La Psicología en Colombia

Ensayo

“La Psicología en Colombia”

Lee Mavys Polo Sánchez

Diana Vanessa Vivares Porras

Campos Ocupacionales

Grupo: 501-7

Fundación Universitaria María Cano

Facultad ciencias de la salud

Medellín

2018

La Psicología en Colombia

     Para iniciar, me gustaría especificar un poco los temas que se leerán durante este escrito, a simple vista pudiese parecer un sinsentido por la variación de temática, pero desde mi perspectiva todo se encuentra de alguna u otra forma relacionado. Los temas fundamentales serán: la psicología y el rol del psicólogo en Colombia.

     Iniciemos este recorrido a partir de la ley 1090 de 2006 del congreso de Colombia, que decreta todo aquello relacionado con la reglamentación, el código deontológico y bioético  en el ejercicio de la profesión de Psicología. Es un texto de alrededor de 15 a 16 páginas en las que se plantean unos perfiles y un serie de competencias y valores completamente integrales, que me atrevería a decir, están diseñados de una forma idealizada.

¿Por qué de forma idealizada? 

     Menciono esto, ya que a mi parecer, a pesar de esta ley estar tan bien estructurada, me pregunto si será posible cumplir con todas esas exigencias y expectativas, tal cual la ley lo plantea. La ley 1090 desde mi punto de vista, no es más que un ideal de lo que la sociedad o la Republica de Colombia le gustaría que el psicólogo desempeñara.  (Gloria, 1982)

     Acá asocio la definición según Teodore Newcomb acerca del rol, definido como: “Las formas de conducta esperadas de cualquier individuo que ocupa una posición en la sociedad”(p.334), lo cual está estrechamente relacionado con lo mencionado anteriormente, a pesar de que se agrega otro aspecto interesante que es la conciencia de que tenemos una  posición en la sociedad,

     Dicho esto, surge otra cuestión que está relacionada con una de las tantas funciones del psicólogo, que es contribuir al bienestar y calidad de vida de las personas y la sociedad como tal, por medio de conocimiento, técnicas y procedimientos. He aquí la cuestión: ¿Cómo contribuimos a ese bienestar y calidad de vida, cuando lastimosamente el marco teórico y de investigación de la psicología en Colombia está basado en modelos principalmente Norteamericanos y Europeos? esta pregunta surge a partir de un documento muy interesante donde el señor Martín Baró (2006) menciona que: “La psicología latinoamericana pidió prestado el bagaje conceptual, metodológico y práctico a la psicología norteamericana” (p.8).

     Lo cual genera una situación muy compleja, debido a que las teorías y técnicas que manejamos o que son de corte dominante en Colombia, no fueron realizadas con base a investigaciones en nuestra población y cultura, es decir, no fueron creadas para contribuir específicamente al bienestar de nuestro país.

     Personalmente considero que, aunque a nivel mundial se pasen por las mismas necesidades y problemáticas, es totalmente diferente como cada población las afronta, de ahí partimos con el hecho, de que las teorías y técnicas Norteamericanas y Europeas no son las más aptas para tratar las problemáticas sociales en Colombia.

     Es acá, donde considero que como psicólogos en Colombia nos hace falta una actitud investigativa, la cual nos permita fundamentar los conocimientos y establecer una base teórica Colombiana firme, para colombianos, podrá sonar redundante, pero partiendo desde el punto de vista que somos un contexto totalmente diferente al de Europa y otros países, de ahí se puede concluir que posiblemente lo que les funciona a ellos en su contexto, NO funcione en el nuestro, simplemente no se obtendrán los mismos resultados tan eficientes y eficaces.

     Asocio lo anterior, con la transición del psicólogo en la academia, muchas veces por quedarse con el conocimiento que esta solo les da, no se permiten ampliar sus conocimientos y por así decirlo, quitarse la venda de los ojos para percibir desde otros puntos de vista los fenómenos sociales. Incluyo que, la psicología en la academia o como también lo plantea la ley 1090, todo puede leerse muy tentador y bonito, e incluso se puede llegar a pensar que el psicólogo va a “solucionarle los problemas a las personas y así, mejorar el mundo” cuando la misma profesión se cuestiona de sí misma.

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