La Teoría Computacional de la Mente

El vestido de los cuatro colores

Teoría de los procesos oponentes vs. El vestido de los cuatro colores.

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    Integrantes:

       Cruz Rojas José Andrés

 De la Luz Ramos Carla Maribel

    Garrido Bárcenas Mariely

López Soto María Paulina

Mendoza Ocampo Arely

Pérez de León Ortiz Carlos Adán

Grupo: 1009

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Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Psicología

Teoría Computacional de la Mente

Resumen

Un fenómeno extraordinario dado a conocer a través de las redes sociales causó gran controversia en muchas partes, se trataba de la imagen de un vestido en particular, la cual al ser observada  por diferentes personas concluyeron que el color no era el mismo, mientras unas de ellas afirmaban haberlo visto en color dorado con blanco, las demás lo perciben negro con azul.

Tratar de comprender lo que sucedía era demasiado complicado, en el presente trabajo se tratará de dar una respuesta a partir de la teoría de los procesos oponentes propuesta por Edward Hering, que explica los colores complementarios, y poder describir si en esta teoría existe una mejor explicación a lo acontecido anteriormente.

También se abordan algunas otras formas en las cuales poder explicar la problemática del vestido antes mencionado, usando otras variables fisiológicas en la retina de los seres humanos y otras alternativas tecnológicas en los dispositivos móviles, externas, de manera más concreta y específica, que la teoría en general no pueda englobar por completo  para saber qué es lo que en realidad está sucediendo con este acontecimiento
del vestido de los cuatro colores.

Teoría de los procesos oponentes vs. El vestido de los cuatro colores.

¿Quién ganará?

A finales del mes de febrero del presente año, surgió un fenómeno viral en las redes sociales sobre la foto de un vestido, misma que causó controversia en el mundo, ya que las personas que lo observaban percibían distintas parejas de colores en el vestido; siendo las más comunes blanco con dorado y azul con negro. Esto generó un surgimiento de diversas explicaciones, entre ellas algunas absurdas, tratando de comprender la causa de dichas diferencias perceptuales.  

         Por ende, en el presente trabajo se abordará este fenómeno bajo la perspectiva de la “Teoría de los procesos oponentes” de Eduard Hering, con la finalidad de conocer si es posible dar una explicación formal del  fenómeno anteriormente descrito.

Para dar comienzo a la problemática es indispensable definir percepción, la cual se entiende como un proceso cognitivo sumamente complejo realizado por la adición o asociación de estímulos, afectado por los conocimientos actuales y por las experiencias pasadas, cuenta con cuatro atributos: cualidad específica e intensidad (planteados por Wundt), extensión y duración.  (Hecaen, 1968, 10).

Uno de los propósitos de la percepción es informar acerca de las propiedades del ambiente que los rodea el cual es muy diverso, ya que siempre se perciben objetos con diversos tamaños, profundidades y colores, los cuales son vitales para la supervivencia.

         La percepción visual cuenta con receptores que son detectores de estímulos,  esto significa que cuando la persona centra su atención en algún objeto se forma una imagen de este en la retina.

 En este caso, para resolver la incógnita es fundamental entender que el color es una de las cualidades más evidentes y comunes del entorno; se interactúa con ellos a diario, cumplen funciones esenciales de señalización tanto natural como artificial, que ayudan a identificar y clasificar las cosas, además facilitan la organización perceptual (Goldstein, 2005).

Es natural pensar en el color de un objeto como una característica propia del él, pero en realidad, es un efecto que sucede cuando el cuerpo absorbe diversas longitudes de onda de la radiación electromagnética que se encuentra en el ambiente. El espectro electromagnético, está conformado por diferentes longitudes de onda y abarca desde los rayos X, (longitudes de onda cortas) hasta las ondas de radio.

 La luz visible que funciona como estímulo a la vista, es una pequeña banda de energía de dicho espectro. La ampliación de esta banda revela el conjunto de colores familiares para los seres humanos con una visión sin alteración fisiológica.

  Así pues un objeto que asociamos con un color en particular, puede llegar a verse de otro color si se ilumina con una fuente de luz con características distintas a las luces habituales  presentes en el ambiente, esto puede ser un factor  determinante al observar una escena.

Si bien, la percepción y reproducción del color es una cuestión que no sólo tiene que ver con un fenómeno físico (la interacción de la luz con los objetos), sino que también involucra atributos psicológicos característicos del color. Tales como: (1) Matiz que es el cambio que se percibe cuando varía la longitud de onda, (2) Saturación, cantidad relativa de luz monocromática pura que tiene que mezclarse con la luz blanca para producir el color percibido y (3) Brillo, que es la intensidad de la luz (onda). (Lindsay, 1986, 135).

Un fenómeno perceptual similar, es el de la posimagen que se describe en la teoría de procesos oponentes, de Edward Hering, la cual tiene como fin el dar explicación a los colores complementarios que se generan al combinar las longitudes de onda de las luces creando un nuevo color, en caso de que se acoplen correctamente las longitudes de onda, se elimina el color resultante dando un tono gris, que puede ser negro o blanco dependiendo del brillo.

También describe las cualidades perceptivas de la visión en color, que se derivan del procesamiento de las señales en dos sistemas opuestos (azul-amarillo, rojo-verde) y uno acromático (negro-blanco), sensible al brillo, el cual permite distinguir que tan oscuro o claro se percibe el estímulo. Por esta razón se afirma que la visión del color es causada por respuestas opuestas generadas por estos tres sistemas. (Lindsay, 1986, 142).

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