La apropiación posesiva

La apropiación posesiva.

“Aquilino Polaino-Lorente”

“Ninguna persona es por completo dueña de sí misma, de tal modo no se puede dejar poseer completa y absolutamente por otro, renunciando a sus libertades más profundas”.

La apropiación de sí mismo y del otro

Ninguna persona se pertenece a sí misma, porque ninguna persona tiene en sí la razón de su origen. Nadie se pertenece por completo ni es dueña de sí misma.

La forma de poseerse es el autoconocimiento. Ninguna persona tiene la capacidad necesaria para autoconocerse  para abarcar  intelectualmente en profundidad, la altura y la plenitud de su ser.

Entre cónyuges se da una donación total y reciproca aceptación de cuerpos y  personas. Cada uno debe tener la apropiación de si antes de destinarse al otro. Esta forma de apropiación hace que ninguno de los dos deje de ser persona, limitando la apropiación, donación y aceptación mutua.

En el matrimonio, el cónyuge deja de ser enteramente libre, la posesión de las personas no es lo mismo que poseer cosas materiales.

La apropiación “posesiva”

Cuando se habla de apropiación posesiva quiere decir que el sujeto se apropia del otro como si fuese un objeto o una cosa. Por lo cual en el matrimonio el hombre y la mujer poseen el cuerpo de su cónyuge, pero no por ello hará lo que él o ella desee con el cuerpo del otro.

Por lo cual se cree que la apropiación posesiva se da en las personas que no  saben amar. Son posesiones degradantes en las que la persona queda reducida a mero objeto, pues, de lo contrario, no se le podría poseer como si fuera un objeto.

La apropiación “posesiva” del cuerpo del otro

Lo más relevante en la apropiación posesiva del cuerpo del otro es el de las relaciones íntimas de la pareja. En ocasiones la mujer no desea intimar con su cónyuge o viceversa y este debería admitir que realmente la mujer u hombre no desea tener relaciones sin enfadarse, en ocasiones el cónyuge lo o la trata como objeto.  Todo esto en mayor complejidad matrimonial podría terminar con muchos problemas psicopatológicos y hasta psiquiátricos (como, por ejemplo, asco ante el cuerpo propio y del otro, el resentimiento, los celos y el comportamiento paranoide, etc.).

La “posesión” a imagen y semejanza propias

Una persona es un ser  inteligente por el hecho de pensar por sí solo, en la apropiación posesiva se dice que no se respeta el cuerpo del otro, en esta posesión de imagen y semejanza según un relato,  se puede  entender que la verdadera libertad está en el  elegir  como persona única he individual y poder tomar las propias decisiones, desde  el simple  hecho de cómo vestirse, ninguna persona puede dejarse guiar por otro que quiera moldear a su imagen o semejanza ya que dejará de ser la persona única que es, retorciendo todas las estructuras de la personalidad.

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