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El complejo fraterno - Dr. Luis Kansiper (Psicoanalista) (Año 1998)


Enviado por   •  26 de Mayo de 2016  •  Reseña  •  7.156 Palabras (29 Páginas)  •  330 Visitas

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         El complejo fraterno - Dr. Luis Kansiper (Psicoanalista)  (Año  1998)                                                                                                        

El triángulo que configura el Complejo de Edipo fue profundamente estudiado por Sigmund Freud, y desarrollado posteriormente por otros psicoanalistas como Jacques Lacan. Pero no ocurrió lo mismo sobre el “Complejo Fraterno” o “Complejo de Caín”, situación vinculada a la dramática que se instala entre los hermanos, lo cual está siendo analizado en  este milenio por psicoanalistas tales como Luis Kansiper, en Argentina, quien  ha desarrollado en recientes congresos internacionales los aportes teóricos sobre esta problemática, acerca  de la cual se sintetizan a continuación las ideas centrales.

En primer lugar, deberemos partir de la premisa de que en el alma humana habitan varias lógicas ( y no siempre   y/ o no necesariamente hay entre ellas convergencia o armonía) :

  1. Hay una lógica consciente, de la voluntad, del mandato moral, etc.
  2. Y hay también una lógica inconsciente, del deseo, de la fantasía irracional, la cual tiene su propia lógica, y que muchas veces no es convergente con la anterior.

Sólo a partir de reconocer la existencia de esta “lógica del inconsciente” podremos desandar este camino de indagación acerca del Complejo Fraterno. Para comenzar a transitar este camino, partiremos del interrogante: Qué es un hermano?, para adentrarnos luego en las fantasías inconscientes que suelen desplegarse ante éste, para ejemplificar algunas situaciones .

Qué es un hermano?  Un hermano es un semejante demasiado semejante a mí, y, a la vez, la primera aparición de lo extraño dentro de mi propia vida. Un hermano es un doble nuestro, un espejo donde uno necesita reflejarse y con el cual uno necesita confrontar para poder encontrar la propia identidad.

En el devenir humano, resulta claro que es necesario desprenderse de los propios padres para poder vivir la propia vida. Así, también es necesario desprenderse de los propios hermanos para poder lograr una adecuada inserción en el lazo social. La explicación de esto se vincula con la Transferencia, proceso inconsciente que explicó el Psicoanálisis Freudiano y que implica la actualización, en el aquí y ahora de mi situación cotidiana, de sentimientos, emociones, afectos vividos en otra etapa anterior de nuestra historia personal, y que se dramatizan en vínculos actuales.  Así, aquel que no haya superado los conflictos con sus hermanos, tendrá conflictos con su pareja, y/o con algún/os hijos, y/ o con algun/os compañeros de trabajo, etc., porque repite en su cotidianidad, transferencialmente, una rivalidad que no ha podido enfrentar o superar, porque actualiza en el aquí y ahora de algunos de sus  vínculos el drama de una confrontación que no ha podido elaborar. Confrontar es, en este sentido, un término fundamental. Confrontar no es enfrentarse. Confrontar es ir de frente, es reconocer la existencia de un oponente. Pero ser oponente no es equivalente a ser enemigo. Cada uno de nosotros debe oponerse a otro para poder afirmarse a sí mismo. Y, para ello, es necesario comprender que la afirmación de uno mismo no es ni tiene por qué ser la destrucción del otro. Para ello, sería necesario reconocer que así como el Amor es fundamental para la constitución de la subjetividad humana, también el Odio es fundamental. Pero odiar no es necesariamente  destruir. Debemos aprender a admitir la alteridad (aceptar la presencia y las características del Otro, que es diferente de mí)   y la mismidad ( a aceptarme a mí mismo con mis propias características) .

Las fantasías inconscientes ante la presencia del “doble”: El Complejo Fraterno se vincula con las fantasías  inconscientes que se despliegan ante la existencia de este doble, tan semejante a mí, pero, a la vez, otro. Luis Kansiper menciona la existencia de dos tipos de fantasías, que aparecen en el vínculo fraterno:

  1. Fantasías furtivas ( de robo, de expropiación al otro de sus objetos: “ lo que tengo es porque se lo robé al otro, o lo que el otro tiene es porque me lo robó a mí, y así se explican emociones vinculadas a la culpa o al resentimiento)
  2. Fantasías de excomulgación, de expulsión (“como yo tengo más que mi hermano, seré castigado, por lo que debo sufrir la segregación, el aislamiento, la ex - patriación,etc.”)

Muchas personas viven toda su vida con un miedo permanente (inconsciente)  porque temen , no sólo a los poderes celestiales ( el castigo por parte de la autoridad- sus padres simbólicos), sino porque temen el castigo de sus pares, sus hermanos simbólicos . El hijo privilegiado vive una vida desgraciada porque elabora una “fantasía de vasos comunicantes “, en función de una representación imaginaria a partir de la cual siente que lo propio que tiene es porque se lo quitó al otro , a su hermano. Y entonces aparece la culpa, que acompaña al sujeto durante toda su vida, a veces consciente y a veces en forma inconsciente. Esa culpa aparece, según los casos y circunstancias, con dos manifestaciones básicas: 1) el sujeto siente la culpa, por lo que vive en un cuadro de angustia permanente; y  2) el sujeto no siente conscientemente  la culpa, pero inconscientemente busca ser castigado y vive la desdicha de no poder disfrutar de lo que debería ser un motivo de felicidad.

Por ejemplo: ese que choca después de una pelea con un ser querido, o ese que sufre un tremendo cólico renal justo el día anterior en el que debe partir a ese viaje tan ansiado, o el que se busca (en su trabajo o en su casa) un verdugo con vocación ( porque necesita que lo “verdugueen”), o aquel otro que crea un verdugo donde no había un verdugo, porque necesita tener uno, etc. La Biblia ya trae este tema, en torno de la clásica historia de Caín y Abel. Aquel que tiene culpa nunca tiene paz, vive en un exilio permanente. Mientras dura el remordimiento, dura la culpa. Esto se intensifica con un hermano muerto, o con un hermano discapacitado ( lo siniestro en mi semejante), o con un hermano loco ( un muerto en vida)  por lo que el hijo sano ( o el hijo vivo) opera como un hijo de reemplazo, por lo que posee una sub-identidad ( ya que ,como es un sobreviviente, tiene la fantasía de estar reemplazando al otro( muerto, discapacitado , enfermo o psicótico ) , con una cantidad de culpas inconscientes no sólo con el hermano , sino también con sus padres que han quedado heridos por la pérdida.

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