INVESTIGACION DEL DUELO

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TEMA A INVESTIGAR

Tema: EL DUELO

Planteamiento del problema (pregunta de investigación): ¿EN QUE TIEMPO SE PUEDE SUPERAR EL DUELO DE UN SER QUERIDO?

Hipótesis: 

1. NO HAY TIEMPO DETERMINADO, TODO DEPENDE DE LAS CIRCUNSTANCIAS Y EL GRADO DE PARENTESCO DE LA PERSONA FALLECIDA, AUNQUE GENERALMENTE EL DUELO PUEDE DURAR ENTRE UNO Y DOS AÑOS.
2. EL DUELO PERMANECE POR SIEMPRE.
3. EL DUELO DURA UNICAMENTE UN AÑO.

Es una hipótesis alternativa, ya que encontramos una hipótesis principal o de trabajo y dos alternativas.  

Es una variable dependiente, ya que estudia la conducta o fenómeno que requiere de la explicación. Es el efecto.

Es unidad de observación o de análisis, ya que estudiaremos a las personas.

Técnicas de recolección de datos:

• La observación, técnica consiste en observar a los individuos en un contexto determinado. (esta técnica la pongo ya que hace no más de dos años, sufrimos la muerte de mi cuñado y en menos de 20 días la muerte de la abuelita y lo vivimos muy fuerte, aún seguimos con el dolor de las perdidas tan grandes, y veo día tras días lo mucho que le ha costado a mi suegra tratar de sobreponerse).
• Entrevistas. Ya que se tiene que hacer cara y a un número limitado de personas.
• Además, utilicé métodos y técnicas de recolección de datos secundarios, mediante dos libros, que detallo en la bibliografía.

INTRODUCCION

Todo tiene su tiempo y todo tiene su hora -dice el sabio Salomón-. Tiempo de nacer y tiempo de morir. (Eclesiastés 3: 1-2).

Pero raramente el tiempo para morir es, el tiempo adecuado. Quienes han disfrutado de su “época primaveral”, del verano de la vida, y; luego de los suaves días del otoño en la vejez temprana, no están ni remotamente preparados para la fría llegada del invierno de la muerte. Si el compañero sobreviviente está o no listo, eso es otra cosa; los triste días y difíciles de soportar a causa de la soledad.

Los expertos están de acuerdo en que las personas pasan varias etapas de duelo. Estas varían acuerdo a la edad., el sexo la personalidad y las circunstancias.

Adaptarse a la muerte de un ser querido es como aceptar que uno va a morir.  Por lo general, la primera reacción es de sorpresa y estupor, se puede llegar a crecer que tal desgracia no le está pasando a uno sino a alguien más. Aunque uno parezca aturdido, e incluso aletargado, este periodo le da tiempo para adaptarse y para hacer los trámites necesarios. Muchos de los asuntos, incluso el funeral, se puede resolver estando casi en un estado de trance.  Después vienen los accesos de dolor profundo, que en ocasiones tan intensos que lloramos sin control, gritamos, nos golpeamos el pecho, todo esto que se ve muy dramático en ese momento es normal.

A menudo se pasa por un periodo de búsqueda. Y aunque se sabe que la persona está muerta, uno habla del ser querido en tiempo presente y esperar escuchar su paso.

Se puede soñar con la persona perdida e incluso surtirla cerca.

En esta investigación veremos en qué tiempo se puede superar a un ser querido.  

DESARROLLO DE TEMA

El luto y el duelo van de la mano. Mientras que el duelo es una experiencia y un proceso personal, el luto es la manera en que se expresa el duelo y la pedida públicamente. El luto como tal involucra creencias, rituales, religiones, y estas a la vez influyen en nuestras costumbres religiosas. Los rituales de luto, como ver a los amigos, estar los familiares cerca, así como prepararse para el funeral, el entierro o cremación dan cierta estructura al proceso de duelo. Y esto hace que las personas dolidas sientan como si solo siguieran el formalismo de las costumbres y algunas veces hasta de rituales.

La realidad, es que nunca se lograr superar el sentimiento de pérdida. Sin embargo, aunque no se olvida a la persona muerta, los pensamientos se vuelven más realistas, se reconocer que la persona era humana y que la vida de uno no dependía completamente del ausente. Conforme se acepta la muerte, se es capaz de resumir la vida y de reanudar las actividades sociales, abandonadas temporalmente.

En este periodo tenemos sentimientos de todo tipo, especialmente ira, culpa y depresión. La ira generalmente hacia los médicos que no lograron salvar al ser querido, o hacia uno mismo. También se puede estar enojado con Dios o con la persona misma por habernos abandonado. Siendo así intentos normales de darle un significado a algo que paso y que lo vemos inaceptable. Hay ocasiones que no se puede evitar el sentimiento de culpar a alguien, en tales casos es probable que no se acepte la perdida mientras no se perdona al culpable de esta, ya sea uno mismo o alguien más.

Pero este dolor raras veces toma tintes de apatía y desesperanza que los médicos llamarían depresión clínica. Hay algunas ocasiones en que la pena llega a casos extremos, que conducen al individuo a tener pensamientos suicidas. Personas con este tipo de pensamientos es importante la atención médica inmediata.

También, el duelo de un ser querido puede causar insomnio y pérdida del apetito, ya que es muy común en esta temporada. Así como también mostrar propensión a la fatiga, debilidad e infecciones. Así como el sistema inmunológico puede afectarse por la pena y otras formas de estrés.  Al igual que el ritmo cardiaco puede tener irregularidades comunes después de la muerte, aunque hay personas que les perdura por años esa situación. Aunque los expertos en el tema, no se ponen de acuerdo en si es cierto que el dolor provoca enfermedades físicas.

Hay estudios que demuestran gran cantidad de viudos murieron a los seis meses siguientes a la muerte de la esposa, la mayoría por problemas del corazón.  Después del primer año, las enfermedades infecciosas, los accidentes y cirrosis como primera causa de muerte. Aunque no solo se da entre viudos o parejas, también puede ocasionar la muerte entre otras personas de la familia directa. Por ejemplo; el hermano de mi esposo falleció un 30 de septiembre y el 8 de octubre falleció la abuelita que es quien vivía con él, aunque ya tiene un par de años, como familia aún seguimos viviendo el duelo hacia los dos familiares. Como pueden ver en menos de un mes partieron dos miembros de la misma familia, y no necesariamente eran cónyuges.

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