El ello, el yo y el superyó
Enviado por sofiaabascal • 13 de Septiembre de 2015 • Síntesis • 2.206 Palabras (9 Páginas) • 526 Visitas
Capítulo III. TOPOGRAFÍA DEL APARATO PSÍQUICO
Resumen de capítulo:
En este tercer capítulo, Tallaferro (1990) recolecta información, no solo del mismo Freud, sino de diferentes autores para exponer el modelo psíquico.
Freud, creó la metapsicología –una estructura topográfica hipotética- con el propósito de mantener, estructurar y hacer comprensible su teoría. Esta estructura le permitió ir colocando las diferentes fuerzas psíquicas que la conformaban en un solo conjunto, donde operarían dinámicamente.
Este sistema metapsicológico del aparato psíquico, esta denominado y fragmentado en inconsciente, preconsciente y consciente. A su vez, dentro de estos fragmentos, existen tres instancias o localizaciones, que operan en diferentes planos y poseen las características propias de ese nivel de la actividad psíquica: el ello, el yo y el superyó (Tallaferro, 1990).
El sistema inconsciente
El inconsciente, en su concepto es totalmente teórico y empírico. Solo se le conoce en su forma consciente, por sus contenidos -equivalentes instintivos: elementos instintivos que se expresan como emociones- y por el modo de actuar –proceso primario: reglas, que modifican los procesos psíquicos inconscientes para volverlos conscientes-. Además, por las representaciones de hechos, objetos y órganos.
El inconsciente tiene distintas características: no existe la cronología, ni la contradicción –por ej. El amor y el odio coexisten-, para expresarse utiliza símbolos, los valores que le da a la realidad interna y externa son iguales, el placer y la satisfacción predominan.
Se le llama inconsciente reprimido, a los elementos que son diferentes, aquellos que deben permanecer inconscientes y no tienen un acceso libre al sistema consciente. Sin embargo, algunos elementos reprimidos del inconsciente -a pesar de estar sometidos a sus leyes- pueden hacerse conscientes. Aquellos que no pueden, lo logran a través de vías indirectas que alcanzan el consciente en forma de síntomas o sueños.
En el modelo hipotético de Freud, la totalidad del ello, parte del yo y del superyó, están ubicados en el sistema inconsciente (Tallaferro, 1990).
El sistema preconsciente
Según la topografía del modelo psíquico, este sistema se ubica entre el consciente y el inconsciente, por lo que está relacionado con la realidad externa y el inconsciente. Su contenido está compuesto por elementos que vienen del inconsciente al consciente, y del consciente al inconsciente.
Está maniobrado por el proceso primario pero también tiene leyes propias que constituyen el proceso secundario (Tallaferro, 1990).
El sistema consciente
Tallaferro (1990) señala que el consciente es un órgano sensorial y de percepción, con la capacidad de percibir procesos de distintas procedencias y está ubicado en el límite de lo interno y lo externo.
Para que un suceso psíquico llegue a ser consciente, debe recorrer todos los escalones del sistema psíquico.
Existe un detector o amortiguador de estímulos, que ayuda a que un estímulo del exterior llegue al consciente sin una perturbación que afecte el equilibrio psíquico del organismo. Este aparato protector –localizado en la corteza cerebral- capacita al hombre para regular su vida psíquica, conservar el reposo y mantener en equilibrio su energía.
Las instancias del aparato psíquico. El ello
El ello se manda por el principio del placer, es un ser primitivo sin frenos y todas sus partes son inconscientes. Asimismo, es todo lo que el individuo trae consigo desde el nacimiento.
Los impulsos instintivos componen la mayor parte ello, la otra parte lo componen los instintos. La función de los impulsos instintivos es la de alcanzar su fin sin pensar enteramente en los medios. Por otro lado, el instinto hace que el organismo se valga de medios adecuados para alcanzar su fin.
En 1920, cuando Freud habla de los instintos de vida y de muerte, también trata de colocar a la psicología sobre la base biológica, porque en el sentido psicoanalítico “instinto” representa una tentativa de unificar lo somático con lo psíquico.
Los instintos tienen equivalentes psíquicos, como lo son las tendencias, las excitaciones, deseos, fantasías y representaciones que, pueden llegar a la consciencia –con forma preconsciente- sin son asociados afectivamente.
Las características de los instintos son la fuente de origen, el impulso, el objeto y el fin.
Libido
En psicoanálisis, el término se usa para hablar del placer y deseo sexual. El término sexual simplemente es la obtención de placer.
El yo
El yo está en una constante interacción con el exterior y las pulsiones internas debido a su ubicación –que coincide parcialmente con el sistema de percepción-. Es un receptor de impulsos que vienen del mundo interno y el externo. Es muy organizado y tiene la capacidad de enviar todas las predisposiciones del ello hacia un fin determinado, los unifica en forma de sentimientos, acciones o voliciones. Es un mediador entre el ello, la realidad y el superyó.
El yo también actúa sobre el organismo, es capaz de simular la realización de un deseo. Una persona normal puede modificar el mundo exterior con la finalidad de satisfacer un impulso del ello, en una manera socialmente aceptable. Esta modificación se llama aloplastía.
Asimismo, el yo tiene la función de hacer un examen de la realidad: comprobar la existencia de esta por medio de la actividad motriz, por ej. “en la duda sobre la realidad de un objeto, lo primero que trata de hacer el sujeto es tocarlo.” También hacer un trabajo de síntesis: es cuando el yo del sujeto ya sabe si el elemento existe en el mundo exterior, o si solo es un producto de la fantasía, esto es sentido de la realidad (Tallaferro, 1990).
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