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La Piscología del Mexicano en el Trabajo

Mosqueda77Ensayo21 de Octubre de 2015

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La Piscología del Mexicano en el Trabajo

En toda empresa el factor humano es la fuerza y que la forma de ser de una persona la determinan la herencia biológica, el medio ambiente y las reacciones personales. La mexicanidad es un estilo de vida, durante la dominación española hubo poco interés en definir lo mexicano, la conciencia nacional se desarrolló a partir de los principios del siglo XIX y fue hasta el siglo XX que se hicieron investigaciones y reflexiones sobre la esencia de la mexicanidad, la revolución mexicana activo el proceso de autoconocimiento nacional, en la cual empezamos a encontrarnos con nosotros mismo, a  aplicarse el principio socrático “conócete a ti mismo”. Es por eso que es necesario conocer y entender la historia del mexicano para entenderlo.

El ser humano tiene que adaptarse al medio ambiente. La cultura representa todo lo que rodea al individuo (religión, gobierno, valores tales como la honradez, la excelencia, la agresividad, etc.). La personalidad de un individuo se rige por su herencia biológica y por su historia personal, además de ser afectada tanto por la cultura local como por la experiencia (psicología clínica). La psicología del mexicano es la clave para interpretar nuestro desarrollo, ya que somos un producto de la cultura que determina los comportamientos de las personas, la gente no es igual en los diferentes países,  aunque todos somos seres humanos, los mexicanos y las personas extranjeras somos diferentes, debido a la herencia biológica que no dieron nuestros padres, el medio ambiente que es quizá el más evidente, nuestras reacciones y decisiones que conforman nuestra personalidad, que en el caso de los mexicanos con frecuencia se percibe poco trabajador, poco colaborador, y poco efectivo.

La cultura mexicana está influenciada por tres culturas, dos que pertenecen al pasado (la cultura azteca-mística, idolátrica pero bien organizada y con raíces, cultura hispana-bárbara, agresiva, más realista, con más desarrollo tecnológico); y una del presente que es la cultura anglo-sajona.

El choque de las culturas, La sociedad azteca estaba jerarquizada, con nobles, guerreros y sacerdotes y un tlatoani o dictador, su agricultura dependía del Dios de la lluvia y se hacían sacrificios humanos, tenían mentalidad poética, simbólica, mística, flexible, escurridiza en lengua náhuatl, es decir, susceptible a tener muchos sentidos, sobre todo en los mitos. Una mentalidad teológica-paradójica-dramática: el sacrificio humano es una alquimia a través de la cual la vida surge a través de la muerte, en la lucha eterna del dios del sol contra los poderes de las tinieblas, capitaneados por la luna, se impone la hermana malvada, la reina de la noche. Una cultura centrada en la religión, la guerra y el comercio, con una ciencia impregnada de magia y religión, por lo tanto con escaso desarrollo tecnológico. Sin embargo era un mundo bien ordenado, integrado y coherente, no había un campesino sin tierra, el desarrollo urbano era magnífico y llegó a contar con servicio superiores a sus contemporáneos europeos; las instituciones educativas cubrían todas las necesidades de enseñanza y ya estaba establecida la educación obligatoria, es decir no había un solo niño sin escuela, el alcoholismo no existía, y si hubo delincuencia fue insignificante.

Los mestizos y los indios evangelizados se vieron en la necesidad de arropar a la religión católica, debido a que su cultura había sido destruida (azteca) para que no se quedaran sin identidad alguna; (ellos aún creían en su cultura y para preservarla la combinaron con la impuesta por los españoles). El componente hispano-cristiano, es el absolutismo real bajo la ideología católica tomista, que defendía e imponía la unidad ideológica y la uniformidad como supremo valor social y político. La institución eclesiástica fue solidaria de todos los abusos del régimen colonial, y la corona española imperó a través de sus dos brazos, el civil y el eclesiástico, a estos los trajeron con tres motivaciones: El poder, la aventura, las riquezas y la explotación. El propósito de evangelizar, llevar la fe cristiana a paganos sumidos en burdas idolatrías. Los conquistadores fueron poco escrupulosos y traidores, los españoles eran un pueblo activo, pragmático y realista, cuyas creencias religiosas no significaban ni inhibición, ni abandono, ni evasión, actuaban con la filosofía pragmática del “ayúdate que Dios te ayudara” y “a Dios rogando y con el mazo dando”, los misioneros piadosos y bien intencionados, fueron sin querer el instrumento  definitivo de la dominación al desarticular el equilibrio de un sistema de vida coherente, estructurado, contribuyeron más profunda y radicalmente que los conquistadores a destruir el mundo que quisieron defender.

