Estudios sobre la histeria

Estudios sobre la histeria, publicado junto a Joseph Breuer, donde era un médico y fisiólogo que trató por primera vez a un paciente de Freud, y este caso marca el inicio de la terapia psicoanalítica. La paciente Anna O (realmente se llamaba Bertha Von Pappenheim) presentaba síntomas de histeria, como dificultades para hablar o escuchar, e incluso parálisis. Breuer se dio cuenta que sus síntomas disminuían cuando ella entraba a una autohipnosis, al entrar en este estado hablaba de sus síntomas, incluso recordó acontecimientos olvidados que serían la causa de estos síntomas (como la incapacidad de beber agua que tenia origen luego de ver a un perro beber agua de un vaso.) en el momento que recordó este suceso, pudo tomar un vaso de agua. En cierto sentido ella inventó la psicoterapia, ya que su caso (junto otros más) en el siglo XIX, las pacientes indicaban la manera en la cual deberían ser tratadas de la histeria, ella fijó su propio programa y arreglándoselas para identificar las causas de sus síntomas por medio de un término llamado “la cura de charlas”. A pesar de estar en la creación del psicoanálisis Breuer nunca le dedicó palabras elogiosas. Freud no estuvo involucrado con Anna O, pero si con Breuer donde más adelante colaboraría en la utilización de la cura de charlas y formulación de la teoría general.

En estudios sobre la histeria incluyen el caso de Anna O y otros casos tratados por Freud y un capítulo de naturaleza teórica, en este último ambos argumentan que las histéricas se enferman por sufrir por los recuerdos, ellas representan un trauma reprimido, en vez elaborar las emociones negativas, estas se reprimen y sobrevive en el inconsciente que luego se manifiesta como síntoma. En estado de hipnosis la experiencia puede ser revivida, donde el afecto es desestrangulado y de esta forma el síntoma conectado con el trauma desaparece. En estos estudios Breuer y Freud comienzan a alejarse de la visión puramente médico-fisiológica de la histeria aproximándose a una visión más psicológica. Freud se percataría de que la hipnosis no era el único medio para acceder a los deseos y el inconsciente, ahora los pacientes gracias a la guía de un terapeuta podían sondear (averiguar) poco a poco su inconsciente.

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