ESTRATEGIAS PARA FAVORECER LA SOCIALIZACIÓN EN EL NIÑO DE NIVEL PREESCOLAR
Enviado por Maryxe • 5 de Mayo de 2016 • Informe • 5.001 Palabras (21 Páginas) • 816 Visitas
ESTRATEGIAS PARA FAVORECER LA SOCIALIZACIÓN EN EL NIÑO DE NIVEL PREESCOLAR Propuesta de solución al problema del Jardín de Niños Ricardo Flores Magón | Marylin Chávez Padilla Panorama actual de la educación básica en México |
PROBLEMATICAS OBSERVADAS EN EL JARDÍN DE NIÑOS
RICARDO FLORES MAGÓN
PROBLEMATICA | CAUSAS | CONSECUENCIAS |
No hay buenas estrategias por parte de las docentes para socializar a los niños | -Falta de involucración por parte de las docentes -Falta de capacitación docente
| Bajo aprovechamiento escolar y falta de interés en las clases. |
MARCO TEÓRICO
La Importancia del Juego en la Socialización
Muchos investigadores han afirmado que en el proceso de aprendizaje del niño está presente en él una sinfonía de características que pueden despertar el desarrollo de su aprendizaje y favorecer la socialización. Por lo tanto, todo educador debe estar consciente de que los niños son seres únicos; y que la etapa de la niñez representa el momento propicio para favorecer el desarrollo y aprendizaje que la sociedad demande en cada individuo. Siempre y cuando entiendan y comprendan que ciertas características pueden ayudar a alcanzar los objetivos planteados por la Educación Preescolar.
En la época contemporánea, gracias a los avances científicos, se sabe que mucha de las cosas que el niño aprende en edad preescolar lo hace a través de las actividades propias de su edad, y que hacen que el niño aprenda de manera fácil. Se puede afirmar que el juego, es una actividad propia del niño; del mismo modo, cuando alguien se interesa por algo se esmera por llevarlo a cabo; e igualmente, el juego, según Vygotski, "es una de las principales actividades del niño, más allá de sus atributos como ejercicio funcional, valor expresivo y carácter elaborativo, el juego propicia el desarrollo cognitivo, emocional y social, a la vez que sirve como una herramienta de la mente que habilita a los niños para regular y organizar la conducta[1]
Por experiencia sabemos que el juego es un caso característico de conducta despreciada por la escuela tradicional, porque para ellos les parecía carente de significación educativa. Pero no cabe duda que los avances de la ciencia nos han hecho ver que la mejor forma de desarrollar el aprendizaje y la socialización es a través del juego, pues en ello el niño pone de manifiesto el interés, las inquietudes, manifiesta la comunicación con los demás, se establecen relaciones sociales y aprenden a conocer sus realidades. Es también representación y comunicación del mundo exterior, aunque los adultos cuando ven jugar a un niño, acostumbran a decir que son meros pasatiempo, que con el paso de los años, serán sustituidos por las actividades útiles. Pero habría que recordarles que "el juego es una de las principales actividades del niño donde se desarrollan sus habilidades sociales"[2].
El niño, todo el tiempo está jugando, a la vez está experimentando, explorando, descubriendo su entorno; de esta forma, sin darse cuenta aprende, adquiere nociones de espacio y tiempo, desarrolla su cuerpo, al mismo tiempo da vida a los objetos y a las situaciones; del mismo modo, le resulta agradable, pues a través de él descarga la energía del cuerpo, libera tenciones familiares, sirviendo además para las coordinaciones musculares, El juego, es un medio fundamental para la estructuración del lenguaje y el pensamiento.
Jean Chateau, nos afirma que "el juego es sobre todo una forma de asimilación, empezando desde la infancia y continuando hasta la etapa del pensamiento operacional concreto, el niño usa el juego para adaptar los hechos de la realidad, permite transformar lo real por asimilación a las realidades"[3]; y desde este punto de vista cumple un papel fundamental, porque proporciona al niño un medio de expresión propia y le permite, además, resolver problemáticas mediante los conflictos que se plantean en el mundo de los adultos.
Por las ideas anteriores solo queda por aclarar que el juego es una de las actividades fundamentales en la vida del niño, a través de que puede integrarse en las actividades que realiza el grupo escolar; y al mismo tiempo relacionarse e interactuar con los demás compañeros. Y de igual forma le da la libertad de movimiento, acción y desarrollo, de sus habilidades motrices.
Características del Juego en Edad Preescolar
Por las ideas del apartado anterior, nos queda claro que el niño puede pasarse las horas jugando, y es capaz de no cansarse; dentro de esta actividad, está llenando su mente de información nueva que le aportan sus compañeros, de las observaciones que realiza, de los objetos que manipula y del entorno que le rodea. Es en estos momentos que como educadores debemos de llevar al niño a espacios de socialización, porque dentro del mismo juego aprende a ser sociable, observando ciertas normas o reglas de convivencia y de participación, a la que habrá de sujetarse.
En la edad preescolar los infantes se expresan de distintas formas, toda actividad implica pensamientos y afectos, necesita pelear para medir su fuerza y al mismo tiempo es competitivo; el juego del niño en edad de preescolar se caracteriza por experimentar la vida, representando todo tipo de juguetes, imitando algún animal, simula viajar en camión o juega a la casita para experimentar los roles que algún día interpretará como adulto. El juego en el niño de preescolar también se caracteriza por "provocar en él una sensación continua de exploración y de descubrimiento. Los descubrimientos son efectuados a partir de los estímulos que el mundo externo presenta al niño, como así también de sus aptitudes y gustos personales"[4].
No cabe duda, que a través del juego el niño se relaciona con el mundo que le rodea, ayudándole a construir su lenguaje, que más tarde pasará a ser un elemento fundamental en todos sus juegos. Se considera a sí mismo como un ejercicio que desarrolla su fuerza física, la coordinación, la habilidad y la agilidad. Del mismo modo, muchos teóricos ven al juego como un proceso de gran ayuda para desarrollar la capacidad de concentración, de desarrollo cognoscitivo y la tendencia a explorar y crear.
Por lo tanto, el aprendizaje que se le ofrezca al niño en la escuela, ya no debe ser rígidamente académico, nos orientaríamos a tener que propiciar un desarrollo global y armónico, tomando en cuenta las características propias, las necesidades e inquietudes de nuestros niños.
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