran rapados.

En la primera fase del Shock el prisionero perdía el miedo a las cámaras de gas ya que esto les ahorraba el suicidio, se les prohibía ayudar a cualquier prisionero que tratara de suicidarse.

SEGUNDA FASE.

El prisionero sufre una muerte emocional, un adormecimiento  de las emociones  como mecanismo de autodefensa  ayudado por factores como:

La apatía, potenciada por el hambre y la falta de sueño y la irritabilidad.

La carencia de alimentos  provocaba en los internos alto  grado de desnutrición, lo que mentalmente hacia  centrarse al prisionero en conseguir alimentos, lo que inhibía cualquier otro deseo, como el  sexual se encuentra ante un vacío de sentimientos no le importa la política ni religión.

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