Etica en la Procreacion
Enviado por MarianoCazaux • 18 de Agosto de 2017 • Informe • 1.149 Palabras (5 Páginas) • 181 Visitas
En el siguiente trabajo se argumentara el texto de Rhonheimer, “Ética de la Procreación”, analizando distintos aspectos. Principalmente, los distintos tipos de relaciones sexuales, ya sea anticonceptivas y aquellas mantenidas bajo la practica de la continencia periódica. También se analizara porque la anticoncepción es contraria a ley natural, y la importancia de la responsabilidad en la procreación y concepción de una nueva vida.
Hay dos clases de relaciones sexuales anticonceptivas las cuales difieren en gran parte debido a su comportamiento. Estas son las relaciones sexuales donde se practica la continencia periódica y las relaciones sexuales con el uso de anticonceptivos.
En primer lugar, se debe reconocer el principio de inseparabilidad, el cual se refiere a la unión espíritu-corpórea del hombre. La cual consiste en que el hombre es un ser corporal y a la vez un espíritu, en el cual su actuar responde a dicha unión. Es por eso que durante el acto de la concepción no solamente hay un lado corporal, sino que también existe un lado espiritual. Donde la procreación vendría a ser el acto corporal y el amor el lado espiritual. De aquí se puede deducir que el acto conyugal consiste en una entrega reciproca, ya sea espiritual y corporal, dando origen a una unión amorosa. Que como consecuencia de esa entrega amorosa, puede dar o no, la creación de una nueva vida.
En las relaciones sexuales anticonceptivas, lo que se evita es la concepción, sin modificar la conducta sexual de la pareja. En estos casos alguno de los cónyuges o los dos, utiliza algún método que evita la procreación, es decir, evitando así la fecundación. Esto lleva a que el acto sexual suceda de manera irresponsable, sin dar lugar a la concepción de una nueva vida. Lo que genera la perdida de este actuar responsable procreativamente y atacando la integridad de la persona y al amor conyugal.
Por otro lado, la continencia periódica, se basa en la realización del acto sexual solamente en aquellos periodos en que la mujer no puede ser fecundada, y absteniéndose el resto de los días. Por lo que este método nunca va en contra del objeto del acto conyugal, y tampoco evita la fecundación, ya que el acto sexual solamente se produce cuando la fecundación no es posible. A su vez este método adquiere mayor responsabilidad, ya que por razones de responsabilidad la pareja decide abstenerse y modificar su comportamiento sexual.
Es por eso que se establece que la anticoncepción es contraria a la ley natural, ya que por ley natural se entiende como una regla racional en la cual dividimos nuestras acciones moralmente buenas de acciones moralmente malas. Esta ley moral no es algo que sirva como objeto del conocimiento humano, sino que vienen directamente con la razón y que es parte de la naturaleza humana. Que tiene como fin guiar al hombre a actuar libre y responsablemente.
A partir de esta afirmación se pueden establecer distintas teorías de porque la anticoncepción va en contra de la persona humana. Principalmente, porque agrede un acto moralmente bueno, junto con la dignidad y bien del hombre, y por esa razón atenta contra la voluntad de dios y su plan amoroso para el hombre.
Los distintos métodos anticonceptivos típicos consisten en la actitud básica de excluir del amor conyugal los objetivos procreadores, ya sea planificando la cantidad de hijos o evitando la concepción durante un periodo determinado. También es utilizado para que los cónyuges eviten la posibles cargas y limitaciones que derivan de criar y educar a un hijo, lo que lleva a que no sea un acto de paternidad responsable sino a uno de falta de paternidad.
La continencia periódica también sirve de medio para evitar la concepción de un hijo, aunque en ningún momento atenta la moral y el bien del hombre (es intachable desde el punto de vista ético). Ya que no se practica con una mentalidad anticonceptiva, sino que se lleva a cabo de manera responsable y nunca contradiciendo la voluntad de dios. Es por eso que se puede decir que la anticoncepción es moralmente errónea y la continencia periódica no, ya que en ningún momento esta va en contra de la naturaleza de Dios y del plan divino que tiene para el hombre.
Desde el punto de vista naturalista, se establece que la anticoncepción impide el desarrollo de un proceso natural, y que la naturaleza es creada por dios, por lo tanto la perversión del proceso natural de la creación es inmoral y va totalmente en contra de la naturaleza de dios. A su vez, la naturaleza tiene un orden impuesto por el creador divino, por lo tanto la alteración de dicho orden lleva a que se cometa un acto inmoral, agrediendo la voluntad de Dios.
Por otro lado, en el acto de la creación el hombre es simplemente un colaborador de Dios, transmitiendo la vida humana, mientras que dios lleva a cabo el rol fundamental creando el alma.
Con respecto a la postura contra-life se puede decir que los distintos métodos anticonceptivos agreden y van en contra de la vida humana. Justamente por esto se califican como moralmente erróneos, ya que en ningún momento el hombre puede ir en contra de su bien fundamental, la vida.
A su vez la responsabilidad procreativa es un comportamiento sexual plenamente integrado en la vida espiritual, ya que exige una especie de autocontrol y autodominio conforme a la virtud. Por lo que su integración es de gran importancia para la perfección de la unidad corpóreo-espiritual del hombre.
Para todo el reino animal la naturaleza ha enseñado la inclinación y unión de los sexos opuestos. A diferencia de los animales, el ser humano se caracteriza por seguir su propia razón y voluntad y ejecutarla de manera responsable, intentando siempre interpretar y realizar la voluntad de dios. Ya que si el hombre se guiara solamente por sus instintos no podría cumplir con la voluntad del todopoderoso.
Los diferentes actos de responsabilidad procreativa no consisten en cualquier clase de control racional y voluntario de la pulsión sexual. Lo que podría ser denominada como castidad, que tiene como fin insertarla en el orden del amor conyugal. A su vez se establece que esta punición sexual puede ser una tendencia humana sometida al dominio de la razón y de la voluntad, teniendo como ente el bien humano. Por lo que lleva a que la actividad procreativa sea un comportamiento sexual determinado y responsable que forma parte del objeto del acto conyugal.
Como conclusión, luego de haber leído el artículo de Rhonheimer y tras haber analizado las distintas ideas sobre anticoncepción, sexualidad y responsabilidad pude llegar a la siguiente conclusión. Siguiendo mi formación católica y cristiana coincido en varias cosas con el autor y disiento en otras. Principalmente, creo que ciertos puntos no están del todo adaptados a la realidad, ni abarcan toda la población, ya que muchas veces por la falta de educación, carencias y necesidades suceden ciertos errores que podrían ser reducidos.
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