La Autonomía en el desarrollo infantil temprano

La Autonomía en el desarrollo infantil temprano

Las Sociedades actuales han ido generando “sujetos funcionales”, alejándose de los reales objetivo en la educación inicial que son, lograr la autonomía.

        A raíz de este cuestionamiento surgen variadas interrogantes de la persona que queremos formar, no valorando y respetando las características evolutivas de maduración y desarrollo psicológico.

La verdadera autonomía debe partir por reconocer en los niños  sujetos de acción con su medio externo. Desde una concepción dinámica y espontánea del cuerpo en el niño pequeño, se puede entender que ya es capaz de desarrollar variedades de habilidades de adaptación que no necesita aprender después de madurar.

El niño autónomo es capaz de interactuar en su medio con pequeños esfuerzos autodirigidos. El movimiento libre en conjunto con las emociones permitirá a este niño autónomo tener continuidad psíquica en el pensamiento y mejores relaciones en la convivencia social.

Consecuencias para la práctica docente.

Positivamente, el impacto que puede tener para la educación, niños más autónomos se podría ver reflejado en:

1. Sujetos más comprometidos con su proceso formativo: somos testigos  que la falta de compromiso pasa muchas veces por el desconocimiento del por qué, o para qué de nuestras acciones, desarrollamos actividades funcionalmente, a veces por mandato, y nuestra educación se ve empapada de este componente. Cuando conocemos el porqué y el para qué de las cosas y sus beneficios, pasamos de una actitud pasiva a una activa, comprometiéndonos por hacer las cosas bien, ya ello constituye la base de algo que yo decidiré y que será un bien para mí.

2. Sujetos más participativos en actividades propuestas:  La participación despierta el compromiso y la creatividad, además que genera espontáneamente acciones más volitivas en los niños y porque no decirlos con una actitud más alegre y cohesionada al grupo con posibilidades de brindar buenos aportes en la consecución de actividades y metas en el equipo.

3. Personas Libres con posibilidades de realizar continuos discernimientos sobre las elecciones futuras: Los niños autónomos desarrollan sin duda un conjunto de preguntas y cuestionamientos sobre su hacer y también sobre cuestionamientos al mundo adulto, son capaces de resolver problemas simples y en algunos casos complejos, porque además manejan argumentos para darle respuestas a sus preguntas y son capaces de cuestionar las decisiones de los propios adultos cuando no les parece que son correctas o que pasan a llevar sus intereses. La libertad se verá reflejada en el modo en que tomen decisiones sin temor a equivocarse y seguros de sí mismos.

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