LA TEORIA DE FLUJO
Enviado por anamolaya • 26 de Septiembre de 2015 • Trabajo • 7.221 Palabras (29 Páginas) • 562 Visitas
IDENTIFIACION, DESCRIPCION Y ANÁLISIS DE LA MOTIVACIÓN EN UN EQUIPO DE ULTIMATE DESDE LA TEORÍA DE FLUJO
Daniela Zamora Arbeláez 3220132038
Ana María Olaya Briñez 3220132049
Jhonatan Guerrero Espinosa 3220132034
Karina Hernández Liscano 3220132042
UNIVERSIDAD DE IBAGUÉ
FACULTAD DE HUMANIDADES
PROGRAMA DE PSICOLOGÍA
IBAGUÉ, SEMESTRE IV – AÑO 2015
Resumen
El presente trabajo tuvo como objetivo identificar la presencia e intensidad motivacional, así como el tipo de motivación interviniente en la práctica de ultimate de un equipo de la Ciudad de Ibagué, a la luz de la teoría de Flujo. Lo anterior, a través de la autovaloración y análisis de las de las subcategorías: equilibro entre el desafío y las habilidades, existencia de metas, percepción del tiempo y unión de la actividad y la conciencia. El procedimiento a seguir, fue en primer lugar, la selección de una grupo objeto de análisis, a continuación se realizó la selección y operacionalización de las subcategorías de análisis, y el diseño una escala de autovaloración con la cual se midieron la categorías seleccionadas; finalmente se realizó una descripción y análisis de los resultados encontrados, los cuales fueron comparados con la teoría. Finalmente se encontró que el grupo presenta una intensa motivación frente a la situación analizada, caracterizada por pertenecer la motivación intrínseca, en busca de la satisfacción de la necesidad psicológica de competencia.
Palabras claves: Teoría de flujo, motivación, autovaloración, motivación intrínseca, competencia.
Recorrido Histórico de la Teoría del Flujo
Como ciencia creada para el hombre la psicología se ha preocupado por estudiar los aspectos problemáticos de la conducta humana. Pero al mismo tiempo ha descuidado el interés por comprender los procesos y mecanismos que subyacen a las fortalezas y habilidades del ser humano. Sin embargo Seligman y Csikszentmihalyi, pioneros de la psicología positiva postulan la necesidad de que esta ciencia también centre su estudio en aquellos aspectos positivos del hombre, tales como el bienestar, la alegría, la satisfacción, la esperanza, el optimismo, la felicidad y el flujo ,resaltando los beneficios que estos presentan para las personas (Mesurado, 2010).
Mesurado (2008) comenta que:
En 1968, el psicólogo Húngaro, Csikszentmihalyi durante sus estudios doctorales investigó sobre la motivación intrínseca en un grupo de artistas. Le interesaba descubrir que era lo que los movía a pintar o esculpir con tanta concentración sin que nada pudiera distraerlos y sin que existiera una recompensa extrínseca de peso, como podría ser obtener fama, éxito o bien una gratificación económica por la tarea realizada. Fueron estas investigaciones las que lo llevaron a formular lo que hoy se conoce como flujo o experiencia óptima.
Conceptualización de la Teoría del Flujo
En primer lugar es pertinente aclarar que la teoría del flujo se encuentra directamente relacionada con la necesidad psicológica de competencia que poseen todas las personas. Puesto que es uno de los conceptos claves dentro del factor de desafío optimo, el cual involucra a la necesidad de competencia. Csikszentmihalyi, creador de la teoría, propone que la esencia del disfrute de una actividad se puede rastrear en la experiencia de flujo (Reeve, 2010).
Para conceptualizar el estado de flujo o de experiencia optima se puede afirmar que “es un estado de concentración que implica un enfrascamiento y profundo involucramiento en una actividad” (Keller y Bless, 2008; citado por Reeve, 2010, p. 115). El flujo genera una experiencia de tal agrado que es capaz de lograr que una persona ejecute frecuentemente una determinada acción, con el fin de experimentar la sensación causada por el flujo. Además, es válido afirmar que el estado de flujo es un estado en el que las personas pueden emplear libremente su atención para alcanzar sus objetivos. Puede influir en el desarrollo de muchas actividades y comportamientos debido al estado cognitivo-emocional al que se exponen las personas cunado se encuentra bajo acción del flujo (Abio, 2006).
El estado de flujo involucra la dimensión de competencia, al desarrollar en las personas el deseo de ser eficaz en el entorno, con el fin de convertirse en sujetos competentes y desarrollar habilidades para mejorar las capacidades y dominar los desafíos de manera óptima, es por esto, que los individuos utilizan sus habilidades para superar la tarea y permanecer en estado de equilibrio entre las habilidades y el desafío o la actividad lo que genera satisfacción y disposición de buscar desafíos más óptimos con la espera de experimentar el flujo una y otra vez (Reeve, 2010).
El flujo surge en situaciones en que la tarea y las habilidades son elevadas, lo que provoca en las personas alta concentración, involucramiento y disfrute, de lo contrario la tarea amenazaría la competencia, debido a que si los desafíos superan las competencias individuales se genera un estado de ansiedad por exceso de dificultad, mientras que si, por el contrario, las habilidades superan demasiado los desafíos colocados, el individuo estará aburrido y poco involucrado. A partir de esto se puede concluir que según esta teoría, la activación motivacional no depende sólo de la novedad o interés intrínseco del trabajo en cuestión, sino de la correspondencia entre el desafío y los recursos personales de los que se dispone para afrontar la situación, en un equilibrio entre la competencia del individuo y el reto implicado en la tarea (Camacho, Arias, Castiblanco y Riveros, 2011).
De lo anterior se concluye que el flujo satisface la necesidad de competencia, la cual se ve reflejada en los cursos de acción eficaces, donde la persona tiene la capacidad de alcanzar el efecto esperado, por medio del desarrollo de capacidades optimas que permitan suplir las demandas de la tarea o de los desafíos. Del mismo modo, en torno al equilibrio entre las habilidades y la tarea se generan consecuencias emocionales como alegría, preocupación o indiferencia, es decir, se generan experiencias óptimas placenteras o negativas.
El flujo es un estado que involucra competencia, eficiencia y habilidades para suplir las implicaciones de la tarea, pues existe experiencia de flujo si hay un equilibrio entre las capacidades y el desafío, debido a que una persona lo experimenta al esforzarse por dominar el entorno y controlar los resultados y cuando dichos intentos son capaces de hacer frente a los desafíos. Es por esto, que tanto la competencia, la eficiencia y las habilidades se orquestan en conjunto con la finalidad de entrar en un estado de flujo es decir, en un estado de total concentración o involucramiento en una actividad (Abio, 2006).
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