Investigacion Asignatura: Teorías de la personalidad

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“Centro Universitario Tecnológico”

Asignatura: Teorías de la personalidad II

Catedrático:

Catedrático: Lic. Gloria Arita

Sección: 642

Nombres de Alumno(a): Sharon Barahona   No. Cuenta:   31421364

                                  Elisa Romero     No. Cuenta: 31721390

Tarea a realizar: Investigar dos experimentos de Iván Pávlov

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Fecha máxima de entrega: Domingo 04 de febrero del 2,018

Experimentos de Iván Pávlov

Como parte de los experimentos mas comunes que Iván Pávlov realizó con los perros; existen otro tipos de experimentos que él uso para poder descifrar el comportamientos de lo que el estudiase en ese momento todo esto mediante estímulos; entre ellos tenemos:

Experimento con las Palomas

Un fin de semana el investigador volvió a casa, pero olvidó apagar los alimentadores automáticos de una fila de palomas, de manera que al cabo de una hora y media la máquina expulsó una sabrosa relación de alimento. Naturalmente, los pájaros consideraron que estaban siendo recompensados por lo que hacían y, así, cada treinta minutos repetían el mismo comportamiento y recibían la misma recompensa. Casi todos los pájaros se sentían preparados para conseguirlo. Algunos se daban con el pico en la jaula, otros levantaban las alas, otros hacían piruetas en el fondo de la jaula y, por último, otros emitían arrullos de agradecimiento. La comida aparecía de manera automática, pero las palomas habían «visto elementos de conexión» y vínculos de tipo causal con su comportamiento, y suponían que estaban recibiendo la recompensa por ello. Es sumamente interesante ver que a través de este tipo de experimento o situación no predeterminada podemos observar cómo se convirtió en un estimulo para las palomas y la oportunidad del investigador para poder obtener cada uno de las respuestas ante esta situación y corroborar aún más su teoría respecto a los estímulos entre los elementos de conexión y su enfoque sobre este comportamiento.

Estudio realizado sobre niños de tres a seis años.

El investigador coloco una caja de plástico en cuyo interior introdujeron canicas y un payaso mecánico llamado Bobo que tenía el tamaño de un niño. Al comienzo del experimento a cada niño se le permitió que eligiera un juguete pequeño que deseara ganar. Después, estos juguetes fueron introducidos en la caja de Bobo y a los niños se les dijo que de vez en cuando el payaso ofrecería una canica que el niño debería colocar en la caja de plástico. Cuando consiguieran un número suficiente de canicas, ganarían su juguete favorito. Bobo estaba programado para ofrecer las canicas en momentos concretos, con independencia del comportamiento del niño. Se observó a los niños a través de un espejo transparente durante una sesión de ocho minutos al día, a lo largo de seis días. Los resultados demostraron que el 75% de los niños desarrolló una respuesta supersticiosa de carácter distintivo. Algunos niños se ponían enfrente de Bobo y le hacían muecas; otros tocaban su cara o su nariz, y otros meneaban o contorneaban sus caderas. Una niña sonreía a Bobo y otra besaba su nariz.

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