Ensayo: El hombre en busca de sentido
Enviado por Milena Mota • 2 de Agosto de 2018 • Ensayo • 1.902 Palabras (8 Páginas) • 168 Visitas
ENSAYO DEL LIBRO:
“El hombre en busca de sentido”
Autor: Víctor Frankl
En este libro se habla de una de las cosas más anheladas por el hombre, encontrar el sentido de la vida. También relata sus experiencias como un “prisionero común” dentro de un campo de concentración.
A lo largo del libro, él narra con detalle la terrible experiencia que tuvo que vivir, no sólo él sino muchas personas que el destino llevó a ese lugar. Lo impactante del libro, además de las situaciones que él describe, es cómo él le encontró un sentido a ese sufrimiento pero no sólo para él sino como un gran aporte a la Psicología por medio de la Logoterapia extendiendo su ayuda a muchísimas personas.
El Sr. Victor Frankl divide el material recogido y las experiencias de los prisioneros en tres fases de reacciones mentales de los internados, las cuales son:
- Su internamiento
- La vida en el campo
- Su liberación.
Uno de los síntomas que caracteriza la primera fase es el shock, pero dependiendo de ciertas condiciones esté puede presentar incluso después del inicio de la segunda etapa. Durante la etapa del internamiento los ingresados son recibidos por un grupo de prisioneros que daban la impresión de estar bien alimentados y que parecían conservar cierto “humor” lo que causo que el Dr. Victor Frankl se aferrara a su innato optimismo aferrándose al siguiente pensamiento:
“Los prisioneros tiene buen aspecto, parecen estar de buen humor, incluso se ríen, ¿Quién sabe? Tal vez consiga compartir su favorable posición”
Hay en psiquiatría un estado de ánimo que se conoce como la “ilusión del indulto”, según el cual el condenado a muerte, en el instante antes de su ejecución, concibe la ilusión de que le indultaran en el último segundo. De este mismo modo todos los formaban parte de dicha expedición vivían constantemente con la ilusión de que serían liberados, de que al final todo iba a salir muy bien.
Bajo estas circunstancias el Dr. Víctor Frankl comprendió que no podía hacer otra cosa que dejar que las cosas siguieran su curso, como así sería a partir de entonces muchas veces más.
Luego de la primera etapa, la selección, los hombres esperaron en un cobertizo que parecía ser la antesala de la cámara de desinfección en donde los mismos fueron despojados de todas sus pertenencias quedando así solo en posesión de su “existencia desnuda”, lo que hizo que la verdad sea evidente para el Dr. Victor Frankl, lo cual significo el punto culminante de la primera fase de su reacción psicológica borrando así de su conciencia toda su vida anterior.
Luego de estos hombres ser sometidos a semejantes crueldades, castigos tales como estar de pie a la intemperie en el frio de finales de otoño, completamente desnudos y todavía mojados por la ducha, durmiendo 9 hombres en una sola litera comiendo raciones mínimas de comida, El Dr. Victor Frankl recordó una afirmación de Dostoyevski que asegura terminantemente que el hombre es un ser que puede ser utilizado para cualquier cosa.
En la primera fase del shock, el prisionero no temía a la muerte. Pasados los primeros días, incluso las cámaras de gas perdían para él todo su terror; ya que al final estos solo representaban vías rápidas para terminar con su existencia ahorrándoles así el tener que suicidarse.
El Dr. Victor cita una frase de Lessing que dice “Hay cosas que deben haceros perder la razón, o entonces es que no tenéis ninguna razón que perder”, es decir, ante una situación anormal, la reacción normal constituye una conducta anormal.
Dentro de la segunda etapa “la vida en el campo” nos encontramos con que el prisionero pasa de la primera a segunda fase, una fase de apatía relativa que se refleja como un tipo de muerte emocional. En esta etapa de sus reacciones psicológicas el prisionero era capaz de mostrarse impertérrito ante las crueldades y horrores que le sucedían tanto a él como a los demás reclusos ya que sus sentimientos se habían embotado y reprimido.
La apatía, la supresión de las emociones y esa sensación de que nunca más les importaría nada eran los síntomas de esta segunda etapa, lo que los hacía insensibles a los golpes diarios casi continuos y desarrollaba en el prisionero un caparazón protector casi necesario.
Esta apatía constituía el síntoma principal de la segunda fase y se convirtió en un mecanismo necesario de autodefensa permitiéndoles así a los prisioneros soportar su estadía aparentemente ilimitada en el campo de concentración, ya que sus emociones se concentraban a la mera tarea de la conservación de sus vidas y las de sus compañeros, más allá de esto lo demás carecía de valor o sentido para ellos.
En la mayoría de los prisioneros, la vida primitiva y el esfuerce de tener que concentrarse precisamente en salvar el pellejo llevaba a un abandono total de lo que no sirviera a tal propósito, lo que explicaba la ausencia total de sentimentalismo en los prisioneros.
Una de las partes del libro que más me impactó fue cuando él trataba de olvidarse de su realidad y al sentirse verdaderamente solitario, traía a su mente el recuerdo y la imagen de su esposa. En ese momento pudo comprender la magia del amor. Que el amor es el fin último del hombre y que, sin él, la vida no tiene sentido. Concuerdo en que, aun careciendo de muchas cosas materiales, el sólo saber que alguien le ama a uno de manera especial, causa una sensación de llenura, una felicidad indescriptible, una emoción inigualable. El verdadero amor va más allá de la presencia física o no del ser amado, se internaliza el sentimiento y se ama aún a la distancia. El encontró una conexión con su esposa y platicaba con ella, esa era su forma de escapar de su triste realidad.
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