Futuros psicólogos

Dentro de la formación de los futuros psicólogos cobra vital importancia la necesidad de conocer, comprender y diferenciar los enfoques psicoterapéuticos que ofrecen herramientas para el mejor desempeño profesional en el área clínica. Lo anterior conlleva a una organización y un funcionamiento del plan curricular que garantice con realidad y efectividad esa necesidad de información en el rubro de la Psicoterapia, considerando entre otros, los conocimientos adquiridos con la asignatura Introducción a la Psicología Clínica (SM100).

La creciente necesidad de atención a la salud en el área de la psicología demanda la preparación de profesionales altamente capacitados en este tema. Por tal motivo, la asignatura Introducción a la Psicoterapia pretende ser el vehículo para que el estudiante en formación conozca e identifique las características de todo proceso terapéutico entre otras: etapas del proceso psicoterapéutico así como las habilidades mínimas con las que el psicoterapeuta debe contar y/o desarrollar independientemente del Modelo bajo el cual se rija.

Además de lo anterior se destaca la necesidad de comprender las características teórico-metodológicas (concepciones, participantes, técnicas, etc.) de modelos de atención Breve y de Urgencia, así como las psicoterapias: Gestáltica, Cognitivo Conductual (Terapia Racional Emotiva y Terapia Cognitiva), Familiar Sistémica, destacando la importancia de la labor del psicólogo en la prevención/promoción de la salud y en el ámbito hospitalario. En consecuencia, el conocimiento de la amplia gama de modelos psicoterapéuticos contemporáneos proporcionará al estudiante de la carrera de Psicología el marco de referencia en el cual ha de desarrollarse en su futuro como profesional de la salud, al forjar y /o fortalecer la identificación de los alumnos con una forma particular de abordar las problemáticas que en materia de psicoterapia puedan presentarse.

Por tanto, la asignatura Introducción a la Psicoterapia aporta al egresado de la carrera de psicología entre otras competencias, el conocer e identificar teorías propias de la disciplina que le permitan explicar, comprender, proponer e implementar las soluciones pertinentes para problemáticas el área clínica así como evaluar los efectos de sus intervenciones, avaladas por el código ético del psicólogo.

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