La Nueva Visión del Cerebro. Espejos en el cerebro

La nueva visión del cerebro

(Resumen)

Estudios en el cerebro suponían que las funciones superiores como la conciencia y el aprendizaje operaban independientemente de las funciones encargadas del movimiento de los músculos o las respuestas emocionales instintivas.

• Cuando tomabas una taza, la información de su posición y su forma pasaba donde se operaba la percepción del pensamiento racional y las decisiones. Allí se integraba la información para planear los movimientos musculares para tomar la taza dándose la orden para controlar los movimientos. Y después de todo eso, ya tenías la tasa en la mano.

Se tenía la impresión de que el primer proceso sigue al segundo pero las investigaciones recientes indican que las zonas del cerebro actúan simultáneamente. Las neuronas motoras frontales contribuyen a crear una respuesta veloz y simultánea a la información que estamos recibiendo del medio ambiente. Estas neuronas tienen un papel ejecutor.

• Hoy se sabe que para que nuestra mano pueda tomar la taza necesita de un mecanismo que traduzca la información sensorial que recibe en la forma en que los dedos la agarran.

Espejos en el cerebro.

Las neuronas espejo sirven para representar acciones en el cerebro sin importar si el individuo es agente o testigo de la acción. Estas neuronas son responsables de comportamientos como el reconocimiento y la imitación.

También podrían estar detrás de la empatía y quizá de la capacidad de imitar sonidos, intervienen en la adquisición del lenguaje.

Todos los idiomas cumplen una especie de gramática y regla universal aplicándose a todas las lenguas. Los niños la traen programada en el cerebro por la evolución. Al niño le bastan un par de años para dominar su lengua materna. El lenguaje no es consecuencia de la comunicación a lo largo de generaciones, sino un comportamiento instintivo, un saber innato.

• En los lenguajes de señas que han surgido espontáneamente en comunidades de sordomudos aisladas del resto del mundo, desarrollaron en un par de generaciones sistemas de signos manuales con todas las características de los lenguajes hablados (de hecho, el lenguaje de señas de un país no se parece ni remotamente a su lenguaje hablado).

El lenguaje se ha empezado a estudiar no solo como un producto de la mente, sino como una actividad física y han entendido que el lenguaje depende mucho de las neuronas de la corteza cerebral que controlan los musculoso, en particular la respiración.

Los humanos tenemos un control fino de las manos, los dedos y los músculos de la cara debido a que existe una conexión directa entre la corteza motora y los músculos.

La corteza motora se extienden a un grupo de neuronas conocido como núcleo ambiguo que controla el movimiento de la laringe y los músculos costales que intervienen en la respiración.

Te acompaño en tu dolor (o en tu placer)

Las neuronas espejo, además son capaces de identificar la intención a partir de que se lleva a cabo la acción.

• A un grupo de personas  les mostraron películas donde en una de ellas una mano tomaba una taza, en otras dos se ve una mesa lista para tomar el té y la misma mesa después del té, finalmente se veía la mano tomar la taza antes del té y después del té; observaron que las neuronas espejo de los participantes mostraban más actividad cuando la mano se llevaba la taza de la mesa lista para el té y menos cuando se llevaba la de la mesa sucia.

Las neuronas espejo distinguen entre levantar una taza para beber y levantarla para limpiar, quizá porque beber es la intención más frecuente, permitiéndonos descifrar las intenciones y las emociones de los demás.

• Se sometió a los participantes a un olor desagradable y se registró su actividad cerebral. La actividad era similar en las personas que experimentaban la sensación de asco y en las que solo veían a otros hacer expresiones de asco.

El cerebro moral.

Sentir empatía con las emociones de los demás no nos conduce necesariamente a reaccionar como ellos.

• Un grupo de personas normales y con diversas lesiones en la corteza cerebral van en un barco que se incendia; ya en el bote salvavidas resulta que este es demasiado pequeño y amenaza con hundirse. A bordo de este bote va también un pasajero herido de muerte en el incendio. Ese pasajero no tiene salvación. Si lo echan al agua, se salvaran todos los demás. ¿Tú que arias? Se observó que la mayoría de los participantes optaba por no hacer nada. La intensa emoción de ser el causante directo de la muerte de otra persona  es más fuerte que la razón, que indica que la otra opción es la correcta. No obstante, en otros experimentos se demostró que había sujetos  que optaban por el sacrificio de la víctima sin mostrar una sensibilidad menor que la normal a emociones como la compasión, la vergüenza y la culpa. Su capacidad de razonar con lógica no estaba afectada.

La conclusión es que en nuestro cerebro hay zonas encargadas de elaborar juicios morales y que estas dependen de la organización cerebral de las emociones. La aversión al sufrimiento ajeno es innata. También estamos predispuestos a otro comportamiento esencial,  el sentimiento de equidad. El descubrimiento de la predisposición innata de equidad se obtuvo a través de un juego llamado “Ultimátum”.

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