El mexicano ha sufrido diferentes traumas durante toda su historia (desde la conquista, pasando por la represión religiosa y militar; durante el periodo de independencia, donde los mestizos no tenían una identidad, o sea que no eran ni españoles, ni indígenas; durante la época de Maximiliano de Hasburgo y la pérdida de nuestro territorio; el porfiriato, donde los ricos eran más ricos y los pobres más pobres; la revolución de 1910; la dependencia con Estados Unidos en todos los aspectos y más recientemente las devaluaciones y la pérdida del poder adquisitivo). Los traumas a lo largo de los siglos disruptivas, los europeos no se conformaron con exterminar en los campos de batalla, su voluntad de destruir la cultura aborigen fue implacable, aún disfrazada de religiosidad la aculturación se dio forzosa y compulsiva; todo fue sometido a un implacable proceso de desintegración.

Nuestra psicología profunda, los mexicanos debido a la represión es débil y tiene una conducta dogmatizada, por lo cual es supersticioso y temeroso, compensa con su machismo; miente por hábito, y no demuestra temor a la muerte, porque le es indiferente y también lo es ante la vida, es poco moral es corrupto infiel, agresivo, etcétera, pero también tiene cosas positivas como su pertenencia hacia lo mexicano, como los símbolos patrios y la cultura e idiosincrasia, que pueden ser parte de la solución a la psicología nacional.

La política papal en este género reposaba en el principio: que los paganos y los infieles no  poseen legítimamente ni sus tierras ni sus bienes, y que los hijos de Dios, es decir, los católicos españoles y portugueses, tiene el derecho de quitárselos; con estos antecedentes puede entenderse que la idea era el  exterminio, ninguna guerra de conquista ha sido tan sangrienta, que 500 años no han sido suficiente para reponerse del trauma, el fruto de la unión es el mestizo, devaluado, rechazado y despreciado.

La conquista militar disloco las bases de las relaciones con los dioses, el cosmos, el acontecer temporal, como símbolo de afirmación sádica de los europeos podemos tomar la habitual edificación de los templos cristianos sobre las ruinas del respetivo CU, aniquilando todo lo sagrado de los autóctonos, sus dioses, los cuales para los europeos se convirtieron en sus demonios, y, así, la hazaña de los europeos redundo en la destrucción de todos los valores de los naturales.

Durante la conquista el indio emerge como protagonista de choque con los europeos, y durante la Colonia es la india quien toma el papel protagónico.

Traumáticas fueron las pavorosas epidemias que diezmaron la población, los trabajos forzados en las minas, en la construcción de palacios, templos y en la construcción de los enormes conventos que adornaron los perímetros del territorio nacional, que fueron fortaleza y refugio para los españoles y símbolo del poderío de cada una de las órdenes religiosas.

Para realizar un eficaz control político, un eficiente cobro de tributo y una mejor evangelización de los indios, el gobierno virreinal tuvo la ocurrencia de juntar a los autóctonos en poblaciones de traza europea que nada tenían que ver con las actividades de los indígenas, y todos los asuntos se hallaban en manos de los religiosos. A causa de la drástica separación y encierro de los indígenas, casi 500 años después aún muchas comunidades no se acaban de integrar a la sociedad nacional y siguen siendo marginados. La sociedad del virreinato era una yuxtaposición de grupos, era una sociedad piramidal, dogmática, opresiva, ritual, explotadora, donde  las ejecuciones de los reos se hacían con la solemnidad de un oficio religioso.

Los trabajadores de los siglos XVI; XVII y XVIII eran mano de obra en el peor sentido de cosificación del hombre, con los indios el repartimiento no reconoce ninguna especialización de trabajo, más bien todos hacían los mismo, es decir, lo que se requiera, los indios eran solo fuerza mecánica, que se aplica indistintamente a tareas cuyos objetivos los determinan los españoles y cuya razón corresponde exclusivamente a los intereses de aquellos.

En 1753 se lleva a cabo la secularización de las doctrinas, retirando a los misioneros franciscanos, dominicos y agustinos el cuidado de los indígenas, a raíz de esto muchos quedaron huérfanos, no habían madurado como adultos, pero no podían hacerlo ante el paternalismo dogmático y opresivo.

A finales del siglo XVIII inicia el movimiento pro independencia, protagonizado por los criollos a favor de sus propios intereses, no a favor de los mestizos e indios, pero los arengaron hábilmente, y así obtuvieron carne de cañón a precio regalado. Para cohesionar a la población escindida por mil desigualdades, los criollos utilizaron un símbolo religioso-patriótico la Virgen de Guadalupe;  en los primeros años de la colonia se satanizo cualquier conato de insurrección a la corona española, el alto clero empeño en presentar en pulpitos y confesionario a los insurgentes como herejes, traidores, y en declarar la fidelidad al rey de España como un punto fundamentalísimo de la fe cristiana.

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