La computación y la mente.

La computación y la mente.

Generalmente se piensa que los sentimientos y los juicios conscientes gobiernan las acciones, el pensamiento determina la conducta. No hay manera de determinar la verdadera causa de cualquier acción en concreto.

La introspección y lo inconsciente

los estudiosos de la psicología nunca se han puesto de acuerdo en cuál es la mejor manera de estudiar la mente o incluso si es un objeto de estudio apropiado, esto inicio con Descartes quien estableció una distinción entre la mente y el cuerpo, la cuestión es tan atractiva que ha impregnado nuestra cultura durante mucho tiempo ya sea de forma declarada o encubierta.

En el siglo XIX, cuando los psicólogos intentaron por primera vez explicar los fenómenos mentales científicamente, se pusieron de acuerdo en que los contenidos de la mente eran accesibles a la introspección. Había sin embargo dos retos a la opinión de que la mente es transparente a la introspección, la primera era de Helmholtz  argumentaba que la inferencia debe depender de la inferencias inconscientes, la segunda, la de Freud quien postulo un sistema inconsciente de impulsos sexuales y agresivos que si eren reprimidos podía aflorar a la conciencia en la forma distorsionada de síntomas neuróticos. Estas dos nociones de lo inconsciente son muy diferentes aunque ambas limitan la introspección.

Una dificultad que surgió con respecto a la introspección surgió de los usos sistemáticos que hicieron de ella un grupo de psicólogos. Ellos identificaron en sus propias introspecciones un tipo de experiencia consiente pero no analizable, que no contenía ni imágenes mentales ni consciencia sobre la existencia de un acto voluntario. La idea sobresalto a aquellos psicólogos que creían que el pensamiento era la asociación consciente de ideas, y al examinar sus propias introspecciones descubrieron que el pensamiento siempre estaba acompañado de imágenes mentales. La controversia del pensamiento sin imágenes duro años.

Conductismo.

La capacidad de la introspección para resolver la controversia del pensamiento sin imágenes dejo el terreno preparado para la llegada de la más radical de las reacciones a cartesianismo, la negación de la mente. Esta visión del asunto surgio de un movimiento conocido como conductismo.

Así, pues la psicología tenía que ser objetiva, tenía que ser una ciencia natural, tenía que controlar y predecir la conducta y tenía que olvidar todo lo concerniente a la conciencia y a la mente, se tuvo un efecto sobre muchas disciplinas especialmente en estados unidos, se remplazó la técnica introspectiva por la observación controlada de respuestas en el laboratorio. Los psicólogos estudiaron la manera en que los animales se comportaban ante algún estimulo observable. Los lingüistas abandonaron el mentalismo y adoptaron una visión conductista del significado, los filósofos desarrollaron esta explicación dentro de una teoría completa, los antropólogos estudiaron el comportamiento en las sociedades, la mente se convirtió en un misterio que no desempeñaba papel alguno en la determinación del comportamiento.

El tabu sobre la mente se reforzó con un argumento seductor creado por una serie de conductistas, entre los que destacaba B. F. Skinner, el argumento es conocido como el dilema del teórico en el que se plantea que si estados mentales interfieren con la respuesta de un estímulo del mundo exterior, existen dos posibles consecuencias. Uno, cuando el estado mental es expresable mediante leyes, el teórico tiene que formar la ley que relacione directamente los estímulos con la conducta. Dos, si los estados mentales son inexpresables el teórico no tiene por que referirse a ellos. Ambos casos concuerdan que los estados mentales son indescriptibles o innecesarios.

El argumento de la teoría resulta atractivo pero hay que tomar en cuenta que está basado en dos posibles falsos:

1) El único propósito de la ciencia es el de producir breves leyes. A pesar la importancia que pusieron Watson y Skinner e la predicción y el control del comportamiento, la ciencia pretende explicar no describirlos, mediante el uso de leyes. De tal manera que las explicaciones toman forma de teorías.

2) La psicología deberá abocarse únicamente a la serie de estímulos del mundo externo pero sólo si estas dan lugar a una respuesta observable.

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