Introducción La música es el más cercano, el más ordenado, el más delicado y el más perfecto de todos los placeres del cuerpo, y es el único que es igualmente útil en todas las edades del hombre
Enviado por Anisahz • 3 de Septiembre de 2016 • Ensayo • 2.921 Palabras (12 Páginas) • 281 Visitas
Introducción
La música es el más cercano, el más ordenado, el más delicado y el más perfecto de todos los placeres del cuerpo, y es el único que es igualmente útil en todas las edades del hombre (Carrillo y Cataño, 1994, p. 11)
Este medio de expresión tiene una gran importancia para la vida en sociedad, ya que no solo es utilizado para bailar en una fiesta o para alguna presentación artística; la música es utilizada en cada uno de los rincones de nuestra vida. Es difícil imaginar lo que sería una serie de televisión, una película o simplemente un anuncio comercial, sí no tuvieran una adaptación musical. Sin embargo, la música no es un invento personal ni un descubrimiento, sino, una expresión natural de los hombres.
Desde su aparición, tuvo una íntima relación con la magia y la religión; ya que los sonidos eran considerados como símbolos de fuerzas sobrenaturales. Así, fue como la música estaba presente en casi todas las actividades del hombre primitivo.
Con el tiempo, fue adquiriendo importancia y empezó a formar parte del hombre y de su vida cotidiana. Además, se han desarrollado experimentos que demuestran sus propiedades curativas, su influencia positiva en el crecimiento de las plantas y en la capacidad productiva tanto del hombre como de los animales.
Con base en lo anterior, es que me gustaría todas las personas que lean el presente documento sepan que la importancia de la música es realmente muy grande tanto para la salud mental como para la sana convivencia en sociedad. Estamos rodeados de ella y además, nuestra vida, tanto en lo individual como en lo social, no sería como lo es ahora.
Sin embargo, me parece que una de las grandes limitaciones de esta investigación, es que yo no soy músico y no estoy nada cerca de serlo.
Primera parte
Una historia personal
Soy estudiante de la licenciatura en psicología, que claramente es una de las grandes pasiones de mi vida, amo lo que hago y me encanta poder dejar algo de mí en aquellos que recurren a mi ayuda o a mi compañía. Fue muy difícil tener que dejar a un lado un futuro brillante como profesionista para poder dedicarme al sueño de ser una gran psicóloga.
Desde muy pequeña se me inculco el hábito del deporte y de la salud física. Hace ya casi quince años que me dedico a jugar voleibol y me gusta mucho; disfruto cada uno de mis entrenamientos y juegos. Sin embargo, desde muy pequeña supe que quería ser músico. De haberlo sido, me hubiera encantado tocar el trombón, la trompeta, el saxofón o simplemente el piano. Pero como toda mi familia, o gran parte de ella, es de deportistas y atletas, para mis padres siempre fue más fácil encontrar algún equipo de voleibol del que yo pudiera formar parte, que alguna academia de música donde yo pudiera aprender a tocar alguno de los instrumentos que ya mencione. Aun así, siempre quedó en mí el deseo de hacer algo importante con la música.
Pasaron los años y a pesar de nunca deje de jugar voleibol, sabía que algo en el ámbito musical, me esperaba. Es ahora que a mis 20 años y como estudiante de la licenciatura en psicología, he decidido utilizar la música en mis prácticas terapéuticas.
Hice el diseño de un taller completo de musicoterapia básica para alumnos de secundaria. Cuando decidí que quería experimentar en el campo de la musicoterapia, sin ser músico, fui muy criticada y cuestionada por un sinfín de personas. Y la pregunta siempre fue la misma: “¿Por qué quieres meterte en tantos conflictos si es un campo que ni siquiera conoces?” y mi respuesta siempre fue que la musicoterapia es una práctica terapéutica que es explotada por los músicos, pero que también nos pertenece a nosotros, los psicólogos. Simplemente no me iba quedar con las ganas de hacer algo importante con la música, y creo que lo hice, pero desde un punto de vista que “domino” un poco más; la psicología.
Es por eso, que ahora quiero hablar de la música como medio de expresión social, dar a conocer cómo es que la música llegar a ser el sentido de la vida de algunas personas, sean o no sean músicos. Cómo es posible que la música, con todo lo bello que nos proporciona, puede llegar a crear vacíos existenciales y así mismo, a llenarlos.
Segunda parte
La música y el amor
“La música es el arte de bien combinar los sonidos y los silencios con el tiempo; es una forma de comunicación análoga al lenguaje, en el cual existen cadencias y puntuación”.
No se sabe exactamente cuándo nació la música como arte, lo que sí puedo asegurar, es que la música no tendrá fin mientras exista la humanidad.
Viktor Emil Frankl, creador de la logoterapia. En su libro “El hombre en busca de sentido”, nos da una idea de lo que es el amor:
El amor constituye la única manera de aprehender a otro ser humano en lo más profundo de su personalidad. Nadie puede ser totalmente conocedor de la esencia de otro ser humano si no le ama. Por el acto espiritual del amor se es capaz de ver los trazos y rasgos esenciales en la persona amada; y lo que es más, ver también sus potencias: lo que todavía no se ha revelado, lo que ha de mostrarse. Todavía más, mediante su amor, la persona que ama posibilita al amado a que manifieste sus potencias. Al hacerle consciente de lo que puede ser y de lo que puede llegar a ser, logra que esas potencias se conviertan en realidad.
Siendo que la música es también un vehículo del amor. Del amor hacia una persona, hacia la vida, las situaciones e incluso hacia la música misma.
La autora del libro “Música; amor y conflicto”, Violeta Hemsy de Gainza nos dice que la música es un objeto intermediario privilegiado para la comunicación humana.
Los sentimientos y las vivencias positivas inducidos por la experiencia musical son transferidos a la música y a la persona que ofrece la música. Sin embargo, siguen vigentes los conceptos obsoletos de la aptitud musical y es por eso que padres y maestros no tienen problema alguno en expresar ante sus hijos y alumnos, juicios de valor sobre sus condiciones musicales, juicios que pueden afectar peligrosamente el futuro de los niños en un proceso musical.
Algunos padres se manejan frente a la música como si se tratara de un objeto no real, idealizado; esto induce en los hijos conductas neuróticas que les impide desarrollar una relación natural y espontanea con la música.
La mitificación de la música a nivel social, puede ocasionar actitudes confusas e incluso contradictorias. Muchos padres consideran que las profesiones musicales no constituyen opciones dignas, económicamente promisorias para sus hijos; esta actitud provoca conflicto en los jóvenes ya que no se sienten apoyados por sus padres en su vocación musical.
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