LA INFLUENCIA DE LA FAMILIA, LA CULTURA Y LAS CLASES SOCIALES EN EL COMPORTAMIENTO DEL CONSUMIDOR

Ensayo:

LA INFLUENCIA DE LA FAMILIA, LA CULTURA Y LAS CLASES SOCIALES  EN EL COMPORTAMIENTO DEL CONSUMIDOR

La globalización mundial vivida en las últimas décadas ha generado una serie de cambios en la forma en que vivimos, trabajamos, nos comunicamos y, por supuesto, consumimos, ya que nos enfrentamos a un mercado en constante cambio al que debemos adaptarnos, tanto como empresarios como consumidores. Además, nuestro consumismo ya no solo afecta a la economía local, sino también a la nacional e internacional y, al abrirnos a un mercado global, comenzamos a romper barreras que años atrás resultaban muy difíciles de pasar y comenzamos a combinar nuestra cultura con las del resto del mundo.

Este es un proceso muy importante a tener en cuenta cuando hablamos del comportamiento del consumidor, ya que la cultura es uno de los factores determinantes en la conducta de las personas y, por lo tanto, en su toma de decisiones y forma de vida. La cultura es un fenómeno social, que depende tradicionalmente de un lugar geográfico específico, ya sea pueblo, ciudad, país, etc., así como de las sociedad que lo habita, y es aprendido por las personas desde su nacimiento, por medio de los grupos de referencia más cercanos, como lo son la familia, los amigos, vecinos, etc.

Los valores son un claro ejemplo de como una cultura puede diferir enormemente de otra; si pensamos, por ejemplo, de lo que es considerado correcto en Siria, específicamente su forma de tratar a las mujeres y lo comparamos con lo que es aceptable en países como Islandia o Finlandia, que encabezan la lista de igualdad de género, veremos las diferencias tan abismales que pueden existir entre la cultura de dos países.

Si, teniendo esto en cuenta, pensamos en como consumen las personas que viven en Siria, podría resultar muy complicado imaginar la forma en llega a ellos la publicidad y cómo, en base a ésta, las personas toman las decisiones de compra, al punto que ver sus anuncios publicitarios nos parecerían extraños  y sin sentido.

Es así como, aun cuando la globalización mundial está eliminando barreras culturales entre todos los países del mundo, aún existen muchas diferencias que son imposibles de pasar por alto y, es por esto que es tan importante tener en mente lo elemental que resulta la cultura en el consumismo, ya que es la cultura la que nos dicta lo que es aceptable y no aceptable a la hora de realizar nuestras compras.

El principal grupo de referencia por el que aprendemos la cultura es la familia. Desde que nacemos nos vemos envueltos por los valores, las creencias, las tradiciones, la forma de vida y de más características propias de nuestras familias, y es así como, desde nuestros primeros años de vida, comenzamos a aprenderlos directamente de ellos. Este proceso es tan importante que marca nuestras vidas, llegando a moldear nuestra actitud y comportamiento al punto de definir nuestra personalidad, muchas veces de manera inconsciente, basado en experiencias vividas en nuestra infancia.

La familia es nuestro primer punto de referencia de cómo debemos vivir, aprendemos a comportarnos de acuerdo a como vemos que nuestros familiares lo hacen y no es de extrañar que al crecer adquiramos también sus hábitos de consumo.

Dentro de la familia existen diferentes roles y, aunque cada uno es diferente al otro, existe una influencia muy grande entre todos ellos a la hora de comprar. Podría pensarse que la persona que representa el sustento de la familia es quien realizaría las decisiones de compra, sin embargo no siempre es así; tanto puede ser ese el caso, como puede ser que las decisiones de compra se realicen de forma conjunta entre la pareja.

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