EL SUICIDIO “La vida es cuesta arriba, pero la vista es maravillosa”.

“La vida es cuesta arriba, pero la vista es maravillosa”.

Bueno, todos se preguntarán ¿por qué llegó a este tema? Mi vida es “perfecta” y no tengo razones para llegar a tal punto.

Todos tenemos problemas, unos más profundos que otros, pero... Debemos ser fuertes para poder enfrentarlos con la cabeza bien puesta. Tal vez nosotros no suframos o nunca hayamos pensando en cometer suicidio, pero no nos damos cuenta que a nuestro alrededor existen personas que sufren de depresión, que sufren y están heridos en lo más profundo de su corazón. Y a veces nos damos cuenta de esto y no hacemos nada para ayudarlos. Aunque no siempre nos damos cuenta que alguien sufre dentro de su corazón, y decimos que no lo notábamos, nos preguntamos el por qué esta persona querría atentar contra su vida.

Nosotros no podemos entender qué sucede en la cabeza de estar personas, pero por lo menos podemos hacer para ayudarlos, para convencerlos de que la vida es bella cuando hacemos de ella lo mejor.

Bueno, se preguntarán por qué toco este tema. Un día mientras estaba en clase, la profesora de Castellano llega triste contándonos que el hijo de una persona cercana había cometido suicidio, nos dice que su familia nunca se dio cuenta que él estuviera pensando en esto. En ese momento sentí dolor pero no pensé en la gravedad de la situación. Fue entonces cuando después de haber asistido a un retiro espiritual y escuche múltiples testimonios de unos jóvenes, me di cuenta que a veces dejamos solas a las personas, tenemos la oportunidad de ayudarlas, de hablarles y no hacemos nada por socorrerlos.

Yo tengo mis altos y bajos como cualquier otra persona, tal vez más que otras personas. Pero así mismo hay personas que sufren más que yo, más que ustedes.

Hoy quiero invitarlos a que hablen más con las personas a su alrededor, demuestren su cariño, les muestren que vivir es hermoso. Cuando vemos a alguien sufrir debemos  acercarnos y preguntar, ¿qué te sucede? ¿Estás bien? No sabemos cuál sea la razón por la cual esa persona está sufriendo, pero podemos ofrecerle nuestra ayuda, nuestro cariño, nuestra compañía, demostrarles a ellos que no están solos.

A esas personas que ya han hecho un intento de suicidio, han atentado contra su vida o incluso lo han pensado, quiero preguntarles, dime ¿qué te hace odiarte? ¿Crees que has vivido lo suficiente o que no estando aquí libraras a alguien más? NO. Nadie está solo en esta vida, todos tenemos a alguien que se preocupa por nosotros, que está ahí presente aunque no se haga notar, nuestros amigos, nuestra familia, todas aquellas que se encuentran cerca de nosotros. Yo sé que no los ves, no lo sientes cerca de ti, pero ellos están ahí deseando lo mejor para ti, y nunca estarás solo porque Dios está siempre ahí contigo, acompañándote y tratando de hacer que tomes las decisiones que sean mejor para ti. Al tomar la decisión de atentar contra tu vida no solo estás afectando tu vida, sino que estas contagiando ese dolor a las personas que están cerca de ti, estarás afectando a cada uno de ellos con tu dolor, así como se contagia la felicidad, el dolor también.

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